No. 2 (1997): Julio - diciembre
Articulos Entorno

El vagabundillo

Published 2015-11-10

Keywords

  • Vagabundo,
  • Joven,
  • Maquina

Abstract

Las máquinas de juegos electrónicos trepidaban en un desconcierto de ruidos, unas parecían reírse en forma tétrica, otras lanzaban sonidos monótonos de repetidos puntapiés, garrotazos, puñetazos, golpes de todo tipo y hasta metrallas de armas de fuego, con chillidos de monstruos de otros mundos que abrazan e hipnotizan con el insistente "inserte o in", de luminosa intermitencia, a jóvenes y adultos; pero más a los menores -cosa increíble- de edades de más o menos seis años para arriba. El efecto que les produce este entretenimiento es muy profundo.

Cuando está en lo más crudo de ganarle a la máquina, el joven utiliza su mente y su cuerpo de tal forma que, cuando aprieta los botones controladores lo hace veloz y violentamente, se para, se sienta, se contornea, se tensa ... sin despegar sus inexpresivos ojos de sus "enemigos", y por cada clímax de satisfacción y victoria hay una moneda de por medio automáticamente sacada del bolsillo para introducirla en la "tragavoluntades" y monedas.

El joven hace esto tan rápidamente como para no darle tiempo de reponerse a la máquina y a su séquito de maleantes Pero si la máquina burla al joven y repentinamente ésta le gima la pelea -porque eso es lo que es- él, segundos antes del desenlace, sabiendo que ya perdió, suelta una expresión vulgar y soez, misma que no sabe ni le interesa su verdadera acepción, y que invariablemente, se oye gritar por todos los perdedores vencidos por la electrónica, haciéndola parte del "juego" y dicha con un tono de encolerizada derrota.