51
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2016 AÑO 6, n.º 7, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Ambroggio, Luis Alberto. Discurso: “Estados Unidos Hispano”. Págs. 49-58.
inmigrantes, y en particular de los hispanos, contradiciendo la hispanofobia y
la fobia antimigratoria de ciertos sectores, como la ejemplicada recientemente
por Donald Trump con sus insultantes, falsas, irresponsables declaraciones
racistas contra los inmigrantes hispanos, especícamente mexicanos, lo que le
valió la expulsión de NBC, Univisión y otras consecuencias negativas, pero que
aún no ha sido corregida y condenada como se merece.
Seguidas por las armaciones de su defensora e igualmente hispanofóbica
Ann Coulter. Pero esto, en vez de amedrentar, sirve para estimular nuestra
determinación de hacer valer nuestra presencia, nuestra historia, nuestra cultura
hispana de los Estados Unidos, como parte del orgullo en nuestra identidad,
dignidad, aporte y constitución fundamental de nuestra nación estadounidense,
como lo hacen, entre otras instituciones, los institutos Cervantes y más de cientos
de activas y grandes instituciones que menciono en el libro, a lo largo y ancho
de nuestro país. Trump repite el grito discriminatorio histórico, como el de los
paradójicamente llamados cuáqueros (quakers) de Pennsylvania, quienes, en
1729, se rerieron a los recientemente llegados escoceses e irlandeses como un
grupo de posibles criminales.
Ya en 1990, sin embargo, las estadísticas mostraban que la participación
activa en la mano de obra estadounidense de los grupos inmigrantes de
México (69,7 %) y de los países hispanoamericanos Colombia (73,7 %),
Nicaragua (74,7 %), Guatemala (75,7 %), El Salvador (76,3 %) superaban al
promedio de la participación de los Estados Unidos en general (65,3 %) y al
de los grupos de inmigrantes de otros países, como Canadá (52,1 %), Japón
(54,2 %) y Gran Bretaña (57,3 %).
Casi como profecía y no por nada, tal cual apunta José Antonio Crespo-Francés,
el gran documentalista de la inuencia hispana en el desarrollo de los Estados
Unidos,
6
curiosamente, en 1775, el Congreso Continental, a propuesta de
Thomas Jefferson, rechazó la libra esterlina y adoptó el “dólar español” como
la unidad monetaria legal básica. El signo del dólar ($) se tomó de las columnas
del escudo imperial de armas español con el lema “Plus Ultra”. Es curioso que
en la actualidad varias hispanas rmaran los billetes estadounidenses, como las
tesoreras en fechas especícas dentro de los años que se mencionan: Romana
Acosta Bañuelos (1971-1974), Katherine Davalos Ortega (1983-1989), Catalina
Vásquez Villalpando (1989-1993), Rosario Marín (2001-2003), Anna Escobedo
Cabral (2004 -2009) y Rosa Gumataotao Rios (2009-2015).
6 Es imposible alistar todos sus libros y artículos sobre estos temas que he tenido el gusto de leer
a lo largo de los años, en adjuntos a correos electrónicos que me envió o enlaces a los que me
remitió, de los que fui tomando nota. Solo cito aquí algunos libros y ensayos: El legado de Juan
de Oñate: los últimos días del Adelantado, Sevilla: Arboleda, 2003. Don Pedro Menéndez de
Avilés: deuda histórica con un soldado ignorado de Felipe II. Madrid: J.A. Crespo-Francés,
2000. Juan de Oñate y el Paso del Río Grande: el Camino Real de Tierra Adentro (1598-
1998), editado con Mercedes Junquera, Ministerio de Defensa, 1998. La expedición de Juan
de Oñate: 30 de abril de 1598. Madrid: Sotuer, D.L. 1997. Y, sobre todo, su serie de “Españo-
les olvidados” en esradio.libertaddigital.com. Y en http://www.elespiadigital.com/index.php/
informes/8662-de-tristan-de-luna-a-menendez-de-aviles