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Gestión de residuos orgánicos y dotación de biohuertos domiciliarios, Millpo Ccachuana, Huancavelica, Perú.
Yovana Torres-Gonzales, pp. 34-42, Revista entorno, número 71, enero-junio 2021, ISSN: 2071-8748, e-ISSN: 2218-3345
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Gestión de residuos orgánicos y dotación de biohuertos domiciliarios, Millpo Ccachuana, Huancavelica, Perú.
Yovana Torres-Gonzales, pp. 34-42, Revista entorno, número 71, enero-junio 2021, ISSN: 2071-8748, e-ISSN: 2218-3345
Se desarrollaron las sesiones de capacitación con
propuesta de manejo de los residuos sólidos de acuerdo
con Daza Panduro (2014), quien enfatiza que “se debe
incluir la sensibilización del personal y el fortalecimiento
de las capacitaciones a la población, considerando el
tratamiento biológico de los RSO como compostaje.”
y en concordancia también con Ruiz Morales (2012),
quien maniesta “la necesidad de mejorar estrategias
comunicativas a n de conseguir la sensibilización
consciente que permita el hábito de la reducción de
la generación de desechos mediante una óptima
selección de ellos para su reciclaje.” En concordancia
también con Hernández Sumba (2013), quien sostiene
que “un óptimo manejo de recolección, clasicación
y disposición nal de los RSO coadyuva a benecios
positivos para los pobladores con decientes sistemas
de recolección de dichos residuos.” Paralelamente a la
sensibilización en mención, se implementó el biohuerto
en el 100 % de los hogares en estudio, los cuales
decidieron aprovechar los RSO mediante el compostaje
por parecerle de mayor practicidad y de menor costo.
La lombricultura no tuvo la misma aceptación por
considerársele de mayor costo económico y por la
dicultad de conseguir lombrices. El precompostaje
demanda mayor tiempo y gasto de insumos, lo que
aumenta el costo de la vermicomposta, en consonancia
con Acosta Durán, Solíz Pérez, Villegas Torres y Cardoso
Vigueros (2013), quienes enfatizaron la obligación de
jar el tiempo óptimo de precompostaje con la nalidad
de que los RSO puedan ser utilizados como sustrato
en la producción de la lombriz californiana Eisenia
foetida, toda vez que, para la obtención de humus
de lombriz, los residuos se someten a un proceso
de precompostaje de hasta ocho semanas antes del
proceso de vermicompostaje.
Posterior a las capacitaciones y a la instauración de
biohuertos, el 96 % de las familias en estudio consideró
que la reutilización de los RSO es beneciosa,
clasicando dichos residuos, para reutilizarlos, según
su origen o naturaleza. No obstante, el 4 % de los
hogares en estudio tuvo regular aprovechamiento de
los RSO, clasicando sus residuos, pero no de una
manera adecuada, reutilizándolos para alimentar a
sus porcinos.
Por lo mencionado líneas arriba, inicialmente se
determinó que el efecto del aprovechamiento de los
RSO, en la implementación de biohuertos domiciliarios
en el AHMCC, encontró como resultado que para el
51 % de los hogares dicho aprovechamiento es malo,
por desconocer la debida clasicación y reutilización
de estos RSO, en contraste con Quispe Limaylla
(2015), quien armó que los RSO provenientes
del campo o de la ciudad se constituyen en abono
de buena calidad, cuando estos son empleados
adecuadamente, aunándose a ello que los procesos
biológicos, como la lombricultura, son de gran
importancia para una buena gestión de los RSO.
Estos resultados se refuerzan, en el presente estudio,
con el procesamiento estadístico con la prueba
t de Student, donde p valor = 0,000 < = 0,05, lo
cual obligó a rechazar la hipótesis nula y aceptar la
hipótesis alterna, coincidiendo con lo reportado por
Quintero et al. (2014), quienes reportaron que el
Central Mayorista de acopio, donde se comercializan
frutas y verduras en un 50 %, es el espacio que más
genera RSO, seguido de la producción de RSO de los
domicilios, residuos que son arrojados en botaderos
informales. Inicialmente se encontró que el 59 % de
las familias nunca reutilizaba los RSO. Y, luego de
las capacitaciones, se pudo apreciar el efecto del
aprovechamiento de los RSO, según su naturaleza,
por la instauración de biohuertos domiciliarios en el
AHMCC, a un 74 % en que las familias empezaron a
reutilizar los RSO, como aserrines, cascaras de frutas,
estiércol, hojas de árboles y residuos de alimentos,
para compostaje.
La prueba t de Student reforzó estos resultados, donde
p valor = 0,000 < = 0,05, lo cual conllevó a rechazar la
hipótesis nula y aceptar la hipótesis alterna, de manera
similar a lo reportado por Toribio Román, Gonzales
Huamán y Sánchez Araujo. (2014), quienes hallaron
que el porcentaje de generación de RSO es de 58,23 %,
conformados por aserrín, cartón, estiércol, papel,
residuos vegetales y tierra, brindando mayor posibilidad
de reutilizar estos RSO, coincidiendo con Tarapues
Quiroz (2016), quien mencionó que todos estos RSO
se pueden reutilizar en los biohuertos mediante el
compostaje hasta obtener humus de lombriz.