Ambroggio, Luis Alberto. Discurso: "Estados Unidos Hispano". Págs. 49-58.
DOI: http:/ /dx.doi.org/1
0.53
77
/koot.v0i7 .2982
URI: http:l/bdl.handle.net/11298/294
Discurso:
"Estados
Unidos
Hispano"
1
Resumen
Luis Alberto Ambroggio
Doctor en Filosofia
ambroggioluisalberto@gmail.com
El presente discurso versa sobre el libro Estados Unidos Hispanos que intenta reunir
los textos de ensayos previos, conferencias y artículos sobre la hispanidad de los
Estados Unidos vivida y expresada bajo diferentes puntos de vista, dándoles algo de
una cohesión formal que ejemplifique su título.
Palabras clave: Literatura, migraciones, política, etnicidad, hispanidad.
Abstract
This speech is based on the
book
"Estados Unidos Hispanos" [English title:
"Hispanics
in
the United Sta tes"] which attempts to gather all previous essays,
lectures and articles on the Hispanic features
of
the United States, and
how
this
Hispanic heritage is lived and expressed under different viewpoints, thus providing
it with a formal cohesion to exemplify its title.
Key
words: Literature, migrations, politics, ethnicity, Hispanic features.
Estados Unidos Hispano
Gracias al Instituto Cervantes,
"Long
Island al Día",
"la
Academia", todos los
presentes.
Una
primicia y honor el presentar
en
Nueva York, la ciudad de hispanoparlantes más
grande de los Estados Unidos (con una población de más de
2.336.000, o sea
el27
%, constituyendo los hispanos el 54 % en Bronx), este libro Estados Unidos
Hispano, escrito con orgullo y el placer de compartir descubrimientos. El presente
libro intenta reunir los textos de ensayos previos, conferencias y artículos sobre la
hispanidad de los Estados Unidos vivida y expresada bajo diferentes puntos de vista,
dándoles algo de una cohesión formal que ejemplifique su título. Aparece
en
sus
páginas el
yo
autobiográfico del militante y entusiasta como así también el nosotros
1
Discurso pronunciado
por
el
Dr. Alberto Ambroggio, en septiembre de 2015, en la sede del Instituto
Cervantes de la ciudad de Nueva York.
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2016 AÑO 6,
n.
0
7, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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Ambroggio, Luis Alberto. Discurso: “Estados Unidos Hispano”. Págs. 49-58.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i7.2982
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involucrante; se pretende que cada nombre mencionado sirva como una amplia
referencia y llamado para una investigación más vasta…
No se enfoca ni resalta esta realidad ahondando en los detalles de su rica historia,
sino más bien de su presencia cultural, literaria, aunque se salpiquen los párrafos con
citas, datos de todo tipo en el rango de las posibilidades, incluyendo económicas,
políticas y sociales.
Esta realización y esfuerzos de rescate del Estados Unidos hispano está produciendo
sus frutos, como lo demuestra la popularidad de las obras recientes; la de Ray Suárez
Latino Americanos: El legado de 500 años que dio forma a una nación,
2
que
documenta las confluencias de la diversidad hispana en los Estados Unidos; la de
Felipe Fernández-Armesto, Our America: A Hispanic History of the United States,
3
que incluso utiliza poemas para ilustrar sus discusiones sobre injusticias,
inmigración, desigualdades y la importancia de conservar el idioma español,
comenzando con el epígrafe atribuido a Pablo Neruda de “Toda la piel de América
es nuestra piel”; también anteriormente la publicación de Matt S. Mier and Feliciano
Ribero: Mexican-American/American Mexican. From Conquistadores to Chicanos
4
y la edición revisada del volúmen que abrió tantos ojos con su narrativa de 500 años
de historia hispana desde una perspectiva peculiar y dinámica, Harvest of Empire: A
History of Latinos in America
5
de Juan González, por citar solo algunas de las más
exitosas publicaciones en el consumo de los lectores.
Al mismo tiempo, cabe hacerse eco de manifestaciones recientes, como la que
aparece en el artículo del New York Times de Noam Scheiber, quien, el 8 de marzo
del 2015, señalaba que el crecimiento laboral para los hispanos está sobrepasando al
de otros grupos. También las conclusiones del estudio realizado, a pedido de
Univision, por IHS Economics, una firma global especializada en análisis y
perspectiva económica, estableciendo que se necesitan hispanos en los Estados
Unidos. Concluye literalmente que, con los llamados babyboomers al borde del
retiro y la población anglo creciendo en tasas muy bajas, el aporte de los inmigrantes
será fundamental para garantizar un crecimiento económico sostenido en Estados
Unidos durante los próximos veinte años. “La fuerza laboral no hispana no alcanzará
para compensar su salida.”
Es más afirma, el estudio, si se logra destrabar el nudo gordiano que hay en
Washington D.C. en materia migratoria, la economía de Estados Unidos podría
crecer más allá de lo previsto en la actualidad gracias al aporte de los inmigrantes, y
en particular de los hispanos, contradiciendo la hispanofobia y la fobia
antimigratoria de ciertos sectores, como la ejemplificada recientemente por Donald
2
Nueva York, Calebra, Penguin Group, 2013.
3
Nueva York, W.W. Norton and Company, 2014.
4
Hill and Wang; Rev Sub edition, 1994.
5
Nueva York, Penguin Books; Revised Edition, 2011.
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Trump con sus insultantes, falsas, irresponsables declaraciones racistas contra los
inmigrantes hispanos, específicamente mexicanos, lo que le valió la expulsión de
NBC, Univisión y otras consecuencias negativas, pero que aún no ha sido corregida
y condenada como se merece.
Seguidas por las afirmaciones de su defensora e igualmente hispanofóbica Ann
Coulter. Pero esto, en vez de amedrentar, sirve para estimular nuestra determinación
de hacer valer nuestra presencia, nuestra historia, nuestra cultura hispana de los
Estados Unidos, como parte del orgullo en nuestra identidad, dignidad, aporte y
constitución fundamental de nuestra nación estadounidense, como lo hacen, entre
otras instituciones, los institutos Cervantes y más de cientos de activas y grandes
instituciones que menciono en el libro, a lo largo y ancho de nuestro país. Trump
repite el grito discriminatorio histórico, como el de los paradójicamente llamados
cuáqueros (quakers) de Pennsylvania, quienes, en 1729, se refirieron a los
recientemente llegados escoceses e irlandeses como un grupo de posibles criminales.
Ya en 1990, sin embargo, las estadísticas mostraban que la participación activa en la
mano de obra estadounidense de los grupos inmigrantes de México (69,7 %) y de
los países hispanoamericanos Colombia (73,7 %), Nicaragua (74,7 %), Guatemala
(75,7 %), El Salvador (76,3 %) superaban al promedio de la participación de los
Estados Unidos en general (65,3 %) y al de los grupos de inmigrantes de otros países,
como Canadá (52,1 %), Japón (54,2 %) y Gran Bretaña (57,3 %).
Casi como profecía y no por nada, tal cual apunta José Antonio Crespo-Francés, el
gran documentalista de la influencia hispana en el desarrollo de los Estados Unidos,
6
curiosamente, en 1775, el Congreso Continental, a propuesta de Thomas Jefferson,
rechazó la libra esterlina y adoptó el “dólar español” como la unidad monetaria legal
básica. El signo del dólar ($) se tomó de las columnas del escudo imperial de armas
español con el lema “Plus Ultra”. Es curioso que en la actualidad varias hispanas
firmaran los billetes estadounidenses, como las tesoreras en fechas específicas
dentro de los años que se mencionan: Romana Acosta Bañuelos (1971-1974),
Katherine Davalos Ortega (1983-1989), Catalina Vásquez Villalpando (1989-1993),
Rosario Marín (2001-2003), Anna Escobedo Cabral (2004 -2009) y Rosa
Gumataotao Rios (2009-2015).
6 Es imposible alistar todos sus libros y artículos sobre estos temas que he tenido el gusto de leer a lo
largo de los años, en adjuntos a correos electrónicos que me envió o enlaces a los que me remitió, de
los que fui tomando nota. Solo cito aquí algunos libros y ensayos: El legado de Juan de Oñate: los
últimos días del Adelantado, Sevilla: Arboleda, 2003. Don Pedro Menéndez de Avilés: deuda
histórica con un soldado ignorado de Felipe II. Madrid: J.A. Crespo-Francés,
2000. Juan de Oñate y el Paso del Río Grande: el Camino Real de Tierra Adentro (15981998),
editado con Mercedes Junquera, Ministerio de Defensa, 1998. La expedición de Juan de Oñate: 30
de abril de 1598. Madrid: Sotuer, D.L. 1997. Y, sobre todo, su serie de “Españoles olvidados” en
esradio.libertaddigital.com. Y en http://www.elespiadigital.com/index.php/ informes/8662-de-
tristan-de-luna-a-menendez-de-aviles
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Pero esta presencia se remonta al año 1513, de las expediciones de Ponce de León
desde la Florida y muchas otras incursiones hispanas que se efectuaron desde el sur
de la Florida hasta lo que luego se llamaría Nueva Inglaterra, y también hacia el
oeste, llegando a Texas. Y en el oeste del país, salieron de California a Alaska, con
recorridos que abarcaron desde la costa del golfo a Iowa, las Dakotas y Nebraska.
De ellas surgieron asentamientos hispanos a lo largo de lo que hoy constituye el
territorio estadounidense: en 1526 Lucas Vázquez de Ayllon, funda en las Carolinas,
la colonia San Miguel de Gualdape (algunos la llaman incorrectamente Guadalupe).
Dos años después, en 1528, Pánfilo de Narváez desembarca cerca de Tampa, y
explora la península floridiana. Luego, en 1539, fray Marcos de Niza, con el esclavo
negro Estebanillo, emprende su expedición exploradora, en los estados actuales de
Nuevo México y Arizona. En ese mismo año, Hernando de Soto es nombrado primer
gobernador de la Florida y desde 1539 hasta 1543 explora no solo Florida, sino
también Georgia, Arkansas, Mississippi, Alabama, Louisiana y el noroeste de Texas.
Descubre el río Mississippi, donde lo entierran cuando muere.
En 1540, Francisco Vázquez de Coronado, con fray Marcos de Niza, llegan a las
imaginarias Siete Ciudades, de techos de oro, según los entendidos, así llamadas por
un error óptico de los expedicionarios, y descubren el Gran Cañón del Colorado.
Tres años después en 1543, Juan Rodríguez Carrillo explora las costas de
Oregón, y su piloto, Ferrelo, alcanza el paralelo 44 (estado de Washington), hasta
que llegan Menédez Avilés y Tristán de Luna Arellano a conquistar Florida entre
1559-1561, hecho reconocido también por la cultura dominante, como se puede ver
en la edición de la Sociedad Histórica de Florida, The Luna Papers, publicado por
Herbert Ingram Priestley en 1928. En 1561 se crean en Virginia las misiones
jesuíticas de Axacan; en Georgia, en 1565, se establecen las misiones franciscanas;
ese mismo año Menéndez de Avilez funda San Agustín en Florida; en 1570, las
misiones de Chesapeake.
En 1598, durante la campaña de Oñate, se funda el pueblo de San Juan, reubicado
años después y rebautizado con el nombre de Santa Fe, en Nuevo México, la misión
de El Paso, en 1682, y otra situada al este de la misma Texas en 1690. Toda esta
actividad fundacional sigue en el siglo XVIII: en 1718 se funda la famosa misión de
San Antonio, en Texas; en 1763 se incorpora toda la Luisiana a la Corona española,
y desde 1763 en adelante comienza en firme la colonización de California de la mano
de Portola y de fray Junípero Sierra.
Si bien toda esta presencia hispana cambia de “camiseta” política a partir del 1810,
concluyendo en 1821 con la implementación del Tratado de Cesión por el que la
Florida pasa a manos de la incipiente nación estadounidense y la salida en 1822 del
último gobernador español de California, y, fuera ya del suelo continental, con el
triste, y aún no del todo resuelto, episodio de Puerto Rico, en 1898, sin embargo esta
historia que es nuestra (de los Estados Unidos) nos ha dejado una riqueza e impronta
histórica, cultural y lingüística, que aunque hayan querido ser ignoradas,
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borradas, es una presencia que se rescata, sigue y vivimos hoy con orgullo y con
un gran dinamismo, de tal modo que, como sostienen Paz Soldán y Alberto Fuguet,
“no se puede hablar de Latinoamérica sin incluir a los Estados Unidos”
6
Después de los capítulos 1 y 2, que documentan con estadísticas, anécdotas y análisis
crítico la incidencia del español en los Estados Unidos y el tema del bilingüismo e
identidad, respectivamente, los capítulos siguientes se explayan en otros
descubrimientos, como la importancia del español para el creador de los Estados
Unidos, Thomas Jefferson (capítulo III), y para su voz literaria emblemática, Walt
Whitman (capítulo IV).
Por citar un solo párrafo del capítulo sobre Jefferson y el español: “Nada más ni nada
menos que esa novela clave de la lengua castellana y del canon universal, el Don
Quijote, se constituyó en el libro básico para el aprendizaje del español no solo de
Jefferson personalmente, sino también por parte de sus hijas. Así, en 1783 le dio una
copia con este propósito a su hija mayor, Martha Jefferson Randolph y fue el texto
que otra de sus hijas más joven, Mary Jefferson Eppes, utilizó para el estudio del
español. En una carta a su tía, Elizabeth Eppes, con quien residía su hija Mary,
Jefferson le escribe: “He insistido en que lea diez páginas al a de su Don Quijote
en español, y que tome una lección en gramática española…” [“I have insisted on
her reading ten pages a day in her Spanish Don Quixote, and getting a lesson in her
Spanish grammar...”].
7
Y su progreso en el aprendizaje del español era un tema que
Jefferson seguía constantemente en sus cartas enviadas con posterioridad a su hija
Mary, quien en un momento le contesta que ha acabado con el Quijote y ha
empezado a leer el Lazarillo de Tormes.
En esta llamativa línea de insistencia e interés de Jefferson porque su familia y
allegados aprendiesen el español, muchas veces he traído a colación en mis
presentaciones
9
la antes citada carta que Thomas Jefferson le envió desde París el 10
de agosto de 1787 a su sobrino Peter Carr en la que escribe: “Español. Préstale
mucha atención y procura adquirir un conocimiento exacto del mismo. Nuestras
relaciones venideras con España y la América hispánica harán que la adquisición de
este idioma sea muy valiosa. La historia antigua de esa parte de América también se
ha escrito en ese idioma. Te envío un diccionario”. [Spanish. Bestow great attention
on this, and endeavor to acquire an accurate knowledge of it. Our future connections
with Spain and Spanish America will render that language a valuable acquisition.
The ancient history of that part of America, too, is written in that language. I am
sending you a dictionary].
10
Ya se lo había advertido antes (desde París, el 19 de
agosto de 1785) con estas frases, luego de mencionar el Diccionario Inglés-Español
de Baretti y que le estaba mandando una Gramática y otros libros en español:
6
Se habla español: voces latinas en USA, Alfaguara, 2001, p. 19.
7
Carta de Jefferson a Elizabeth Eppes, 7 de marzo de 1790. 9 “La
incidencia del español en los Estados Unidos”, en
www.lawrencebookfair.com/images/Ambroggio.pdf 10 Life: 1998,
p. 398.
Ambroggio, Luis Alberto. Discurso: “Estados Unidos Hispano”. Págs. 49-58.
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URI: http://hdl.handle.net/11298/294
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“Nuestra conexión futura con España hace que el más necesario de los idiomas
modernos, después del francés (sea el español). Cuando llegues a ser un hombre
público, tendrás oportunidad de utilizarlo, y la circunstancia de poseer tal idioma,
podría darte una situación de preferencia frente a otros candidatos.” [Our future
connection with Spain renders that the most necessary of the modern languages, after
the French (is Spanish). When you become a public man, you may have occasion
for it, and the circumstance of your possessing that language, may give you a
preference over other candidates.”]
8
Y con renovada preocupación se lo volvió a
recordar en 1788: “Aplícate al estudio del idioma español con toda la dedicación que
puedas. Él y el inglés que cubren casi toda la superficie de América, deberían ser
muy bien conocidos por cada habitante, que intenta mirar más allá de los límites de
su finca.” [“Apply yourself to the study of the Spanish language with all the assiduity
you can. It and the English covering nearly the whole face of America, they should
be well known to every inhabitant, who means to look beyond the limits of his
farm.”]
9
Era un tema en el que recaía con ahínco, como lo demuestra esta misiva fechada el
6 de Julio de 1787 a su futuro yerno, Thomas Mann Randolph, hablando en general
sobre su educación: “El español es de lo más importante para un americano. Nuestra
conexión con España ya es importante y será cada día más. Además de esto la parte
antigua de la historia americana ha sido escrita principalmente en español.” [“The
Spanish is most important to an American. Our connection with Spain is already
important and will become daily more so. Besides this the ancient part of American
history is written chiefly in Spanish.”]
10
Desde Alaska hasta la Patagonia, los virginianos hablamos también español, como
lo ilustra una de las anécdotas del álbum familiar que incluyo en el libro:
En 1984, me llama el Director de la escuela primaria Spring Hill en la cual
estudiaba mi hijo Xavier (que tenía entonces 5 años; hoy con un doctorado en
Biofísica), porque se había peleado con otro estudiante. Al interrogarlo, en
casa, éste fue el intercambio: “Sí, papá me pelcon otro chico porque me dijo
mejicano y yo le decía que no, que yo era virginiano. Y el insistía en llamarme
mejicano. Entonces me enojé y pelcon él y me llevaron a la oficina del
Director. Luego se vuelve hacia con una expresión en su cara que aún
recuerdo, diciendo: “Pero, papá ¿qué es mejicano?.” Concluí entonces que los
virginianos también hablamos español.
Jefferson nos exige, porque la pelea resultó del hecho de que mi hijo Xavier le había
dicho a Jim que water era “agua” en español, acaso para exhibir su bilingüismo con
8
Life: 1998, p. 350.
9
To Peter Carr. ii, 409. (Cyclopedia, P., 1788.).
10
Life: 1998, p. 394. Se puede ver también el intercambio de cartas entre Jefferson y Thomas Mann
Randolph del 6 de julio de 1787 (Papers, 11: 558) y del 8 de marzo de 1790 (Papers, 16: 214).
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la ingenuidad, rebeldía y esnobismo de niños de cinco años. Y con respecto a Walt
Whitman, además de utilizar en sus poemas palabras en español como “Libertad” o
“camarado” (camarada) y manifestar su aprecio por la contribución española al
tesoro lexicográfico inglés, me resulta admirable que el vate/Cosmos de Manhattan,
a pesar de su juvenil e incongruente apoyo a la Guerra Mejicana, el que haya lanzado
en su contestación a la invitación que le hicieran para celebrar en Santa Fe el 333
aniversario de su fundación, estas declaraciones avanzadas y visionarias a finales del
siglo XIX (1892), al hablar del “elemento hispano de nuestra nacionalidad”.
Whitman afirma con aserciones convencidas y convincentes, que: “El carácter
hispano le va a proveer algunas de las partes más necesarias a esa compleja identidad
Americana. Ningún origen muestra una mirada retrospectiva más grandiosa más
grandiosa en términos de religiosidad y lealtad, o de patriotismo, valentía, decoro,
gravedad y honor…
Con respecto al origen hispano de nuestro suroeste, es cierto que no hemos ni
siquiera comenzado a apreciar el esplendor y el valor excelente de este elemento
étnico. ¿Quién sabe si ese elemento, como el curso de un río subterráneo que gotea
invisiblemente por cien o doscientos años, emerge ahora con un fluir más extenso y
una acción permanente?”.
11
Un aspecto profético, apocalíptico, del complejo
discurso democrático de Whitman con sus incontables en numeraciones y variedades
que aún no se ha destacado lo suficiente y pasa desapercibido o es ignorado por
muchos de sus estudiosos, críticos y admiradores en el mundo.
El capítulo V provee en casi cien páginas una detallada lista con nombres, títulos,
ejes temáticos, de autores del Estados Unidos hispano desde 1513 hasta el presente,
en los géneros de poesía (cuerpos poéticos colonial, mexicanoestadounidense en sus
diferentes etapas, puertorriqueño continental, cubanoestadounidense, poesía de los
exilios español, caribeño, centroamericano, suramericano y el cuerpo de la
poesía actual); en el género de prosa, desde la Relación de Alvar Nuñez Cabeza de
Vaca (escrito durante su travesía por territorio estadounidense entre el 1528 y 1537,
publicado en Zamora en el año 1542) y Descubrimiento de las siete ciudades de
Cíbola de fray Marcos de Niza (escrito posiblemente en 1539 durante su misión a
Nuevo México) hasta Mi mundo adorado de la primera integrante hispana de la
Corte Suprema de los Estados Unidos; en el género dramático: de la época colonial,
el mexicanoestadounidense, chicano, puertorriqueño, cubano, que enriquecen todas
nuestras comunidades, como en Nueva York, por ejemplo, Teatro Pregones y otros.
En fin, para concluir, como lo hago en la coda del libro, titulada “Perspectivas en
vista al porvenir”, aunque quisiera, no sé si comparto del todo la aserción de Daniel
Ureña de que “el futuro de Estados Unidos será hispano”, pero que el futuro de
los Estados Unidos no puede ser planteado sin un amplio y profundo componente
hispano, esencial, decisivo y auspiciante, no solo por el crecimiento demográfico,
11
Whitman, Walt. Prose Works. Philadelphia: David McKay, 1892; Bartleby.com, 2000. /http://
www.bartleby.com/229/5004.html
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sino también dado el modo cómo en los últimos años los hispanos en los Estados
Unidos han ido ganando terreno en el campo empresarial, universitario, en los
medios de comunicación, la cultura, la política y un importante etcétera que marca
una proyección significante, abarcando todos los aspectos de nuestra nacionalidad y
vida ciudadana.
Pero no es algo del todo sorpresivo, sino la cimentación de la historia, la presencia
centenaria y el reconocimiento con validez influyente de hechos ignorados, tales
como, por ejemplo, el del comerciante originario de Navarra, España, Pedro
Casanave, agente inmobiliario, quien, luego de llegar a Estados Unidos en 1785, en
pocos años alcanzó un sitio privilegiado en la alta sociedad de Georgetown,
convirtiéndose en su quinto alcalde y, como tal, colocó la primera piedra en la Casa
Blanca, por entonces conocida como Casa del Presidente. Más aún que la fecha
elegida para el inicio de esta construcción no fue al azar: el 12 de octubre de 1792,
coincidiendo con el tercer centenario del descubrimiento de América. Y que la
capital del país, la ciudad de Washington D.C., se funda en 1790 al este de la ya
existente Georgetown, debiendo su nombre de Distrito de Columbia (D.C.)
precisamente al descubridor de América, Cristóbal Colón, cuya estatua se edifica al
frente de la estación de tren y al costado de los edificios del Congreso. Casanave,
líder de la masonería, amigo de George Washington, fue instrumental para que su
tío, Juan de Miralles, actuase como enlace entre la Corona española y los
revolucionarios americanos durante la Guerra de la Independencia.
Y en el año 2012, otro alcalde de origen hispano, Antonio Villaraigosa, de Los
Ángeles, presidió la Convención Demócrata del 2012, año en el que la portada del
Times Magazine con rostros latinos exhibió el título “Why Latinos will pick the Next
President” en su edición del 24 de febrero de 2012. Todos estos indicios aseguran
protagonismo cada vez mayor de la vida política, cultural y artística en los Estados
Unidos” de la comunidad hispana —asegura Víctor Fuentes. Por ejemplo, en otro
campo, el de Hollywood, en su nota titulada “Hispanos: ¿el secreto del éxito en
taquilla para Hollywood?”, en BBC Mundo del 1 de octubre de 2013, sostiene la
periodista Jossette Rivera: “Hollywood parece haber encontrado una fórmula
comercial cada vez más efectiva para conseguir éxito en taquilla para sus películas:
convocar a los latinos. Eso parece haberlo entendido cintas como “Actividad
paranormal”, una serie de terror que va por su quinta parte y que debe parte de su
éxito a la enorme cantidad de hispanos que acudieron a los cines, muchos de ellos
en barrios latinos.
Con una recaudación de más de US$350 millones, el estudio decidió que esta nueva
secuela reflejaría a una familia latina típica en EE. UU., y hasta incluyó algunos
diálogos en español, sin subtítulos. Según escribe el periodista Ben Fritz en un
artículo en el Wall Street Journal, “la película bilingüe, de Viacom Inc., una división
de Paramount, marca la primera vez que un gran estudio ha tomado una franquicia
mainstream, dirigida a la audiencia general, y la hace girar alrededor de personajes
latinos y su cultura […] Un estudio de la firma Nielsen asegura que los hispanos
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que representan poco más de 16 % de la población en EE.UU. compran una cuarta
parte de la taquilla estadounidense anualmente. Superan así proporcionalmente a los
anglosajones, afroamericanos y asiáticos”.
Y en el área de la salud, el Centro de Control de Enfermedades de Estados
Unidos (CDC) acaba de anunciar que la población hispana de los Estados Unidos
tiene, paradójicamente, indicaciones estadísticas de ser más saludable que la
población blanca no-hispana del país, sufriendo un 35 % menos de enfermedades
cardíacas y un 49 % menos de cáncer; también menos de alzheimer, enfermedades
cerebrovasculares, neunomía, etc. A pesar de su desventaja socioeconómica, la
población hispanounidense vive más tiempo (un promedio de dos años), según el
CDC, debido a varios factores, incluyendo modos de vida, un porcentaje menor de
fumadores, ser un promedio de 15 años más joven que la población blanca
estadounidense.
Se ha proyectado que Estados Unidos, de segundo, pasará a ser, a partir del 2050, el
primer país hispanoparlante del mundo. Hoy en día, nueve de cada diez de los que
son padres o lo van a ser quieren que sus hijos sepan hablar español, aparte del inglés.
El 73,9 % de los hispanos (mayores de 5 años) habla primariamente español en casa.
El poder adquisitivo de los 54 a 57 millones de hispanos ha aumentado de una forma
exponencial. Hay registrados 11 millones de votantes hispanos.
Profesor Luis Alberto Ambroggio (a la izquierda) en la presentación del libro Estados Unidos
Hispano. El libro ha sido publicado bajo el sello editorial Long Island Al Día/Coleccn Dorada; es
una recopilación de ensayos conferencias y artículos sobre la hispanidad de los Estados Unidos vivida
y expresada bajo diferentes puntos de vista, cohesionados de tal forma que ejemplifiquen su título.
Ambroggio, Luis Alberto. Discurso: “Estados Unidos Hispano”. Págs. 49-58.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i7.2982
URI: http://hdl.handle.net/11298/294
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2016 AÑO 6, n.º 7, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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El optimismo por el uso del idioma y la identificación con la cultura hispana en el
futuro se alimenta con cifras que indican esta proyección, ya que el 60 % de los
hispanounidenses tienen menos de 35 años; 75 %, menos de 45; su edad media es de
28 años (mientras que la de todo EE. UU. es de 37 años). Como dijo el decano de
Educación de la UCLA, Marcelo Suárez Orozco: “Sin un futuro feliz para nuestra
comunidad latina (hispana) no hay un futuro feliz para Estados Unidos”.
Estos son algunos de los muchos hechos, estadísticas, anécdotas, temas que recogen
las páginas de este libro, escrito con orgullo. Pretenden simplemente servir de
estímulo, de testimonio, de invitación a conocer y promulgar nuestra presencia
histórica, social, política, económica, de 500 años; un grito de realidad fascinante,
de honra, de satisfacción y de esperanza. Porque así celebraremos para siempre y
cada vez más ¡el Estados Unidos hispano de ayer, hoy y siempre!
Reseña biográfica del Dr. Luis Alberto Ambroggio
(Córdoba, Argentina 1945). Doctor en Filosofía (Centro de Estudios Filosóficos,
Villa Claret, Córdoba), completó sus estudios doctorales en Ciencias Sociales (Ph.D,
AbD) en Catholic University (Washington DC), y obtuvo un MBA en Virginia Tech.
Numerario de la ANLE y correspondiente de la Real Academia Española de la
Lengua. Integrante de numerosas instituciones literarias, entre ellas, la Academy of
American Poets, la Asociación Canadiense de Hispanistas, el Instituto Literario
Cultutal Hispánico y del PEN.
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Gallardo Mejía, Francisco Roberto
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El sitio arqueológico Cinacanta. Primer levantamiento indígena en Cuscatlán. Págs. 61-85.
“El Sueño de Galicia”
Medidas: 148 x 148 cms
Técnica: mixta
Año: 2009-2010