Marroquín, Salvador. El Himno nacional de El Salvador. Págs. 63-76.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i6.2293
URI: http://hdl.handle.net/11298/304
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2015, AÑO 5, Nº 6, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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La segunda versión conocida de nuestro himno Nacional fue estrenada en la
apertura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2002 (con
la presencia del presidente de la República y el gabinete en pleno), la cual fue
arreglada por el autor del presente artículo, en donde dejó la estructura decretada,
pero al final de la primera estrofa armónicamente la cerró en la misma tonalidad
del inicio. “Por primera vez en nuestra historia, un símbolo patrio se da un abrazo
con la música tradicional, reconociendo su ancestral identidad”.
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El Salvador independiente
Para hacer una explicación acerca del himno nacional, es importante ubicarnos
en el tiempo y contexto de aquella época. Solamente conociendo las limitaciones
de aquel entonces podremos comprender el esfuerzo titánico que se realizó para
lograr los primeros pasos hacia la modernidad.
Para ese entonces, no había agua potable en las casas, las personas se bañaban
con agua acarreada o lo hacían en los ríos y lagos, por esa razón las poblaciones
nacieron cerca de estos recursos hídricos; no existía el servicio de aguas negras;
las carreteras no eran como las conocemos ahora: eran de tierra y, para poner un
ejemplo, en todos los pueblos existían hospedajes, porque las personas,
especialmente los agentes viajeros que comerciaban con los granos básicos,
pernoctaban de pueblo en pueblo. Para viajar desde Santa Ana a San Salvador,
un grupo familiar podía tardar una semana si viajaban en carreta. En esa carreta
llevaban todo lo necesario: comida, ropa, agua, etc., e igualmente dormían en los
hospedajes y en la parte posterior de dichos hospedajes, los caballos y los bueyes
comían y descansaban en caballerizas. Las iglesias católicas originalmente tenían
paredes de varitas o eran de bahareque con techo de paja. Posteriormente se
construyeron de adobe, siempre con techo de paja, por esa razón, muchas de ellas
fueron consumidas por el fuego. Entonces, las poblaciones, bajo la dirección del
cura párroco, se interesaron en hacer actividades para reunir los fondos
suficientes y con esos fondos hacer iglesias más seguras. En esa época,
prácticamente se carecía de todo.
La necesidad obligaba a buscar soluciones buenas y prácticas: producto de ello
es el arte culinario salvadoreño: las pupusas (derivado de las tortillas), las sopas
de mora, de frijoles, de pitos y la sopa de guineo verde, entre muchas otras. Otro
ejemplo importante para medir el estado de cosas es que el primer medidor de la
energía eléctrica se instaló en San Salvador más de cien años después, en 1942.
Segunda versión del Himno nacional de El Salvador. Grupo “Los cantores de tiempo” integrado
por Elizabeth Trabanino (soprano), María de los Ángeles Burgos (mezzosoprano), Clery de Girón
( contralto), Moisés Atonal Guerra (tenor) y Salvador Marroquín (bajo ).
Entrevistas a informantes de la tercera edad efectuadas desde el año 1976 en diferentes lugares
de nuestro país.