Martínez, Julio. Moros y cristianos. Hacia
un
mapa conceptual y geográfico en El Salvador. Págs. 203-218.
Moros
y
cristianos
Hacia
un
mapa
conceptual
y
geográfico
en
El
Salvador
ISSN
2078-0884
e-IUN
2307-3942
L9<P..~.<WJ
DOI: http://dx.doi.org/l 0.53
77
/koot.v0i8.5875
URI: http:l/hdl.handle.net/11298/390
Resumen
Julio Martínez*
Director de
la
Escuela de Antropología
Universidad Tecnológica de
El
Salvador
juliomartinezrivera @gmail. com
El artículo trata acerca
de
aspectos claves ligados a la danza
de
los historiantes o
"moros y cristianos" en El Salvador, entre ellos se aborda
lo
relativo a las formas
de
inserción cultural en el imaginario
de
la población. Se abordan también
temáticas acerca
de
cómo los significados y dinámica
de
las historias que forman
el repertorio
de
"los historiantes". La música
de
los historiantes a diferencia
de
las
historias,
es
más local y desarrollada por los grupos
de
danzantes y músicos que
les acompañan. Se determina, además, las poblaciones donde
se
han establecido
los historiantes generalmente corresponden a antiguos poblados indígenas donde
los españoles ya sean como colonizadores o evangelizadores establecieron la
tradición, enseñándola a los pueblos originarios.
Se
hace alusión también a la
manera en que son percibidos los historiantes por las organizaciones indígenas y
las contradicciones existentes. Finalmente se presenta un mapa geográfico
de
los
pueblos con sus fiestas patronales y fechas
de
presentación
de
los historiantes.
Palabras claves: moros, cristianos, danza, historiantes
Abstract
The article discusses key aspects related
to
the dance
ofthe
Historiantes or "Moors
and Christians" in El Salvador, among them, the forms
of
cultural integration in
the imaginary
of
the population. Also addresses tapies about how meanings and
dynamics
ofthe
stories that form the repertoire of"Historians".
The music
of
the Historiantes unlike the stories,
is
more local and developed by
groups
of
dancers and musicians who accompany them. It determines also the
populations where they have established the Historians generally correspond
to
originaries villages where the Spanish colonizers or whether
as
evangelizers
established tradition, teaching it
to
native peoples. Reference are also made
to
the
way they the Historiantes are perceived by indigenous organizations and the
Julio Martínez Rivera, es Licenciado en Trabajo Social, Maestro en Administración de la educación superior,
pos graduado en Antropología Social, Maestro en Investigación y docencia y Doctorando en Estudios Sociales de
América Latina
por
la Universidad de Alicante, actualmente es Director de la Escuela de Antropología de la
Universidad tecnológica.
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AÑO
7,
n.o
8, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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URI: http://hdl.handle.net/11298/390
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contradictions about the tradition. Finally a geographical map of the villages with
their festivals dedicated to the saint of the village and dates of submission of the
Historians presented.
Keywords: Moors, Christians, dance, Historiantes
Metodología del estudio
La planeación del proceso investigativo acerca del mapa conceptual y geográfico
de los historiantes siguió este proceso:
Visualización del problema de estudio y afinamiento de dicho problema para
identificar fuentes, categorías y variables.
Estudio de fuentes documentales históricas en lo posible, locales y españolas
Identificación de sitios y municipios donde existen los historiantes
Identificación de fechas de las fiestas patronales y patronos por medio de
fuentes diversas, documentales, electrónicas y personales
Visitas de campo que consolidan un conocimiento previo
Entrevistas con pobladores
Entrevistas con miembros y ex miembros de grupos de historiantes
Registro fotográfico
Definición y ajustes del proyecto temático en la medida de nuevos hallazgos
Preparación del informe.
Una ventaja de la realización del estudio en campo es que los sujetos del estudio,
los historiantes se presentan con mucha confianza y amplitud para ofrecer
información.
El acercarse a las localidades probablemente hace que el historiante perciba un
interés auténtico en torno a su quehacer.
Hay obstáculos, desde luego:
Algunos sitios forman parte de los lugares de peligrosidad por la violencia
existente en la actualidad
Si no se ha concertado una cita previa, es menos fácil lograr la entrevista. La
cita previa requiere de contactos y teléfonos no siempre disponibles.
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En algunos sitios se percibe desconfianza hacia el extraño.
Por efectos de las cosmovisiones distintas entre los investigadores y los
entrevistados, se requiere un esfuerzo empático.
Sistematizar la información requiere de visualizar los objetivos y a partir de ellos
construir las variables que se convierten en los ejes centrales del proyecto temático.
A partir de ello, el proyecto temático puede ampliarse o reducirse, de acuerdo a la
información disponible, en este caso se amplió de forma significativa.
¿Qué son los Moros y cristianos?
Teatro o fiesta de moros y cristianos es la puesta en escena de los acontecimientos
relacionados con la expulsión de los moros de España luego que ellos hubieron
ocupado una buena parte del territorio habitado por los visigodos.
Este proceso que se ha dado en llamar ocupación musulmana en la península
ibérica fue un proceso que duró desde el 711 hasta el 726 de nuestra era para que
los moros se establecieran.
“La fiesta de Moros y Cristianos se celebra en casi toda España, pero sobre todo
en el Levante, en la zona de Alicante y la Comunidad Valenciana. Con esta fiesta,
se conmemora la Reconquista, o sea la época histórica de la lucha entre los
cristianos y los árabes (moros), que duró casi 800 años, desde 711 hasta
1492”.( Santelman, 2002, pg. 3)
Hubo momentos históricos en que esta fiesta fue “soldadesca”, queriendo significar
con ello que existió un culto hacia los grupos de militares vencedores, en el que
seguramente se premió la heroicidad, el arrojo, la valentía, como una forma de
agradecimiento popular hacia los defensores y recuperadores del territorio español.
Durante los siglos XV al XVIII en toda España se celebraron espectáculos
de moros y cristianos: Toledo, 1586; Denia, 1599; Valencia, 1755;
Alicante, 1700 y 1724. Pero no eran fiestas populares ya que estaban
organizadas por la Corte y por las clases altas, limitándose al pueblo a ser
espectadores, así como tampoco se les daba una continuidad anual
(Sempere Martínez, 2012, pg. 10)
Una de las primeras impresiones que se tienen en América por parte de los
estudiosos de las fiestas o teatro de moros y cristianos es que son los conquistadores
españoles los que impulsan el proceso de inserción del tema en la población
indígena.
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El proceso de conquista se establece desde el aparecimiento de los primeros
soldados a inicios del siglo XVI después de los avistamientos realizados por Colón.
En algunos lugares de América la conquista tuvo lugar incluso a finales del siglo
XVIII por parte de los españoles.
En nuestra región la conquista se entrecruza con los procesos de colonización, de
tal forma que las ocupaciones de españoles para la producción y explotación del
territorio y población, así como la evangelización se realizan en paralelo a los
procesos de dominación violenta.
Sin embargo, no tenemos una data exacta de cuando se comenzaron las fiestas de
moros y cristianos en la Nueva España y Goathemala. Es claro que no fue durante
la conquista sino durante la colonia, y es seguro que las primeras fiestas se
realizaron en España y no en América, donde las fiestas debieron comenzar a
realizarse a partir del siglo XVII como la fecha probable más antigua, sino después.
La fiesta de moros y cristianos asume nombres diferentes en diferentes lugares del
mundo, así en Filipinas se conoce con el nombre de “Moro moro”, aunque no
siempre comprendido por la población española ocupante del territorio:
“Así la principal razón por la que los funcionarios españoles destinados a Filipinas
no podían entender un teatro de base hispánica era la estética, la lengua y sobre
todo constituir un entretenimiento netamente filipinizado” (Donoso, 2012, pg. 14)
En Nicaragua también existe algo parecido, llamado “El Güegüense”, con clara
influencia hispánica, trajes, y teatro similar:
…piezas relacionadas con la conquista de los españoles y con la
resistencia de los indígenas. Piezas que parecen haber sido construidas
bajo el patrón de lo que en España se llaman representaciones de moros
y cristianos, en las que el conflicto entre el moro y el cristiano se ve
desplazado hacia la órbita de la lucha entre el indio y el español…
(Pedrosa, 2007, pg. 1)
En otros países, como Guatemala se conoce con el nombre de “la danza de la
historia” en la región de Jutiapa, y como “La historia” o “Moros y cristianos” en
otras zonas.
En El Salvador, se asume el nombre genérico de Los historiantes” en casi todos
los pueblos donde se celebra la fiesta. A mucha gente no le suena a nada el nombre
de “Moros y cristianos”, e incluso algunos llegan a pensar que son dos fiestas
distintas, “Los historiantes” es un nombre más popularizado de esta fiesta.
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Percepción de la llegada de la llegada de Los Historiantes a nuestra cultura
La manera como se establecen Los historiantes en la cultura del pueblo no es
suficientemente clara, incluso entre personas con formación académica hay ciertas
dudas sobre el origen de la danza y parlamentos o textos. En adelante se usará
parlamentos para referirse a los guiones del teatro de moros y cristianos o
historiantes.
Aun cuando se utiliza de manera ambigua los conceptos de danza y baile, haremos
distinciones: La danza es un arte que a través de movimientos tiene un significado
simbólico. El baile es entretenimiento, y aun cuando igualmente utiliza
movimientos, estos son al gusto y criterio del bailador.
Uno los antiguos miembros del grupo de Historiantes de Cuisnahuat, acerca de la
llegada de la tradición de los historiantes solo pudo decir que:
“La danza llegó de Teotepeque, después a Ishuatán, y hasta después a Cuisnahuat,
más antes no sé. No, no sé quién hizo la historia, lo que le puedo decir es que ya
no viven” (Moisés, 2016)
No es extraño que suceda esto, pues no ha existido una sistematización de la danza
o teatro, los abordajes acerca de los historiantes, los más antiguos quizá sean los
de María de Baratta, y tangencialmente también los aborda Dagoberto Marroquín
en el caso particular de la Monografía de Panchimalco.
Por cierto, Marroquín (1974) considera los elementos culturales de Los historiantes
como de un valor secundario, fundamentalmente porque en su idea, el hecho de
que las historias tuvieran anacronismo, y que además se incluyeran elementos
propios de la cultura de los pueblos originarios, los hacía de menos valor en
contrario de considerarlos enriquecidos y estudiar las razones que promovieron
dicho enriquecimiento:
“Los anacronismos de estos relatos son notables. Nuestro famoso y
popular bandido Partideño aparece colocado como Rey Moro, así como
los emperadores aztecas y sus ayudantes… también interludios de
recitación en los cuales los danzantes vociferan a través de las máscaras
los mal aprendidos versos de los libretos en forma tal que es imposible
captar el sentido de la recitación…” (Marroquín, 1980)
Reviste importancia que se pueda desarrollar un estudio acerca de cómo los
parlamentos, los personajes, el sentido de las historias han evolucionado a lo largo
del tiempo, una tarea muy difícil considerando la ubicación de las fuentes. Hay
casos en los que el teatro no cuenta con parlamentos, o al menos existe la idea que
no hay tales parlamentos, como bien lo mencionan en Cuisnahuat:
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“El equipo (grupo) que está ahora solo tiene movimientos, ni hablan ni conocen la
historia” (Moisés, 2016)
La danza parece tener un mayor arraigo cultural que los parlamentos, textos o
historia. Quizá por ello, es que hay algunos casos en los que el origen extranjero
de la historia es difuso, y en otros ni siquiera se sabe:
“Son de lejos, de Francia, de España, ahí lo dice, hasta de Finlandia, solo que hay
unos que entienden la historia y otros que no entienden nada” (Ramón, 2016)
En este nivel de comprensión de las historias, la danza y el teatro parece existir una
versión ingenua de la inserción de la historia. No pasa a todos por igual; desde la
perspectiva de algunos se atribuye una intencionalidad ideológica en la enseñanza
de los historiantes:
“Las historias nacen de los cristianos en su lucha contra los moros, ellos tenían sus
propios dioses como Mahoma, así que la historia la trajeron los frailes y los
españoles” (Vasquez, 2016)
Como se nota, existe la certeza que detrás de la historia hay un afán de influir en el
pensamiento de los pueblos originarios y, además, de mostrar que el Dios cristiano
es más poderoso que los “otros dioses” de los musulmanes.
La religión de acuerdo a esta explicación se auxilió de los moros y cristianos para
introducirse en la ideología y la cultura de los indígenas. Sin embargo, Cortez y
Larraz en 1776 expresa:
“Asimismo ha notado, que unos bailes que usan los indios en sus fiestas y
llaman historias de moros, se atreven con notable desacato a danzarlos
dentro de las propias iglesias, a que concurra mucho número de gente de
ambos sexos y de todas las edades y que lo más que ha conseguido es, que
salen a hacer dichas danzas en el cementerio…” (Cortez y Larraz, 2000)
Cortez y Larraz español como es, parece desconocer la danza o “baile” como lo
llama, de los historiantes, o en su descripción, “historias de moros”, a los que
considera en cierta forma irreverentes. La región de nacimiento del cura, Zaragoza,
es alejada de la zona con mayor incidencia de los historiantes en España como
indicado por Santelman (2002), lo que podría explicar el hecho de que él asume
una postura de no saber sobre la historia.
Los relatos de Los historiantes, generalmente abordan el tema de la supremacía de
los cristianos, basados en la expulsión de los moros del territorio español. ¿Por qué,
pues, no mostrar la victoria de los cristianos y así mostrar el poder del dios para el
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que se estaba evangelizando?, eso daría sentido a la postura de instrumentalizar a
los historiantes para ideologizar al indígena:
“Así para que dejaran de creer (en sus propias historias), la religión católica pen
y enseñó los historiantes” (Vasquez, 2016)
No es extraño, los procesos de dominación de los pueblos, implican también lograr
el sometimiento ideológico, así vemos hoy día eventos en los que, a través de la
música, el consumismo, la moda, se ejercen las dominaciones, el ejercicio del
poder no tiene por qué ser violento físicamente, la violencia puede llegar de
maneras sutiles.
También existen hoy día conflictos en los que los dominantes se encargan de borrar
los elementos culturales identitarios de los vencidos, como en el caso de Sarajevo
y la destrucción de la biblioteca por parte de los serbios en 1992.
Acerca de las historias
Las historias que se abordan integran temáticas distintas, aunque todas vinculadas
a batallas y santos, religión y milicia se juntan en estas historias, tal y como también
se juntaron estas dos categorías durante el proceso de conquista y colonización.
Algunos de los nombres que recién las historias son El Rey y San Bartolomé, La
Batalla, el rey Carlos Magno, El rey Carlos V, Los doce pares de Francia, Los
Corintios, Taborlan, Santa Marta, El renegado del cielo, Fernando II, Ganzul y el
cerco de Zamora, el gran Taborlan de Persia, El Duque de Medina, David y Goliat,
Los diablos con San Bartolomé, el famoso Rey de Toledo y otros más. Muchas
personas no conocen las historias, Los historiantes son comprendidos mayormente
como una danza y no como un teatro como originalmente parece haber sido
compuesto.
Los grupos tampoco son muy sistematizadores y todo apunta a que prontamente la
danza teatro será solamente una danza y posiblemente ni eso, quizá la tendencia
que se evidencia hoy, a seguir en declinación surta el efecto del desaparecimiento.
“Aquí introdujeron la historia y la danza lo hacen para que sea más gracioso, la
historia en el original dura dos horas, ahora el equipo (grupo) solo lo hacen con
duración de media hora, solo los pasecitos así, ni hablan” (Moisés, 2016)
En algunos pueblos como Izalco, por ejemplo, hay una tradición importante de Los
historiantes, probablemente los trajes más vistosos y el grupo más grande se
encuentre en este municipio.
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Sin embargo, la tradición de la religiosidad católica es debilitada por la aparición
de otros grupos religiosos evangélicos protestantes, a los que algunos de los
miembros se adhieren.
Esto es particularmente importante porque la fiesta de Los historiantes en todo el
país se vincula con las cofradías y las fiestas patronales. No hay Historiantes sino
hay fiesta patronal. La fiesta patronal sin Historiantes (donde existen grupos) no
es completa.
“los historiantes es un baile cristiano, siempre va junto con la fiesta del patrono”
(Martínez, 2016)
Así se puede determinar la importancia de la evangelización en el aparecimiento
de la fiesta de la historia, tal como en España, pero de forma inconsciente, se
presentan a la par de la fiesta del patrono, como un elemento de agradecimiento
hacia la religiosidad que logró dar fuerzas al ejército católico para la expulsión de
los moros.
Habrá otros casos en los que no hay conocimiento del origen de la fiesta misma,
“La mayoría de la gente piensa que es de los pueblos originarios, se desconoce lo
que es la tradición, y solo quieren ver el baile, los movimientos les gustan más que
todo”. (Vasquez, 2016)
La música en Los historiantes
La música de los historiantes es muy autóctona y muy poco compleja,
generalmente se hace acompañar de pito y tambor, como las otras danzas
tradicionales como el tigre y el venado, el torito pinto, los compadres, los diablitos,
la danza de la soguilla, la danza de la vaca, la danza del zope, la danza de los
cucuruchos, La garza y otros más.
Se usa pito (carrizo de caña) y tambor (teponahuaste en los más antiguos) como
elementos sincréticos, que emulan a los pitos y tambores usados originalmente en
la zona mediterránea de España, siendo pues que un buen grupo de españoles
colonizadores provinieron de esa región, que es además donde con mayor fuerza
se impulsan las fiestas de moros y cristianos en Europa.
Sin embargo, este pito y tambor son locales, ambos son más indígenas mientras
que:
“la historia es del ladino, pero la música es del indio, la historia se hizo para que
dejaran de creer, es la religión que hace la historia y los pueblos, los naturales los
que hacen la música” (Vasquez, 2016)
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Julio Martínez
Se establece una diferencia en el origen los componentes de la historia, ladinos e
indígenas. Esto también lo confirman en Cuisnahuat:
“No hay historias propias” (Moisés, 2016)
Los historiantes y la población
La relación de Los historiantes como tradición y no como miembros de un grupo
es dicotómica, es un “sí pero no”. Hoy día los jóvenes que serían los llamados para
iniciarse en los grupos y así dar continuidad a los grupos, está más bien alejada del
mismo.
En Cuisnahuat, el comentario de los más jóvenes nos indica que probablemente no
sean muchos años más de tradición:
“Yo no soy indio para hacer eso” (Moisés, 2016)
Los procesos neocolonizadores ya no requieren de la utilización de las armas
necesariamente, hoy día se han transformado en procesos globalizadores, logran
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incidir tanto en lo ideológico cultural que el amor por las tradiciones es visto más
bien como un antivalor, jóvenes originarios no desean ser vistos como “indios” en
la medida que el concepto fue acuñado durante los años de la colonización con
carácter de sometimiento y con mayor fuerza durante los gobiernos liberales del
siglo XIX como un adjetivo despectivo.
El “indio” pasó a ser una categoría de persona que era borracho, haragán y
malhablado como un estereotipo. “Yo no soy indio” también quiere decir, “yo no
quiero ser indio, quiero ser moderno”, ahí el alejamiento y el renegar de la propia
condición.
Los habitantes de los pueblos donde en la actualidad existen Historiantes son
aficionados al teatro, a la fiesta, sin embargo:
“la gente quiere que siga la danza, pero no colaboran” (Moisés, 2016)
No parece existir muchísimo interés en conocer más acerca de la danza, y siendo
que los sentimientos de los pobladores urbanizados de los pequeños pueblos es que
se sienten mayormente ladinizados, no han interiorizado la danza como un
elemento que le permite autodefinirse y generarse una identidad, esa identidad es
para el “natural”, para el indígena.
En general, pocos tienen una clara consciencia acerca del simbolismo de la danza:
“La mayoría de la gente piensa que es de los pueblos originarios, se desconoce lo
que es la tradición. Fuera de acá del pueblo, la gente solo quiere ver el baile,
no están interesados en las historias” (Vasquez, 2016)
Auto percepción
Los historiantes forman parte de una tradición que tiene un doble sentido:
Por un lado, no es la historia de los pueblos originarios, aunque muchos la
perciben así. Existe en algunos la claridad de que las danzas son extranjeras,
impuestas culturalmente desde la religión.
Por otro lado, hay un sentimiento de tener la necesidad de seguir la tradición,
la danza ha pasado a formar parte de su identidad. Como un elemento cultural
insertado en el imaginario del danzante.
“A los que danzamos la historia nos toca entender como es, es nuestra tradición, y
por ello, aunque uno entiende que no es nuestra originalmente, quiere aferrarse a
la tradición. Sin embargo, en las organizaciones de pueblos indígenas, nos dicen
que es occidental, que no es nuestro. En la organización indígena no hablamos de
los historiantes, este es un asunto que no cuenta para los otros pueblos indígenas
(Vasquez, 2016)
En El Salvador existen varias organizaciones de pueblos indígenas, a saber:
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Fuente: Mario Mata y Julio Martínez, “Análisis del movimiento social: Organizaciones campesinas,
indígenas y trabajadores/as del campo”, El Salvador, 2009
Organizaciones Indígenas integrantes de
CCNIS
Organizaciones Indígenas no
integrantes de CCNIS
Movimiento Autóctono Indígena
Salvadoreño MAIS
Asociación Coordinadora de Comunidades
Indígenas de El Salvador ACCIES
Asociación Nacional Indígena Tierra
Sagrada ANITISA
Asociación Cultural Indígena de Cuscatlán
ACIC
Asociación Nacional Indígena
Salvadoreña ASNAIS
Asociación Cooperativa de Producción
Agropecuaria y Servicios Múltiples El
Papalote R .L. ACPASEMU
Asociación para el Rescate de la Cultura
Autóctona Salvadoreña ARCAS
Winaka (Comunidad Kakawira)
Asociación Democrática de los
Trabajadores Agropecuarios Indígenas
Salvadoreños ADTAIS
Asociación Nacional Indígena Salvadoreña de
la Tercera Edad ANISTED
Consejo Nacional Indio Salvadoreño
CONAIS
Asociación de Pueblos Indígenas Mayas de
Cuscatlán APIMAYCU
Artistas para la Revivificación de la
Cultura Original ARCO
Asociación Salvadoreña para el Desarrollo
Integral Indígena ASDEI
Asociación Comunal Lenca de
Guatajiagua ACOLGUA
Asociación de Tallado de Madera y
Carpintería de Izalco Tito Armando
Campos ATEMITAC
Asociación Nacional Indígena Náhuat
Pipil de Izalco ANIMPI
Consejo de Mujeres Principales Náhuat del El
Salvador COMUPRIN
Alcaldía del Común de Izalco
Consejo de Principales Aj’quijab’
(Sacerdotes Mayas) de El Salvador
Mesa Nacional Indígena de Tecoluca
MITEC
Consejo de Pueblos Indígenas de
Occidente CPIO
Asociación de Artesanos de El Salvador
ITZAMA
Fundación Ama FAMA
Asociación Cultural Ecológica Indígena
Salvadoreña ACEIS
Instituto Para el Rescate Ancestral
Indígena Salvadoreño RAIS
Asociación para el Desarrollo Comunal
Indígena de Santo Domingo de Guzmán
ADESCOIN.
Movimiento Sihuat
Asociación Agropecuaria para el Medio
Ambiente y la Cultura de Santiago
Texacuangos AMACTEX
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Sin embargo, a pesar de que son los pueblos indígenas los que participan en la
organización de los historiantes, las organizaciones de pueblos indígenas no
expresan afinidad por los historiantes, esto obedece a una cuestión ideológica,
política y fundamentada en las antiguas relaciones conquistador conquistado, y
las subsiguientes formas de relación en la colonia entre el indígena y el español.
Distribución de los historiantes en el país
Claramente los historiantes se desarrollan en poblados en donde existe una
celebración o fiesta patronal, siguiendo el esquema español.
Los poblados se concentran de forma no exclusiva en los departamentos de
Sonsonate, La libertad, Ahuachapán, San Salvador y La paz, siguiendo una lógica
de agrupación en torno a estos municipios del occidente y del centro del país.
Como hemos expresado previamente en estos pueblos existe la organización
católica popular de la cofradía, que se encargan de las fiestas patronales. Estos
cofrades acuden los historiantes para celebrar al santo o santa.
MUNICIPIOS, FECHAS Y PATRONOS
fecha
Patrono
Muni cipios del departamento de Ah uachapán
11-15 de diciembre
Inmaculada Concepción de María
27 al 29 de agosto
San Pedro Apostol
19 al 22 de julio
Santa María Magdalena
Mu nicipios del departamento de S anta Ana
NO HAY
Mun icipios del departamento de So nsonate
27 al 30 nov
San Lucas Evangelista
8 al 16 de agosto
Virgen del Tránsito y Asunción
20 al 25 de junio
San Juan Bautista
2o domingo de noviembre
San Miguel Arcangel
23 al 25 de noviembre
Santa Catalina de Alejandría
29 al 30 de noviembre
Santa Isabel
1 al 4 de agosto
Santo Domingo de Guzman
Muni cipios del departamento de Cha latenango
18 al 20 de diciembre
Santo Tomás Apostol
Mu nicipios del departamento de C uscatlán
NO HAY
Muni cipios del departamento de San Salvador
25 al 26 de julio
San Sebastián
12 al 14 de septiembre, 7 de octubre y del 3 al 5
de mayo
Santa Cruz de Roma y Virgen del Rosario
1o al 11 de noviembre
San Martín Obispo
12 de enero / 16 de julio
San Antonio Abad / Cantón El Carmen
24 al 25 de julio
Santiago Apostol
20 al 21 de diciembre
Santo Tomás Apostol
Mun icipios del departamento de La Libertad
28 al 29 de septiembre
San Miguel Arcangel
14 al 20 de enero
San sebastián Mártir
2 al 4 de febrero
Santa Ursula
24 al 25 de agosto
San Luís, Rey de Francia
24 al 25 de agosto
San Luís, Rey de Francia
Martínez, Julio. Moros y cristianos. Hacia un mapa conceptual y geográfico en El Salvador. Págs. 203-218.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i8.5875
URI: http://hdl.handle.net/11298/390
©Universidad Tecnológica de El Salvador
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Los historiantes se distribuyen en el país desde la frontera con Guatemala, hasta el
Golfo de Fonseca, no con igual intensidad en su distribución geográfica. Esta
distribución incluye 32 grupos de historiantes en 31 municipios del país en el
occidente, el centro, norte, paracentral y el oriente de El Salvador.
Todos los pueblos y municipios donde se celebran los historiantes reflejan una
historia de población indígena, pero no en todos los pueblos indígenas existen
historiantes, de hecho, viéndolo desde una forma positivista, los historiantes solo
abarcan el 11.8% de los municipios.
No existen grupos de ladinos que establezcan o desarrollen grupos de danza de los
historiantes, se considera una tradición que los pueblos indígenas desarrollan con
exclusividad, y probablemente eso se deba a cualquiera de las dos hipótesis que
determinan la existencia de los historiantes:
La primera hipótesis indica que los historiantes se formaron auspiciados por
los españoles durante la colonia para que ellos pudiesen ver el teatro sin
participar activamente, para ello enseñaron los parlamentos a grupos de
indígenas con habilidades histriónicas. Luego durante las fiestas los
españoles se sentaban a entretenerse con estos grupos que hacían teatro y
danza para ellos, lo que siguió fue que los indígenas asumieron la tradición
y la mantuvieron hasta nuestros días.
Muni cipios del departamento de Sa n Vicente
Apastepeque
20 de enero
San Sebastián
San Vicente
15 al 31 de diciembre
San Vicente Abad
Mu nicipios del departamento de C abañas
Ilobasco
26 al 29 de septiembre, cantón
Las Huertas
San Miguel Arcángel
M unicipios del departamento de La Paz
San Francisco Chinameca
15 al 17 de septiembre
San Francisco de Asís
San Juan Tepezontes
24 al 29 de diciembre
San Juan Evangelista
San Miguel Tepezontes
25 al 29 de septiembre
San Miguel Arcangel
San Pedro Nonualco
1 al 6 de febrero / 25 al 29 de junio
Dulce Nombre de Jesús /San Pedro
Apostol
Santiago Nonualco
16 de julio, Santiago Apostol/
22 al 25 de julio
Santiago Apostol
Mu nicipios del departamento de U sulután
Alegría
26 al 29 de septiembre
San Miguel Arcángel
Mun icipios del departamento de Sa n Miguel
NO HAY
Mu nicipios del departamento de Morazán
NO HAY
Mu nicipios del departamento de L a Unión
Conchagua
24 y 25 de julio
Santiago Apostol
Martínez, Julio. Moros y cristianos. Hacia un mapa conceptual y geográfico en El Salvador. Págs. 203-218.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i8.5875
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La segunda hipótesis es que los curas enseñaron las historias a los indígenas
para que formaran los grupos de danzantes y digirieran que el cristianismo
es todopoderoso, tanto como para vencer a los musulmanes.
Como sabemos, en ciertos casos los grupos de historiantes han adaptado esas
historias con personajes locales y en otros han modificado la historia de tal forma
que los moros de la historia han sido asumidos por los indígenas y que inclusos en
una revancha histriónica y no histórica, son los españoles los vencidos y no los
vencedores.
En términos gráficos, se ha elaborado el mapa de los historiantes en el país tal
como sigue:
Todos los pueblos anotados han tenido o tienen una prevalencia de población de
origen indígena o indígena en la actualidad, lo que reconfirma la existencia de
historiantes en sociedades locales indígenas, exceptuando San Salvador y San
Martín, donde la existencia actual recae en el trabajo de personajes particulares
interesados en la cultura.
Una primera impresión del mapa es que existe una concentración en:
Los municipios de la sierra Apaneca - Ilamatepec
Los municipios cercanos a la que cordillera del Bálsamo.
Los municipios cercanos a la sierra central
Casi todos estos municipios eran pueblos originarios o si se quiere concentraciones
de poblados indígenas, en los cuáles los sacerdotes españoles establecieron sus
iglesias para contribuir con los encomenderos en el proceso evangelizador.
Martínez, Julio. Moros y cristianos. Hacia un mapa conceptual y geográfico en El Salvador. Págs. 203-218.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i8.5875
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También es destacable que varios de estos pueblos juntan sus nombres originarios
con los nombres de los santos a los que se advocaron, un mecanismo sincrético
para la reducción de la resistencia indígena.
Las fiestas patronales de estos municipios son importantes, y requieren de un
sistema de celebración que se apoya particularmente en las cofradías que cobran
importancia singular en torno a la organización de los pobladores, focalmente los
indígenas católicos.
Por ello es que en Santo Domingo de Guzmán se ha mencionado una crítica velada
a la aparición, desarrollo y fortalecimiento de los grupos evangélicos protestantes
que cooptan a cristianos católicos, incluyendo a algunos de ellos que son miembros
activos de los grupos de historiantes.
Una vez que pasan a convertirse en evangélicos protestantes ya no pueden
participar de las fiestas patronales que como sabemos, son católicas.
Algunos pocos pueblos y grupos de historiantes escapan de esta lógica de ubicación
geográfica mas no de la influencia de los curatos, así encontramos a Tejutla en
Chalatenango, Ilobasco en Cabañas, Alegría en Usulután y Conchagua en La
Unión, lo que se puede explicar por el desplazamiento de sacerdotes que antes
estuvieron en las zonas de concentración en el occidente y centro, o de españoles
que se trasladaron a los dichos poblados para ejercer su dominio de la tierra y el
indígena.
Conclusiones:
La fiesta de Moros y cristianos se celebra en diferentes partes del mundo en
donde los españoles ejercieron influencia imperial.
Martínez, Julio. Moros y cristianos. Hacia un mapa conceptual y geográfico en El Salvador. Págs. 203-218.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i8.5875
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Los moros y cristianos se impulsan por grupos de colonizadores españoles
como una forma de garantizar entretenimiento o por sacerdotes en los
pueblos indígenas como una forma de ideologización.
La fiesta cristiana católica en honor al santo patrón católico y las cofradías
son ambos elementos promotores de los historiantes.
No siempre es conocido ni por los miembros de los grupos de historiantes ni
por los pobladores mismos el origen de la fiesta, tanto que algunos la
consideran auténticamente de los pueblos originarios.
En algunos casos, es aceptado que el parlamento obedece a una historia
extranjera, pero los instrumentos musicales y la composición musical es
autóctona.
Hoy a hay una mayor tendencia a observar la danza, y obviar los
parlamentos, de los que algunos miembros de los grupos son menos
estudiosos.
La información de existencia de los historiantes es del año 1776.
Probablemente ya existían antes de esta fecha, pero la evidencia documental
es de tal fecha.
Las organizaciones de pueblos indígenas no se muestran a favor de la fiesta
de los historiantes.
Los pueblos que celebran esta fiesta tienen una concentración en el occidente
y centro del país.
Referentes bibliográficos
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San Salvador, El Salvador: Dirección de Publicaciones. 2000.
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Dirección de publicaciones, Ministerio de educación. 1980.
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Salvador: n/d. 2009.
Moisés, L. Cuisnahuat. (J. Martínez, Entrevistador) 10 de octubre de 2016.
Pedrosa, J. Mestizaje e hibridismo de El Güegüense. Especulo, 34, nd. 2007.
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Armando Solis