Toruño-Haensly, Rhina. Ecos de la lírica política de Rubén Darío en algunos poemas de Juan Felipe Toruño. Págs
88-99.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i7.2984
URI: http://hdl.handle.net/11298/296
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2016 AÑO 6, n.º 7, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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El silencio (1938)
recrea al abuelo Evaristo Meneses, del héroe Oscar Cruz; aquél
huye a esconderse por haber participado en el atentado para asesinar al presidente de
la Republica. “Habíase descubierto el atentado contra el Presidente de la Republica,
del cual él era uno de los principales factores.” (El silencio, 20.) El nombre del
personaje es ficticio, pero su función corresponde a la historia de Nicaragua, pues
existió ese atentado contra el general Juan José Estrada.
Así como la guerra de1898 en España inspiró algunas poesías de Rubén Darío, en
forma similar la ocupación norteamericana en Nicaragua motivó la poesía de Juan
Felipe Toruño, quien con su soneto “Las XI de la mañana” forma parte del poema
“Horario Sentimental”, donde desfilan todas las horas del día. Se encuentra en el
poemario Senderos espirituales (1922), en cuya introducción Toruño expone que él
tejió el poema bajo el influjo de la vieja ciudad y mientras escribía “un grupo de
soldados yanquis atraviesa frente la puerta de mi cuarto”.
El soneto es un grito de
protesta, de coraje, al observar a su pueblo viviendo bajo una intervención extranjera
como era la norteamericana, desde 1910 hasta 1925. El verso del primer terceto se
refiere a esa ocupación: “Y un soldado yanqui vestido de pus pasa”. Posteriormente
Toruño, en su libro Poesía y poetas de América
explicó cómo en la metáfora del color
“pus” él quiso expresar la ignominia, la repugnancia, que se sentía al ver al extranjero
ocupando su ciudad: “En vez de decir vestido de kaki dijo de pus. Y de pus,
precisamente, porque la pus es repugnante y en aquella época de la penetración
marinera estadounidense, el soldado de la ocupación repugnaba” (273).
Pienso que el hecho de contemplar a su país humillado bajo la ocupación americana
motivó la redacción de ese soneto más que la influencia del poema dariano “A
Roosevelt”.
Paso a continuación a mostrar la influencia de la estética modernista dariana en la
poética de Toruño. Darío murió en 1916 en León, Nicaragua. En esa misma ciudad
nació Toruño, el primero de mayo de 1898. Él asistió a los funerales de Darío. Ya para
ese entonces Toruño estaba marcado por la estética modernista, tanto de los primeros
poemas darianos como por los últimos de Cantos de vida y esperanza (1905). Toruño
comenzó a escribir poesía desde muy joven, pero no se ha conservado nada de ella;
posiblemente se debió a que abandonó Nicaragua en 1923. Su dedicación a las letras
no se registra hasta en abril de 1918 cuando se inició en el periodismo Eco Nacional,
al publicar algunos artículos y noticias.
De acuerdo con el Dr. Jorge Eduardo
El silencio (San Salvador: Editorial Arévalo, 1935). Obtuvo el primer premio en el concurso del “Libro
Americano” celebrado en Matanzas, Cuba en 1938.
Juan Felipe Toruño, Senderos espirituales. León, Nicaragua: Tipografía La Prensa, 1922, 9.
Poesía y poetas de América: Trayecto en ámbitos, fisonomías y posiciones (San Salvador: Imprenta
Funes, 1945) 273.
José Jirón Terán, poeta compatriota y amigo personal de Toruño, es un distinguido daríista, reconocido
mundialmente, que ha hecho una labor encomiable de organizar una biblioteca de literatura
nicaragüense en su ciudad de origen, León. El entrevistó a Toruño, quien le proporcionó muchos datos
biográficos y con ellos redactó el mejor estudio que hasta la fecha se tiene sobre la vida y obra de
Toruño. “Juan Felipe Toruño en sus cincuenta años de periodismo y actividades literarias: 1918-1968”