Marroquín, Salvador. El Himno nacional de El Salvador. Págs. 63-76.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i6.2293
URI: http://hdl.handle.net/11298/304
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El Himno nacional de El Salvador explicado
Salvador Marroquín
Etnomusicólogo
Director coral e investigador de la
música tradicional, académica y popular
salvador.marroquin@utec.edu.sv
Resumen
El presente trabajo pretende hacer conciencia en el pueblo salvadoreño del
enorme esfuerzo que históricamente se tuvo que hacer para diseñar el ideal de
patria en el marco de intereses contrarios: unos a favor de la Corona, otros para
beneficiarse directamente de la “independencia” y la gran mayoría para quitarse
el yugo impuesto por España, buscando su propia identidad cultural. También es
importante conocer las grandes limitaciones que existían en aquella época para
conducir la patria entera hacia un futuro promisorio y por qué era importante
lograr la libertad.
Palabras clave: patria, identidad cultural, libertad, himno nacional.
Abstract
This work hopes to raise the awareness of the El Salvadoran people about the
enormous effort that had to be made to design the notion of a national El
Salvadoran identity in time of divergent interests: some in favor of the Crown,
others in favor benefiting directly from “independence,and the majority in favor
of ridding themselves of the oppression imposed by Spain in order to look for
their own cultural identity. It is also important to understand the limitations that
existed during that period to be able to lead the country towards a promising
future and why it was important to achieve liberty.
Key words: homeland, cultural identity, liberty, national anthem
Cultura e historia
Antecedentes históricos
Desde el final de la colonia hasta principios del siglo XX fue el período en que
se estuvo gestando el ideal de patria. Los intelectuales veían la necesidad de
integrar a todos los sectores en la producción y homogenizarlos para hacer en
nuestro país un frente común, con una sola visión. Obviamente, para canalizar a
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toda la población se iban a encontrar dificultades a cada paso. Trataremos de
interpretar este proceso.
Las figuras centrales en esa conflictividad en El Salvador fueron, por un lado, el
capital y sus intelectuales, y por el otro, el indígena y la Iglesia católica.
Los intelectuales fueron actores importantes de ese proceso y participaron de
diferentes maneras: como funcionarios de gobierno, académicos o políticos,
concibieron propuestas, las debatieron y las justificaron ante la sociedad.
Imbuidos en un pensamiento modernizante y eurocéntrico, reflexionaron sobre
el indígena y buscaron maneras para incorporarlo a la modernidad y la nación en
construcción.
1
En ese entonces, los intelectuales con el ideal del modelo europeo querían
unificar al pueblo y re-direccionarlo hacia la modernidad. En el período desde la
Colonia y muy entrada la Independencia, se debía crear un nuevo perfil de
pueblo, pero había dos obstáculos: a) el ejido y las tierras comunales, los que
“…fueron creados para proteger a los hijos de esta tierra virgen por la Corona
contra las pretensiones de los conquistadores”,
2
que ofrecían subsistencia a los
pueblos indígenas. Para el ideario de ese nuevo pueblo, donde estuvieran
representados todos los sectores sociales, era un obstáculo; y por otro lado, b) el
tipo de educación que fomentaba y de la que se beneficiaba monopólicamente la
Iglesia católica. Era necesario desvincular a la Iglesia de la educación para crear
un nuevo pensamiento de acuerdo con esa “moderna” concepción de sociedad.
En el fondo, lo que pretendían los cafetaleros era encontrar una forma “legal”
para despojar de las tierras en común a los indígenas y apoderárselas para
aumentar su producción y exportación del café. El quitarles la tierra les haría
contar con suficiente mano de obra para ser utilizada en el proceso del cultivo del
café. Para complementar, era importante controlar la educación para
homogenizar a la población en un nuevo pensamiento con miras hacia el futuro.
Pocos intelectuales del siglo XIX tuvieron tanta claridad sobre la importancia de
la educación para el desarrollo del país como David Joaquín Guzmán. Igualmente
que Francisco Esteban Galindo, Guzmán pensaba que, hacia el último tercio del
XIX, El Salvador adolecía de verdaderos ciudadanos y culpaba de ello al poco
cuidado que se le había dado a la escuela. Ambos plantearon la urgente necesidad
de que el Estado retomara el papel de ente rector de la educación, subordinando
1
López Bernal, Carlos Gregorio. “El pensamiento de los intelectuales liberales salvadoreños sobre
el indígena a finales del siglo XIX”. En: La figuras del enemigo. Alteridad y conflictos en
Centroamérica. Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte. Secultura/Universidad
Evangélica de El Salvador, UEES. San Salvador, 2012. p. 37.
2
Cita de Carlos Gregorio López Bernal. Op. cit. Discurso pronunciado por el Sr. Teodoro Moreno
en la clausura del Congreso Legislativo. Diario Oficial, 19 de marzo de 1882. p. 278.
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y anulando lo que ellos consideraban la “perniciosa” influencia de las
municipalidades y la Iglesia.
3
En 1881 se celebró, con mucho beneplácito de las autoridades civiles, el primer
matrimonio civil. A finales del siglo XIX, el gobierno de la República, dado el
empuje y raigambre de las fiestas religiosas a diferencia de las fiestas cívicas y
especialmente la celebración de la Independencia, trató sin éxito de suprimir las
fiestas religiosas y darle nuevo vigor a los días cívicos. Había que comenzar por
darle forma al ideal de patria; y para ello era necesario crear los mbolos patrios,
dándoles el carácter de sagrados para que señalaran el camino de la nueva patria.
Los símbolos patrios
El primero de los símbolos patrios que se utilizó, para dar identidad al pueblo
salvadoreño, fue la bandera. Ante la pretensión mexicana de anexar las
Provincias Unidas de Centroamérica recién independizadas de España, en 1822,
surgió la necesidad de un símbolo que identificara a los salvadoreños en la lucha
contra las tropas de Iturbide. El entonces coronel Manuel José Arce tomó el
diseño de la bandera de los argentinos Belgrano y San Martín, a quienes admiraba
por su labor en pro de la independencia de su país: dos franjas celestes, separadas
por una blanca. Posteriormente este diseño fue aceptado con los colores azul y
blanco el 17 de mayo de 1912, durante la administración del presidente Manuel
Enrique Araujo. El escudo de armas, diseñado por don Rafael Barraza Rodríguez,
fue reconocido oficialmente por decreto legislativo en la misma fecha que la
bandera. El 20 de marzo de 1916 el escudo de armas tuvo algunas
modificaciones, quedando desde esa fecha definido tal y como se conoce en la
actualidad. Otro de los símbolos patrios es la “Oración a la Bandera
Salvadoreña”, escrita en 1916 por el doctor David Joaquín Guzmán, quien fue
convocado por el presidente para que la escribiera. Este símbolo fue reconocido
por medio del decreto legislativo n.º 308, del 22 de febrero de 2001, publicado
en el Diario Oficial n.° 47, Tomo n.° 350, del 6 de marzo de 2001 por medio del
cual la Asamblea Legislativa reformó el artículo 18 de la Ley de Símbolos
Patrios, dándole reconocimiento oficial.
Han existido tres himnos nacionales de El Salvador: el primero fue compuesto
durante la administración de don Francisco Dueñas, quien encomendó la letra al
cubano Tomás M. Muñoz y al maestro salvadoreño Rafael Orozco. Este himno
se cantó por primera vez el 24 de enero de 1867. Dejó de cantarse luego de un
golpe de Estado. El segundo himno lo encarel presidente Rafael Zaldívar al
poeta y militar salvadoreño Juan José Cañas y la música al maestro italiano
Enrico Giovanni Aberle Sforza. Este himno se cantó por primera vez, al unísono,
el 15 de septiembre de 1879. Luego de otro golpe de Estado, dejó de cantarse
entre los años 1891 a 1895. El tercer himno nacional se le encargó al maestro
3
López Bernal, Carlos Gregorio. Op.Cit. (pp. 53-54).
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César Georgi Vélez. Este himno nacional guerrero fue dedicado al estamento
militar durante la administración del presidente Carlos Ezeta.
El presidente Ezeta dejó el cargo por un golpe de Estado organizado en Santa
Ana por “los 44”. Los cuarenta y cuatro fueron un grupo de patriotas que se
levantaron en armas contra el gobierno salvadoreño del general Carlos Ezeta en
el año 1984, en la ciudad de Santa Ana. Luego de duros combates, el general
Ezeta abandonó el poder.
4
Dado el clamor del pueblo, el 14 de diciembre de 1953 entró en vigencia el
decreto legislativo mediante el cual se reconoció y se restituyó el himno de Cañas
y Aberle. El reconocimiento oficial del himno se obtuvo posteriormente mediante
el Decreto Legislativo n.° 342, del 7 de octubre de 1992, publicado en el Diario
Oficial n.° 223, Tomo n.° 317, del 3 de diciembre de 1992, en donde la Asamblea
Legislativa aprobó una reforma al Art. 15 de la Ley de Símbolos Patrios.
Himno nacional
La primera vez que se cantó completamente, al unísono, el actual himno nacional
de El Salvador fue el 15 de septiembre de 1879. La forma musical del himno
nacional de El Salvador consta de un coro y tres estrofas. Comprensiblemente,
dada su longitud, desde hace muchos años se ha cantado el coro, la primera
estrofa y para cerrar se repetía el coro al final. Mediante el Decreto Legislativo
de diciembre de 1992, se estableció que la ejecución del himno nacional debe
iniciar con el coro y finalizar con la primera estrofa.
Musicalmente hablando, este corte es un error. Cualquier actividad que se hace,
se da por inaugurada o abierta, se desarrolla y por último se cierra. Las sesiones
de la Asamblea Legislativa inician y cierran con un golpe de gong. Todo tiene el
mismo diseño: “reposo-movimiento-reposo”; “introducción-desarrollo-cierre”.
Toda marcha militar comienza en posición de “firmes-a discreción-firmes”. En
el caso que nos ocupa, nuestro himno nacional se inicia con el saludo a la patria
con la mano en el pecho, y al finalizar el coro, se debe bajar la mano. Al iniciar
la primera estrofa se enuncia, como el desarrollo, lo que históricamente se tuvo
que superar hasta obtener la paz regional e interna. Esto ha quedado inconcluso.
Debemos cerrar con un saludo respetuoso de despedida, tal como iniciamos…
Fue lo que se quitó. Según la estructura musical de nuestro himno, tal como se
canta actualmente, ha quedado “abierto”. El maestro Giovanni Aberle sabía lo
que hacía. Al despedirnos, debemos presentar nuestros respetos a la patria. Debe
corregirse ese error con otro decreto, para restituir el saludo de despedida.
4
Manuel Vidal. Nociones de historia de Centroamérica. San Salvador. Editorial Universitaria.
1961
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La segunda versión conocida de nuestro himno Nacional fue estrenada en la
apertura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2002 (con
la presencia del presidente de la República y el gabinete en pleno), la cual fue
arreglada por el autor del presente artículo, en donde dejó la estructura decretada,
pero al final de la primera estrofa armónicamente la cerró en la misma tonalidad
del inicio. “Por primera vez en nuestra historia, un símbolo patrio se da un abrazo
con la música tradicional, reconociendo su ancestral identidad”.
5
.
El Salvador independiente
Para hacer una explicación acerca del himno nacional, es importante ubicarnos
en el tiempo y contexto de aquella época. Solamente conociendo las limitaciones
de aquel entonces podremos comprender el esfuerzo titánico que se realizó para
lograr los primeros pasos hacia la modernidad.
Para ese entonces, no había agua potable en las casas, las personas se bañaban
con agua acarreada o lo hacían en los ríos y lagos, por esa razón las poblaciones
nacieron cerca de estos recursos hídricos; no existía el servicio de aguas negras;
las carreteras no eran como las conocemos ahora: eran de tierra y, para poner un
ejemplo, en todos los pueblos existían hospedajes, porque las personas,
especialmente los agentes viajeros que comerciaban con los granos básicos,
pernoctaban de pueblo en pueblo. Para viajar desde Santa Ana a San Salvador,
un grupo familiar podía tardar una semana si viajaban en carreta. En esa carreta
llevaban todo lo necesario: comida, ropa, agua, etc., e igualmente dormían en los
hospedajes y en la parte posterior de dichos hospedajes, los caballos y los bueyes
comían y descansaban en caballerizas. Las iglesias católicas originalmente tenían
paredes de varitas o eran de bahareque con techo de paja. Posteriormente se
construyeron de adobe, siempre con techo de paja, por esa razón, muchas de ellas
fueron consumidas por el fuego. Entonces, las poblaciones, bajo la dirección del
cura párroco, se interesaron en hacer actividades para reunir los fondos
suficientes y con esos fondos hacer iglesias más seguras. En esa época,
prácticamente se carecía de todo.
La necesidad obligaba a buscar soluciones buenas y prácticas: producto de ello
es el arte culinario salvadoreño: las pupusas (derivado de las tortillas), las sopas
de mora, de frijoles, de pitos y la sopa de guineo verde, entre muchas otras. Otro
ejemplo importante para medir el estado de cosas es que el primer medidor de la
energía eléctrica se instaló en San Salvador más de cien años después, en 1942.
6
5
Segunda versión del Himno nacional de El Salvador. Grupo “Los cantores de tiempo” integrado
por Elizabeth Trabanino (soprano), María de los Ángeles Burgos (mezzosoprano), Clery de Girón
( contralto), Moisés Atonal Guerra (tenor) y Salvador Marroquín (bajo ).
6
Entrevistas a informantes de la tercera edad efectuadas desde el año 1976 en diferentes lugares
de nuestro país.
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La iluminación en las calles era por medio de candiles de gas líquido e igualmente
en las casas se usaban para ese mismo propósito las candelas, candiles y las
lámparas artesanales de carburo (el carburo daba una luz incandescente con un
olor muy fuerte y desagradable). En forma de piedras grisáceas, el carburo se
elabora de carburo de calcio, que al contacto con el agua, desprende un gas
altamente combustible.
7
En la actualidad, el carburo todavía se usa como veneno
contra el gorgojo para proteger al frijol almacenado en graneros.
Luego de la independencia de España, en las cinco repúblicas federadas las
condiciones económicas eran muy débiles, los caudillos intrigaban entre ellos
para afectar a un tercero. Se invadían unos países a otros y lo poco que se había
mejorado quedaba destruido por los cañones invasores. Por ello era importante e
imprescindible hacer la paz. En ese sentido, Juan José Cañas, siendo militar, sabía
de lo que hablaba al insistir en lograr la paz entre los Estados vecinos al desglosar
el texto, especialmente cuando en la tercera estrofa expresa: “Y en seguir esa
línea se aferra, dedicando su esfuerzo tenaz, en hacer cruda guerra a la guerra, su
ventura se encuentra en la paz”. Históricamente, la República salvadoreña fue la
última en desmembrarse de la Federación Centroamericana.
Himno nacional de El Salvador. Su explicación
El saludo a la patria
Dentro del contexto histórico antes señalado, vemos que indudablemente a toda
costa había que lograr la paz en la región. El himno en describe un esfuerzo
incesante de restauración y construcción del ideal de patria que se anhelaba. No
se podía comenzar un proyecto colectivo sin armonía. Por ello, el general Juan
José Cañas inició el poema con un saludo patriótico donde puso en primer plano
el orgullo de sentirnos salvadoreños y dedicar toda nuestra energía para que
nuestra patria sea cada vez mejor. Es importante señalar que el estilo de los
escritores de aquella época era muy ornamentado, con elegancia y muchas veces
se sacrificaba el orden de las ideas, quedando primero el predicado y luego el
sujeto de la oración.
(Coro )
“Saludemos la Patria orgullosos
de hijos suyos podernos llamar;
y juremos la vida animosos.
sin descanso a su bien consagrar.”
7
Wikipedia. “El carburo. La lámpara se llenaba de agua, después se introducía el carburo de calcio
que generaba acetileno al reaccionar con el agua (es un acetilenógeno), después se encendía y el
acetileno (H2C2) prendía, generando una luz incandescente.
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Significa:
“Saludemos a nuestra patria; con el orgullo de llamarnos sus hijos. Y juremos
dedicar, sin pausa, toda la energía de nuestra vida para realizar un sagrado y
colectivo esfuerzo para su propio bien.”
Primera estrofa
Idea central: la paz
Los primeros años, luego de la firma del acta de la independencia de España, las
intrigas entre los gobiernos de las cinco repúblicas locales comenzaron a tomar
mayor auge. Hubo una incesante cantidad de guerras y escaramuzas para
apropiarse de los bienes o destruir lo poco que se iba construyendo, con la
intención de evitar el fortalecimiento del país vecino, temiendo por su propia
seguridad. Por ello era importante hacer la paz, de ello dependía que toda la
región prosperara.
“De la paz en la dicha suprema,
siempre noble soñó El Salvador;
fue obtenerla su eterno problema,
conservarla es su gloria mayor.”
Significa:
“El Salvador, en su máximo deseo, siempre anheló alcanzar y tener paz.
Obtenerla significó un gran esfuerzo, conservarla ha sido más difícil y esa es su
mayor gloria.”
Idea central: el progreso
¿Por qué razón era importante asegurar la paz?
Cuando se está en paz, se puede trabajar mejor y en equipo; se puede ahorrar e
invertir en la tierra, en cubrir las necesidades básicas necesarias (comida,
vestuario, en mejorar dónde y cómo se vive, en medios de transporte, etc.) y,
como resultado, el porvenir, el futuro inmediato, el que está por llegar, se puede
controlar y programar para que sea cada vez mejor.
“Y con fe inquebrantable el camino
del progreso se afana en seguir,
por llenar su grandioso destino
conquistarse un feliz porvenir.”
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Significa:
“El pueblo, con una sólida fe en sí mismo, se esfuerza en progresar; y ese es su
magnífico destino: alcanzar un futuro inmediato que promete una mejor vida.”
Idea central: el pueblo armado
En momentos de peligro e invasiones, a la patria la defiende el pueblo armado,
encabezado por su Ejército, contra todos aquellos que quieren dañarla. El costo
que paga el pueblo por defenderla es muy alto en vidas y sangre. La férrea barrera
es el pueblo, que, formando un solo bloque, la defiende con las armas en la mano.
“Le protege una férrea barrera
contra el choque de ruin deslealtad,
desde el día que en su alta bandera
con su sangre escribió ¡LIBERTAD!”
Significa:
“El pueblo tomó las armas contra los enemigos externos e internos que querían
dañar a la patria. Por ello, era importante demarcar su territorio y defenderlo,
muchos ofrendaron su sangre y su vida para que hubiera libertad, no importó el
sacrificio que se tuvo que hacer para que nuestro país viviera feliz, gozando de
soberana libertad.Segunda estrofa
Idea central: la libertad
Con las necesidades básicas satisfechas se tenía que consolidar el Estado
salvadoreño. Eran importantes nuevos objetivos: la libertad de todos sus
habitantes para poder crecer en bienestar y armonía, construir tesoneramente una
vida propia en el quehacer cotidiano con una buena dosis de heroísmo. A partir
de la segunda estrofa del himno nacional, se mira hacia dentro de la institución
armada para que cumpla con su deber.
Según la Constitución Política, Cap. VIII, Art. 211, “la Fuerza Armada está
constituida para defender la soberanía del Estado y la integridad de su territorio,
mantener la paz, la tranquilidad y seguridad públicas y el cumplimiento de la
Constitución y demás leyes vigentes”.
8
El Ejército nacional siempre ha sido
considerado el “brazo armado” de la República y el garante de la democracia, por
ello agrega la Constitución, Art. 215: “En caso de necesidad serán soldados todos
los salvadoreños aptos para actuar en las tareas militares”.
9
Por esa razón, las
8
El Salvador. Constitución Política de la República de El Salvador. Publicaciones del Ministerio
de la Defensa y de Seguridad Pública, 1983. (p. 73)
9
El Salvador. Op.cit. (p. 74)
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siguientes dos estrofas del himno nacional fueron dedicadas al pueblo y Ejército
nacionales.
“Libertad es su dogma, es su guía
que mil veces logró defender; y
otras tantas, de audaz tiranía
rechazar el odioso poder.”
Significa:
“Los salvadoreños hemos de velar porque se establezcan leyes que se cumplan;
y ese marco jurídico ha de regir la vida nacional. Si alguien se aparta de ese marco
o trata de valerse de su poder para someter a los demás, es legítimo derecho
deponerlo para que siga reinando la paz.”
Idea central: su historia
La historia salvadoreña desde un principio ha pasado duras pruebas, pero ha
logrado superarlas. Se han cometido errores en el pasado, así como en el presente,
se ha abusado del poder, pero con el tiempo el estado se ha ido consolidando y
adoptando su propia personalidad. También el autor Cañas destaca la importante
presencia del pueblo cuando ha tomado las armas para defenderse.
“Dolorosa y sangrienta es su historia,
pero excelsa y brillante a la vez;
manantial de legítima gloria, gran
lección de espartana altivez.”
Significa:
“Ese largo período de guerras y escaramuzas entre las naciones centroamericanas
causaron mucho dolor y tristeza por la pérdida de valiosos hijos; sin embargo los
actos heroicos que se vivieron en el campo de batalla dieron gloria y orgullo al
salvadoreño.”
Idea central: el heroísmo
El salvadoreño ha mostrado en el campo de batalla su valor y coraje.
“No desmaya en su innata bravura,
en cada hombre hay un héroe inmortal
que sabrá mantenerse a la altura
de su antiguo valor proverbial.”
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Significa:
“Las luchas con enemigos externos e internos han dejado mucho dolor y luto en
la familia salvadoreña. Aspectos que se deben destacar como la disciplina y la
efectividad en las acciones bélicas han generado admiración por líderes históricos
de la talla de los generales Manuel José Arce, Gerardo Barrios, José Antonio
Cañas y muchos otros.”
Tercera estrofa
Idea central: la abnegación
La capacidad de asumir una causa y llevarla hasta el final, incluso, a costa de su
propia vida, eso es abnegación.
“Todos son abnegados y fieles al
prestigio del bélico ardor, con que
siempre segaron laureles de la
patria salvando el honor.”
Significa:
“Arriesgar su propia vida con el propósito que otros vivan en paz es un acto de
abnegación y fidelidad hacia su patria. Lograr defenderla y salir airosos es de
héroes dignos. De esa manera la patria no fue mancillada, y siempre aseguró su
honor en cada uno de los actos heroicos de sus hijos.”
Idea central: el respeto
El respeto es fundamental en la convivencia con otras naciones. Como muy bien
lo dijera don Benito Juárez, expresidente de México: “El respeto al derecho
ajeno, es la paz”.
“Respetar los derechos extraños
y apoyarse en la recta razón es
para ella, sin torpes amaños, su
invariable, más firme ambición.”
Significa:
“Otra contribución para que exista la paz en los salvadoreños es el respeto hacia
propios y extraños. Mantenerse racional y legalmente firmes en el respeto por los
acuerdos internacionales y cumplirlos escrupulosamente, sin dobleces.”
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Idea central: la tenacidad
Significa:
“La paz era una necesidad ineludible, y en ese sentido no se escatimaron
esfuerzos permanentes hasta lograr este objetivo. La nueva visión de patria
obligaba a consolidar todos los sectores sociales para construir ese ideal, con un
mismo pensamiento, con una misma meta. Necesariamente había que parar la
guerra con las armas en la mano para llevar la paz a todos los pueblos de la gran
patria centroamericana. En proyectos de esta envergadura, también suelen
suceder hechos injustos para algunos sectores. Pero había que sacar adelante ese
ideal de Patria buscando el bien común.”
“Y en seguir esta línea se aferra
dedicando su esfuerzo tenaz, en
hacer cruda guerra a la guerra: su
ventura se encuentra en la paz.”
(Coro - bis )
Significa:
“El ideario de los intelectuales y el gobierno tuvo que ser firme y contribuir en la
consolidación de la paz. Para hacer una sociedad homogénea, se tenía que
impulsar a todos los sectores sociales a trabajar por ese ideal.”
Segunda versión del himno nacional de El Salvador
(Salvador Marroquín)
Antecedentes
¿Qué me motivó a hacer una nueva versión del himno nacional? La oportunidad
se me presentó cuando a El Salvador le fue asignada la sede de los “XIX Juegos
Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2002”.
Los “XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2002”
Para El Salvador, dichos juegos fueron importantes. En ese momento iban a estar
presentes los tres poderes del Estado, el cuerpo diplomático acreditado en el país,
representantes de la realeza europea, dignatarios de países de varias partes del
mundo, sin olvidar que los ojos nacionales y del mundo iban a estar pendientes
de los resultados de dicho evento. Siendo los “XIX Juegos Centroamericanos y
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del Caribe, San Salvador 2002”, un evento de relevancia nacional e internacional,
el himno, como símbolo, debía proyectar civilidad, luego de muchos años de
regímenes militares (1931-1992).
No olvidemos que seguían abiertas las heridas de una guerra fratricida que duró
doce años, y la firma de los Acuerdos de Paz fue el final de un proceso que ha
sido señalado como un ejemplo para muchos países en similares circunstancias.
Por ello, dicho enfoque debería incorporar elementos de la cultura popular,
tomando en cuenta que el arreglo debería estar a la altura de un evento
internacional.
La fanfarria militar no causaba buena impresión en la población civil. No está de
más recordar que la milicia había sido muchas veces acusada de represión durante
un largo período. De ahí que muchas personas el himno original lo tomaban como
el himno de los militares, ajeno al pueblo. Había que sustituir la fanfarria por algo
culturalmente más popular, respetando lo sustancial del himno, esto es, desde el
coro.
Consideraciones iniciales
1. La fanfarria militar fue sustituida por un cuarteto de cuerdas, que ejecutó
una introducción que reprodujo un ambiente civil más armónico y pacífico.
2. El himno fue interpretado por cinco voces profesionales.
10
Los
interludios (trozos musicales entre los textos del himno) fueron fragmentos
musicales de pito y tambor, de una danza de moros y cristianos. Por primera vez
en nuestra historia, un símbolo patrio se reunía en un abrazo con la música
tradicional, reconociendo su ancestral identidad.
3. Para hacer menos marcado el ritmo y no obligar a reproducir una marcha,
el 4/4 (ritmo de cuatro tiempos) se sustituyó por un 12/8.
4. La línea melódica del himno pasa de una voz a otra, simbolizando con
ello que el himno nacional, por ley, pertenece a todos los salvadoreños por igual.
5. Es importante también tomar en cuenta que la libertad fue lograda con la
sangre y la vida que ofrendaron los salvadoreños en ese momento. Por ello, al
final de la primera estrofa, se hace énfasis en la frase “escribió libertad”.
6. Por último, se logra un gran final entrelazando las voces y las cuerdas
con el pito y el tambor.
10
Gavidia, Francisco. Historia moderna de El Salvador. Departamento Editorial del Ministerio de
Cultura. San Salvador, 1958. (p. 29).
Marroquín, Salvador. El Himno nacional de El Salvador. Págs. 63-76.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i6.2293
URI: http://hdl.handle.net/11298/304
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2015, AÑO 5, Nº 6, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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El arreglo ya tenía todos los elementos necesarios para la ejecución de la nueva
versión, pero algo faltaba… Estábamos a las puertas de una fiesta deportiva de
grandes proporciones. Recordé que ese mismo año, en febrero, se había
conmemorado, durante una semana, los “10 años de los Acuerdos de Paz” y
habíamos estado en San Francisco, California, EUA, participando en dicha
conmemoración. También, en la celebración presidencial del final del milenio,
se había realizado una ceremonia ancestral. ¡Justo eso era lo que faltaba! En ese
momento, relacioné los tres hechos: los Acuerdos de Paz, la celebración de los
Juegos Centroamericanos y del Caribe 2002 y el ceremonial precolombino.
Durante el período precolombino, todo ritual se enmarcaba con toques de caracol
a los cuatro puntos cardinales, tanto al principio como al final. Ello se hacía con
el propósito de que lo que quedaba enmarcado con los toques de caracol fuera
bendecido por los dioses. Entonces, retomé ese ritual y justo cuando entonamos
el himno, al pie de la pirámide construida en el Estadio “Flor Blanca” (hoy Jorge
Mágico González”), en la parte protocolaria de los juegos, mi principal deseo fue
pedir a Dios que intercediera por nosotros, que nos bendijera como país, para que
no volviera a suceder en El Salvador, otra guerra entre hermanos…
Referentes bibliográficos
Cardenal, Rodolfo S.J. El poder eclesiástico en El Salvador 1871-1931. 2.ª Edición, San
Salvador. Dirección de Publicaciones e Impresos, 2001.
El Salvador. Constitución Política de la República de El Salvador. Publicaciones del
Ministerio de la Defensa y de Seguridad Pública, 1983.
Espinosa, Francisco. Símbolos Patrios de las Naciones de Centroamérica. Concultura.
2.ª Edición. Dirección de Publicaciones e Impresos, San Salvador, 2001.
Gavidia, Francisco. Historia Moderna de EL Salvador. Edición. Departamento de
Cultura, Departamento Editorial. San Salvador, 1958.
Moallic, Benjamín (Compilador). Las figuras del enemigo. Alteridad y conflictos en
Centroamérica. Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte. Secretaría de
Cultura de la Presidencia/UEES, San Salvador, 2012
Vásquez López, Luis (Compilador). Mi país, El Salvador. Imprenta Offset Editorial Lis.
1.ª edición. San Salvador, 2000.
Vidal, Manuel. Nociones de historia de Centroamérica. San Salvador. Editorial
universitaria. 1961.
Wikipedia, la Enciclopedia Libre. Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin
ánimo de lucro. Sin fecha.
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©Universidad Tecnológica de El Salvador
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Letra del Himno Nacional
Coro
Saludemos la Patria orgullosos
de hijos suyos podernos llamar;
y juremos la vida animosos. Sin
descanso a su bien consagrar.
Primera estrofa De la paz en la
dicha suprema, siempre noble soñó
El Salvador; fue obtenerla su eterno
problema, conservarla es su gloria
mayor. Y con fe inquebrantable el
camino del progreso se afana en
seguir, por llenar su grandioso
destino conquistarse un feliz
porvenir. Le protege una férrea
barrera contra el choque de ruin
deslealtad, desde el día que en su
alta bandera con su sangre
escribió:¡LIBERTAD!
Coro
Segunda estrofa Libertad es su
dogma, es su guía que mil veces
logró defender; y otras tantas,
de audaz tiranía rechazar el
odioso poder.
Dolorosa y sangrienta es su historia,
pero excelsa y brillante a la vez;
manantial de legítima gloria, gran
lección de espartana altivez. No
desmaya en su innata bravura, en
cada hombre hay un héroe inmortal
que sabrá mantenerse a la altura de
su antiguo valor proverbial.
Coro
Tercera estrofa Todos son
abnegados y fieles al prestigio
del bélico ardor, con que
siempre segaron laureles de la
patria salvando el honor.
Respetar los derechos extraños
y apoyarse en la recta razón es
para ella, sin torpes amaños, su
invariable, más firme ambición. Y
en seguir esta línea se aferra
dedicando su esfuerzo tenaz, en
hacer cruda guerra a la guerra: su
ventura se encuentra en la paz.
( coro - bis )
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