i
Prólogo
Una de las características de las casas de estudios superiores que se
precian de actuar con seriedad en su quehacer académico es que siempre
están innovando en las diferentes áreas de especialidad que desarrollan
y sirven a los estudiantes, y en otros aspectos a la sociedad en general,
como la extensión cultural y la responsabilidad social. La Universidad
Tecnológica de El Salvador (Utec) ha cultivado esa característica desde
su fundación, hace 36 años (12 de junio de 1981). Cada quinquenio
ha practicado un autoexamen y se ha proyectado para el siguiente;
en su historia ha participado en autoestudios y ha sido acreditada y
reacreditada, siendo objeto también del reconocimiento internacional,
siempre teniendo presente la excelencia, tanto en la enseñanza como
en la administración de los bienes, recursos y la estructura física y el
sistema de seguridad, para que todos sus integrantes tengan éxito en sus
labores y en sus respectivas vidas particulares: personal administrativo
y docente, alumnos y por ende sus familias, trascendiendo así en la
historia educativa del país. Sí, somos una universidad que trasciende.
Dejar un legado de esta clase es algo que nos enorgullece y que
compartimos con todos los que sea posible alcanzar con nuestra visión y
misión institucionales en acción. En esta efeméride dejamos constancia
de ello.
Para mencionar solo algunas de las áreas en las que hemos sido
pioneros: carreras virtuales, Museo Universitario de Antropología;
campus en el centro histórico de la capital, al que se le da constante
mantenimiento y restauración, aplicación de los medios sociales a la
educación superior... Y entre tantas otras, editamos la única publicación
museográca en una universidad nacional: la revista Kóot, cuyo nombre
en náhuat signica águila, que es el de nuestro símbolo por excelencia;
y en esta oportunidad me congratulo en presentar esta nueva edición a
los selectos lectores.
Sin duda lograr amalgamar una serie de artículos de autores
experimentados como la que aquí se presenta es algo que representa
arduo trabajo, digno de felicitar y de apreciar en toda su magnitud,
pues resulta ser una fuente de invaluable conocimiento. Por eso la
importancia de este nuevo númer, por haber logrado una vez más
una excelente edición de Kóot para la colección y para continuar
educándonos.
Para cerrar estas breves palabras, permítanme reiterar la ‘fórmula’ que
se necesita para el éxito en la educación que mencioné en una ocasión
especial ante el pleno de la Asamblea Legislativa: “Un alumno actor,
el maestro apasionado y la enseñanza de principios y valores”. A eso
le apuntamos. Sirva esta publicación como un aporte adicional para
alcanzar ese objetivo.
Dr. José Mauricio Loucel
Presidente Utec