Regalado, R.M. Los bienes temporales de la iglesia: tesoros sagrados y tesoros culturales. Págs. 137-149.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i4.2261
URI: http://hdl.handle.net/11298/168
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2013 AÑO 3, N. º 4, ISSN 2078-0664, ISSNE 2307-3942
142
El postmodernismo, el marketing y los medios de comunicación han ido fra guando
una cultura de lo desechable donde los parámetros de lo estético, lo moral y lo sagrado
ha ido desvaneciéndose, prevaleciendo así diferentes conceptos sobre arte, cultura,
moral y religión. Algunos factores que han transformando nuestra civilización son el
espectáculo, la moda y la cultura en masa.
No podemos negar que una de las grandes virtudes de esta civilización ha sido la
universalización de la cultura. Todos podemos acezar al conocimiento, al arte, la
música, etc. Pero aun alto precio: asimilación superficial. Esto responde al gran valor
que se le da al consumo.
Todos estos cambios de paradigmas culturales también ha
cambiado la percepción de los patrimonios culturales en los diferentes estratos de la
sociedad. Aún dentro de la misma visión cristiana se han vulnerado muchos
paradigmas que no permiten descubrir ni el valor cultural, ni el valor sagrado de
muchas Iglesias, ornamentos, copones, cálices, etc. Especialmente el consumismo ha
provocado que muchos de los materiales con que se elaboran estos utensilios sagrados
sean de materiales desechables, para poder fabricarlos en masa. ¿Qué consecuencias
trae estos cambios? Dejamos de elaborar patrimonio y desvaloramos el que ya existe.
La cultura de lo desechable y la pérdida de la visión de lo sagrado en los
objetos litúrgicos.
En medio de esta cultura de lo desechable se constata la influencia del consumo y
marketing en la elaboración de objetos sagrados y construcciones de templos.
Muchos de las nuevas adaptaciones litúrgicas cometen el error de la practicidad. La
elaboración de objetos sagrados con materiales desechables y la construcción de
templos sin mayor simbología cristiana e identidad cultural de los pueblos, hace que
la creación del patrimonio disminuya y más aún desaparezca. Esta misma influencia
hace que en la liturgia se invierta menos en la restauración y se consuman objetos de
producción en masa por su economía. Así, también se pierde la visión de lo sagrado,
ya que aquellos objetos que se utilizaban para el culto terminan abandonados en un
desván, en cajas y en el peor de los casos vendidos. Guardados en lugares que no
reúnen las condiciones necesarias para la preservación de la plata, el oro o el bronce,
terminan por derruirse.El poco conocimiento del clero sobre el tema de valores
culturales y la poca espiritualidad que valore lo sagrado de los objetos litúrgicos,
porque en este campo no podemos asumir ignorancia, hace al final un bajo perfil en
Vargas Llosa, M., La civilización del espectáculo, 33-64.
Vera-Pinto, I., Cultura Desechable. Tomado de http://www.edicioncero.cl/29/07/2012/culturadesechable.html,
citado el 6/02/2013.