No 11 (2000): Número 11 - Enero 2000

A 1 filo del cambio del milenio, pensar la universidad continúa siendo un desafío para nuestra razón, sensibilidad y capacidad de acción. Durante el intenso siglo que se cierra hemos reflexionado y construido el mundo universitario de diversas maneras sin alejarnos de tres modelos básicos:

a) El modelo clásico francés o napoleónico es uno de los más antiguos en el cual el Estado hace de la universidad una herramienta de modernización de la sociedad. Es el instrumento de afirmación de una identidad nacional propia, basada en los principios de reconocimiento al mérito y de la igualdad formal, que se apoyan a su vez en una administración poderosa.

b) El modelo alemán, conocido como «humboldtiano», es un sistema que plantea la autonomía académica ante toda interferencia gubernamental. La función del Estado es garantizar la independencia de la enseñanza y de la investigación.

c) El modelo inglés y 1 o norteamericano que se basa en el concepto funcionalista de «saber útil», ligado a la economía y las empresas. Este tipo de universidad pragmática permite formar intelectuales que pueden dedicar parte de su vida a investigar los temas más inverosímiles que se cree que el mercado necesitará en algún momento indeterminado.