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REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2019 AÑO 9, n.º 10, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
López Nuila, Jaime Alberto. Releyendo a Fray Bartolomé De Las Casas. La historia de las indias
Págs. 61-69.
del juicio nal por Dios”. Critica lo que otros, falsos cronistas, han escrito sobre
lo que acontece en Las Indias. “Con harto perjuicio de la verdad, ocupados
en la sequedad estéril e infructuosa de lo supercial, sin penetrar en lo que
es esencial en los hechos que relatan”. Dice, “que esa mentira sembrando la
semilla que produce cizaña mortífera, y conciencia perversa, al grado que,
por esa causa la misma fe católica y las cristianas costumbres han producido
irreparable detrimento, tanto en los naturales de Las Indias, como en los
mismos cristianos venidos de España”. “La causa de todos estos males es, la
ignorancia del principal n del descubrimiento de aquellas gentes y aquellas
tierras, según la Divina Providencia, que era la conversión y salud de estas
ánimas, y que, frente a éste, el primer motivo y razón, del descubrimiento, todo
lo demás, todo lo temporal, necesariamente debía ser pospuesto, ordenado
y dirigido”. También se ha pecado con aquel trato infamante en contra de
seres humanos indefensos, porque se ignoró la dignidad de aquellas criaturas
racionales. Cita De Las Casas, en sus duras palabras contra aquel Estado de
Las Indias, principios universales cristianos, y dignísimos personajes como el
mismo San Agustín, para declarar “que cualquier ser humano, por ignorante
o primitivo que pareciera ser, como aquellos indios, sí conocían la palabra de
Dios, por bárbaros y brutales que fuesen, siempre producen frutos razonables,
en n, que no hay nación alguna ni la puede haber, que no pueda ser atraída y
reducida a una conveniente virtud cristiana”.
En este tema del fracaso en no querer tomar el camino de la dignidad y el respeto
a los pueblos Americanos Indígenas originarios, por la vía del conocimiento
de la fe católica, reclama, que igual que estas gentes, en la misma España y
particularmente en Andalucía, las gentes mostraban la misma “barbárica
simplicidad” que mostraban estas gentes de Las Indias, cuando les tocó en su
tiempo, ser colonizados, descubiertos y educados por griegos; o como lo fueron,
siempre en España, en las regiones conquistadas por los fenicios, quienes se
comportaban como “verdaderos animales”. Terminaba preguntando porque
no pudo ser igual con los habitantes de Las Indias, siendo cierto como lo es
que “aquellos animales de España”, enseñados por griegos y fenicios fueron
después los más católicos de España.
La primera razón del conquistador y encomendero, – incluso la misma corona
de España--, cita como justa causa y motivo para aquel trato de exterminio, la
supuesta razón Aristotélica que señala “el orden natural de inferioridad”
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en
que estaban en el orden físico y desarrollo social – comunitario los naturales
de Las Indias (Aristóteles, 323 A.C). De Las Casas rechaza ese argumento, por
falso y contradictorio, indicando que en la misma España cuando se produce
la conversión al cristianismo, con la enseñanza de los principios y valores del
nuevo orden religioso, reconocen la irracionalidad y vicios que había en toda
9 Aristóteles, 323 A.C; en Políca, Libro Primero, Capítulo II