Fúnez, Rubén. Categorías filosóficas para el análisis de la realidad. Págs. 174-185.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i8.5873
URI: http://hdl.handle.net/11298/387
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2017 AÑO 7, n. º 8, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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permitido la sobrevivencia de miles de millones de seres humanos, y más aún, que
se trata del sistema que ha permitido el progreso y el desarrollo de la humanidad.
Sin embargo, este no es más que un aspecto de la realidad, y un aspecto que no da
cuenta cabal del funcionamiento del sistema. Algunos pensadores afirman que nos
encontramos al final de un proceso que comenzó hace cinco mil años, con el
neolítico. El neolítico fue el surgimiento de las ciudades, pues bien, hoy nos
encontramos con el hecho de que la humanidad es mayoritariamente urbana, no
obstante, nos encontramos sumidos en una serie de problemas que están poniendo
en peligro la vida sobre el planeta. La eficacia de este sistema se funda en haber
depredado la naturaleza, hecho que hace decir a los más pesimistas que el sistema
en cuanto sistema ha tocado fondo, pero peor aún, es la vida de los mismos hombres
y mujeres la que está en el mayor de los peligros. ¿Cómo explica Marx el
funcionamiento de un sistema, que ha devenido en la situación en la que actualmente
nos encontramos? se trata, afirma, de un sistema que se funda en el plus valor. La
categoría a la que recurre nuestro pensador para introducirse en las entrañas del
capitalismo es la de plus valor. Esta categoría no sólo da cuenta del funcionamiento
del sistema, sino que además le sirve para negar que sea la categoría de ganancia la
que explica este sistema, Marx dice que quien así piensa no ha entendido ni la
categoría de ganancia, ni, peor aún, la categoría fundamental del sistema capitalista,
es decir, el plus valor. Cuando hablamos de la ganancia estamos situados en el
ámbito del mercado, en el que las mercancías se intercambian unas por otras, en
cambio cuando hablamos de plus valor nos situamos en el ámbito de la fábrica, es el
trabajador el que produce un valor que no le es pagado.
Este valor no es un mero valor de cambio, ni un mero valor de uso, es simplemente
valor. Dussel afirma que la categoría de valor fue descubierta por Marx hasta la
segunda edición de El capital en 1872. Y es esta categoría la que le permite responder
a su inquietud de porque son pobres los productores de riqueza: lo son porque han
sido despojados de su valor. Claro esto merecería que nuestro filósofo nos dijera qué
es el valor, para lo cual nos pide que “Examinemos ahora el residuo de los productos
del trabajo. Nada ha quedado de ellos salvo una misma objetividad espectral, una
mera gelatina de trabajo humano indiferenciado, esto es, de gasto de fuerza de
trabajo humana sin consideración a la forma en que se gastó la misma. Esas cosas
tan sólo nos hacen presente que en su producción se empleó fuerza humana de
trabajo, se acumuló trabajo humano. En cuanto cristalizaciones de esa sustancia
social común a ellas, son valores”. (Marx, 2008, p. 47).
El valor, es a lo que Marx llama trabajo humano, trabajo vivo, o fuerza humana de
trabajo. Este sistema ha devenido lo que es, porque se ha nutrido de la vida de los
trabajadores, pero al nutrirse de la vida de los trabajadores, ha dejado a estos sin vida,
el sistema capitalista es un sistema que mata despacio pero efectivamente al
trabajador. Por lo tanto, la categoría que queremos dejar fija en la cabeza del lector,
para entender la realidad en la que estamos situados, es la categoría “valor”.