Campos Solórzano, Melissa Regina. Universidad Tecnológica de El Salvador. Un caso de valoración patrimonial
en el cetro histórico de San Salvador. Págs. 78-90.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i6.2294
URI: http://hdl.handle.net/11298/305
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2015, AÑO 5, Nº 6, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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La transición de poder monárquico a un gobierno independiente, en 1821, dio inicio
a la era republicana, la cual no generó cambios drásticos en el urbanismo ni en la
arquitectura creada en este período, que poco a poco fue abriendo paso al estilo
neoclásico que predominaba en Francia; que para entonces se trataba de un foco
científico cultural, referente de la época; sin embargo, existió otro factor que definió
el paisaje urbano de San Salvador: su sismicidad. El “valle de las hamacas”, como
se lo conoció en algún momento, fue testigo de fuertes movimientos que causaron
el desplome casi completo de la ciudad, por lo que en 1873 tanto el gobierno como
la empresa privada generaron las pautas para cambiar el sistema tradicional de
construcción del adobe por materiales novedosos y más livianos, como la madera y
lámina troquelada. Estilísticamente, las fachadas de la arquitectura en general tenían
detalles con reminiscencias afrancesadas, propias del art noveau.
El nuevo siglo trajo consigo nuevos procesos y materiales constructivos que
paralelamente existieron, tal es el caso del sistema constructivo francés deployer y
el concreto armado. En aquellos ejemplos en que fue aplicado el sistema deployer
los estilos arquitectónicos todavía mantenían rasgos academicistas y románticos. Por
otra parte, el empleo de los sistemas constructivos de concreto armado trajo consigo
el racionalismo y funcionalismo que promulgaba el modernismo y que se extendía
a mediados del siglo XX hasta rendirse ante la sencillez del minimalismo bajo la
bandera de “menos es más”
.
El Salvador del siglo XXI vive estilísticamente en el período postmodernista, y
existen algunos ejemplos que denotan la influencia de este, pero coexiste con un
paisaje urbano arquitectónico multiestilístico, pues algunos ejemplos del pasado han
resistido a los diferentes embates socioculturales y naturales que han cincelado el
perfil de la ciudad. Lastimosamente, de la Colonia solo la traza se mantiene; y de
sus edificaciones al parecer no hay ninguna huella física. Los ejemplos
arquitectónicos todavía en pie son verdaderos monumentos que, cual faros, intentan
establecer un vínculo con el pasado, para mantenerse activos en la memoria de San
Salvador.
De la necesidad de la educación superior a la consolidación de la “gran
universidad de El Salvador”
Hacia finales de la década de los setenta, la explosión del conflicto armado
salvadoreño incidió en la salida masiva de población del territorio debido a la ola de
violencia en la que los asesinatos, secuestros, bombas y otras situaciones bélicas se
presentaban a la orden del día; entre otras consecuencias, dicha inestabilidad social
llevó al cierre e intervención militar de la Universidad de El Salvador, UES, en 1981,
debido a que se había convertido en un espacio para la ideologización de los
estudiantes por parte la guerrilla, por lo cual, en medio de la guerra y la creciente
fragmentación social y multiplicidad de visiones ideológicas, que sumadas a la
Entrevista personal con el Arq. Luis E. Rico, catedrático especialista en historia arquitectónica de la
Universidad Tecnológica de El Salvador