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REVISTA DE MUSEOLOGÍA KÓOT, 2024 AÑO 14, n.º 16, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664, ISNI 0000 0001 2113 0101
Urbina Gaitán, Chester. Una historia a contrapelo. Comentario al libro Rivas, Ramón, (2019),
Los hechos en El Mozote. Una revisión histórica y antropológica, San Salvador, Universidad Tecnológica
de El Salvador. p. 95-101
El objetivo de la investigación histórica radica en la reconstrucción
del pasado, pero esta recuperación se realiza con representaciones o
huellas que quedaron del pasado, sean poéticas o cticias o cientícas
y racionales.1 Estas huellas o fuentes incluyen a testigos, periódicos,
revistas, libros, documentos estatales, documentos eclesiásticos, etc.
La historia postula el ejercicio de una metodología idiográca para la
descripción de eventos singulares y su certidumbre de que la instauración
de una relación de sucesividad temporal entre eventos; proporciona
una explicación de ellos. Este método de construir eventos, ya sea por
descripción o por representación, es fundamental para cualquier ciencia
social, que ha tomado el empirismo como un medio de constituir sucesos
como posibles objetos de estudio cientíco.2
Para ser más concreto, la tarea de revivir el pasado por parte del
historiador o del cientista social es la de un transcriptor más que la de un
traductor entre el pasado y el presente. Los mensajes que están implícitos
en las ruinas del pasado no tienen que ser reconstruidos, sino descifrados
para su recepción por sus receptores pasados y presentes. Los cientistas
sociales son los receptores y transmisores pasivos de esos mensajes, no
co-compositores de ellos.
Lo anterior presenta el compromiso del cientista social con la objetividad,
de no alterar, tergiversar y ocultar lo sucedido en el pasado. Si el
estudio del pasado se hace con nes no cientícos, lo que se presenta
no es un conocimiento cientíco del pasado, sino una cción política.
Se despreciaría la utilidad del conocimiento histórico, que consiste en
conocer el pasado para entender el presente que vivimos y construir
nuestro futuro. En otras palabras, la de ser el asidero de la memoria
histórica donde los pueblos se encuentran con su pasado —un pasado
que puede ser doloroso— para esclarecer, interpretar y comentar hechos
históricos que han marcado su historia. Este es el leiv motiv que impulsó
al antropólogo Ramón Douglas Rivas a conocer la evolución histórica
de la población de El Mozote, principalmente sobre la verdad de las
masacres ocurridas entre el 11 y 12 de diciembre de 1981.
1 Ginzburg, C. (2011), El hilo y las huellas, lo verdadero. Lo falso, lo cticio, Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica.
2 Foucault, M. (1978), Las palabras y las cosas, Madrid, Siglo XXI.