Rivas Arévalo, Ernesto. La Roseta Hexapétala y la Cruz Solar en Ilobasco. Págs. 25-32.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i8.5849
URI: http://hdl.handle.net/11298/381
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2017 AÑO 7, n. º 8, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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José Manuel Gómez-Tabanera la interpreta como un símbolo de inmortalidad 7.
El centro de la flor representa el origen, el principio, 8 el punto de partida y el
punto de llegada, el centro cósmico. El disco, la rueda entorno, implica
movimiento, rotación, cambio constante, cíclico.
Debemos admitir que algunas de estas interpretaciones tienen un carácter
hipotético, pero eso no le quita la esencia de su valor espiritual y su importancia
histórica. La Hexapétala va más allá de ser un motivo ornamental. La variedad
de significados que reúne este símbolo, engloba también otros símbolos de
origen celta, como son el Trisquel y el Tetrasquel, símbolos también
ampliamente estudiados dentro de la cultura popular.
La Cruz Solar
Otro de los símbolos esculpidos en la parte superior de las piedras de Ilobasco,
es la Cruz Solar. La Cruz Solar es uno de los símbolos más arcaicos que se
conocen en la historia de la humanidad. Por su simplicidad, la cruz, desde la
antigüedad ha estado presente en muchas partes del mundo y en diferentes
culturas, aún mucho antes de la cristiandad. En otras palabras, es un símbolo
universal ligado a leyendas, a la religiosidad del ser humano y a la naturaleza
misma.
Como hemos dicho anteriormente, cuando hablábamos de la Roseta Hexapétala,
el círculo representa el movimiento, el dinamismo cambiante de la vida. Existe
una diversidad de interpretaciones asociadas con la Cruz Solar: con el árbol de
la vida, con las estaciones del año, etc... Dejando de lado cualquier otra
interpretación, ésta me parece la más sencilla de todas: