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REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓ OT , 2023 AÑO 13, n.º 14, ISSN 2078-0664, E-ISSN 2307-3942, ISNI 0000 0001 2113 0101
Flores-Manzano, Carlos. Bajo el Tempisque: La Arqueología Urbana de San Vicente de Austria
y Lorenzana, El Salvador. p. 37-56
A las 4:00 am del 25 de marzo de 1899 a las 4:00 am “…se sintió un fortísimo
temblor que hecho al suelo muchos edicios en cuenta la portada de la Iglesia
con la torre izquierda que era de calicanto construida en 1808...” (Samayoa,
1940, Pág. 56).
El 26 de noviembre de 1936 a las 3:00 pm”... se sintió aquí un fuerte movimiento
sísmico que alarmo a los habitantes. A las seis de la tarde del mismo día repitió
el movimiento sucediéndose entonces una serie de temblores durante toda la
noche hasta la mañana del siguiente día...”
(Samayoa, 1940, Pág. 73).
El terremoto del 26 de noviembre debilito las estructuras de muchas casas, las
cuales sucumbieron al terremoto ocurrido el 19 de diciembre de 1936
“...el reloj
de la Torre marcaba las 8 y 50 minutos... Fue la hora trágica, la hora de la
muerte, una hora fatal...”
(Samayoa, 1940, Pág. 76), este ha sido uno de los
terremotos más recordados por los vicentinos, y fue el que destruyo al Palacio
del Ayuntamiento de 1865, este movimiento sísmico ha sido uno de los que más
estragos ha causado en la historia de San Vicente (Lardé y Larín, 1957, Pág. 458).
Posteriormente el 13 de febrero de 2001, un terremoto cuyo epicentro fue en
San Pedro Nonualco con una profundidad focal de 8 km y una magnitud de
6.6 grados Richter, causo una gran destrucción en la zona paracentral, entre
los daños se encuentran la destrucción del Palacio Municipal de San Vicente
edicado en 1937 (Hernández, 2017).
Comentarios Finales
El departamento de San Vicente posee un altísimo potencial arqueológico, tanto
prehispánico como colonial, esto debido a que el Valle de Jiboa y aledaños de
origen volcánico son sumamente fértiles lo cual ha sido explotado por lo menos
en los últimos 3000 años, es fundamental que los representantes de los gobiernos
tanto local como central, aúnen esfuerzos para colaborar con los profesionales
de la cultura para así pueda ponerse en valor todo este potencial cultural que
ha sido olvidado en el tiempo, es momento de repensar la ciudad y la cultura,
para así sacar el máximo provecho cientíco, conservando este legado para las
futuras generaciones y con toda seguridad este patrimonio de los viroleños y los
salvadoreños pueda incentivar el turismo.
El presente asiento de la Ciudad de San Vicente ha sido testigo de diversas
ocupaciones tanto en la época prehispánica como en el periodo colonial,
republicano y moderno así también ha sufrido la violencia de distintos
movimientos telúricos los cuales han obligado a sus habitantes a reconstruir la
ciudad y sus principales edicios cívicos y religiosos en diversas oportunidades,
por eso es muy importante que arqueólogos estén monitoreando cualquier
edicación en el centro histórico de San Vicente, dado que cualquier alteración
puede permitir que se pierdan datos de para comprender la arqueología de la
ciudad, o como Schávelzon (2020, Pág. 13) la describe.