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REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓ OT , 2023 AÑO 13, n.º 15, ISSN 2078-0664, ISSNE 2307-3942, ISNI 0000 0001 2113 0101
Urbina Gaitán, Chester. Conservadurismo, anticomunismo y represión policial. Las declaraciones
de John Lennon de 1966 y su impacto en Costa Rica. p. 31-44
económicas y los recursos humanos. Su crecimiento radicó en un proceso de
adición de unidades urbanas (metropolización) y de la mutación de suelos
agrícolas en áreas residenciales, industriales, de servicios, infraestructura de
transporte, centros recreativos y otros (Fonseca y Garnier, 1998, p.414). Esta
modernización comenzó con los gobiernos del partido Liberación Nacional a
partir de la década de los 50 y produjo polémica en la opinión pública nacional.
Para Cuevas: “ante la dinamización de las transformaciones, hay quienes ven
con nostalgia los tiempos que se van y con suspicacia los que ya se están
empezando a vivir, mientras otros levantan la bandera de la innovación, y
refunfuñan contra la “pacatería” y el tradicionalismo” (Molina, 1995, p.39).
Asimismo, en esta época comienza a fortalecerse la inuencia de la cultura
de masas estadounidense. Para Alfonso González, la incongruencia cultural
de esta época se establece en que, por un lado, la sociedad costarricense
prolongaba su defensa contra el otro externo amenazante, históricamente
denido (las dictaduras, en especial, la de Somoza); a la vez aanzaba la
transculturación con ese otro ideal externo (la cultura de masas estadounidense).
La construcción y la pérdida de la identidad cultural nacional se maniestan
en dos procesos complementarios y relativos, y no como dos situaciones
excluyentes (González, 2005, p.66). En este artículo esta apreciación de
González se matizará en el sentido de que los costarricenses —entre ellos
ciertos sectores juveniles capitalinos— no sólo eran consumidores pasivos,
sino que interpretaban los nuevos productos que ofrecía la cultura de masas
con base en los elementos que constituían su identidad personal y colectiva,
entre ellos la religión. También debe señalarse la expansión de los medios
de comunicación como la radio y la televisión. Así se tiene que la televisión
nace en 1960 con Canal 7. Asimismo, surgieron y se consolidaron fuertes
cadenas de radio como la Reloj en 1958 y la Columbia en 1965, las cuales
posibilitaron una mayor identicación del costarricense con la cultura global
de masas (Urbina Gaitán, C. (2006). Estado, sociabilidad y control social
en Costa Rica (1950-1971). Revista de Ciencias Sociales, (111-112), p.191.
https://www.redalyc.org/pdf/153/15311215.pdf).
Esta modernización y mejoramiento en la calidad de vida de los costarricenses,
se da en un contexto de un furibundo anticomunismo. Para Manuel Gamboa,
después de la Guerra Civil de 1948 en Costa Rica, uno de sus principales
derrotados, el Partido Vanguardia Popular (anteriormente llamado Partido
Comunista de Costa Rica), señalado fuera de ley según el artículo 98 de la
Constitución Política. Bajo el principal argumento de que ésta, y cualquier otra
agrupación con ideas comunistas, eran un peligro para el sistema democrático.
A partir de ese momento, en los procesos electorales de las siguientes dos
décadas, la lectura de esta legislación trajo la desaprobación de partidos
políticos con adeptos del partido Vanguardia Popular (Gamboa, 2013, p.144).