Alas Vásquez, Rafael. Museo-Edificio: una relación con nuevas perspectivas. Págs. 13-19.
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i3.1160
URI: http://hdl.handle.net/11298/89
©Universidad Tecnológica de El Salvador
REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2012 AÑO 2, n. º 3, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
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El director de este museo, Juan Ignacio Vidarte, se defiende ante las críticas con
respecto a la preponderancia del edificio, argumentando: “Yo creo que es uno
de los pocos museos del mundo en los que se pueden ver obras de escala
monumental como las que realizan artistas contemporáneos como Richard Serra
junto a obras de un tamaño mucho más íntimo, mucho más reducido como
dibujos de Chillida o Giacometti” (www.news.bbc.co.uk).
Frente a esto, el artículo de Ann Wilson Lloyd, “Museos de arte pierden piso
para el arte” (The New York Times, 2004) es altamente significativo al comentar
la problemática del edificio vanguardista del Museo de Arte de Bellevue,
Washington, diseñado con galerías que no eran propicias a la exhibición de
obras de arte tradicionales, siendo esto uno de los factores para su cierre, de
acuerdo con esta nota periodística. Haciendo referencia al “efecto Bilbao”, el
edificio en mención forma parte de esa tendencia a crear destacables volúmenes
arquitectónicos que pueden dejar en segundo plano la función de exhibir obras,
ya sea de valor artístico o antropológico.
Es inevitable que, cuando hablamos de museo, siempre nos viene a la mente la
idea de un edificio. Sin embargo, la definición de museo aportada por el Icom
(Consejo Internacional de Museos) nos remite a la idea de algo más abstracto,
como es el aspecto institucional: “Institución permanente, sin fines de lucro, al
servicio de la sociedad y de su desarrollo y abierta al público, que acopia,
conserva, expone, estudia y difunde el patrimonio material e inmaterial de la
humanidad con fines de educación, estudio y recreo”. Dicho concepto nos deja
abierta la idea a muchas posibilidades, siempre que se cumpla con los objetivos
relacionados con el patrimonio material e inmaterial.
En nuestro país, la mayoría de la población relaciona al museo con un edificio
que atesora objetos arqueológicos u obras de arte, y dentro de estos campos se
dieron importantes avances con la construcción de los edificios del Museo
Nacional de Antropología “Dr. David J Guzmán” (1999), diseño de los
arquitectos Francisco Altschul y Roberto Dada, y del Museo de Arte de El
Salvador (2003), diseñado por el arquitecto Salvador Choussy. En ambos casos
se cumplió con el deseo generalizado que el país pudiera contar con edificios
diseñados para poder exhibir adecuadamente los bienes, ya sean culturales o
artísticos, a la vez de satisfacer los requerimientos actuales que demanda una
institución de este tipo.