6
EDITORIAL
EDITORIAL
Camila Calles Minero
ORCID: 0000-0002-4936-322X
Partamos de la premisa de que ciencia que no se dice no existe. De ahí la importancia de mostrar y hacer
pública la producción científica que se genera desde los centros de investigación y las instituciones de
educación superior. Para el caso de El Salvador —un país que hasta hace unos años no aparecía en los
indicadores mundiales de generación de ciencia y tecnología— son importantes todos los esfuerzos
editoriales por difundir la ciencia, pero también son relevantes el interés y las energías que pongan los
investigadores por publicar sus hallazgos científicamente.
La producción científica de un país se mide a través de los resultados de investigación y desarrollo
publicados en artículos, de libros, de capítulos de libros; de ponencias, informes técnicos, patentes,
entre otros formatos que difunden la ciencia.
Según el informe anual del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sobre la producción
científica salvadoreña, en 2018 se publicaron 375 artículos. De las áreas de ciencia y tecnología que más
se publica son: Ciencias Sociales (44,29 %), Humanidades (10,13 %), Ingeniería y Tecnología (19,73 %)
,
Ciencias Naturales (7,47 %), Ciencias Médicas (8,27 %) y Ciencias Agrícolas (10,13 %) [Conacyt, 2019].1
Estos artículos son la ventana para que el mundo vea la producción científica salvadoreña. Para el año
el año 2008, El Salvador solamente reportó 145 artículos publicados por los investigadores nacionales
(Conacyt 2018).2 Es evidente que en 10 años aumentó la cantidad de artículos reportados, pero no
son suficientes para mostrar toda la producción científica del país, sobre todo si tomamos en cuenta
que en la Red de Investigadores Salvadoreños hasta abril de 2019 se cuenta con un registro de 1.035
personas que han realizado al menos una investigación,3 y además solo en 2018 se reportó ante
Conacyt la finalización de 544 proyectos de investigación, es decir, que el país tiene producción en
ciencia y tecnología, pero no está disponible en el mundo científico.
1 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2019). “Estadísticas sobre Actividades Científicas y Tecnológicas e Investigación y Desar-
rollo. Sector Educación Superior y Gobierno”.
2 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2018). “Evolución de la Producción Científica en El Salvador 2016-2018”.
3 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2018). “Indicadores de Recursos Humanos en Ciencia y tecnología 2006-2017”.
7
EDITORIAL
En cuanto a los artículos arbitrados en revistas internacionales y registradas por Instituto de
Información Científica (ISI- Institute Scientific Information), el cual registra tres bases de datos:
Science Citation Index, Social Science Citation Index y Art and Humanities Citatation Index. El
Salvador reporta solamente 36 artículos para el 2018, de estos, 12 son de Ciencias Sociales, 10 de
Ciencias Naturales, 6 de humanidades, 6 de Ciencias Médicas y 2 de Ciencias Agrícolas. Para el año
2014, El Salvador solamente reportó 3 artículos en ISI, 2 de Ciencias Sociales y 1 de Humanidades.4
El aumento es significativo si consideramos que esta forma de publicación contribuye a la validación
y el reconocimiento de los resultados de investigación por parte de la comunidad científica mundial.
El Salvador va creciendo cada año en la difusión de su producción científica. De acuerdo con datos
bibliométricos de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana,
hasta 2017 El Salvador reporta 119 productos de difusión científica en la base de datos Scopus, de
los cuales el 57 % son artículos5. Esto significa que poco a poco estamos entrando en la dinámica
mundial de la comunicación científica.
Estos pequeños pasos se han dado, entre otras cosas, gracias a la búsqueda de la mejora continua
por parte de las instituciones de educación superior, que a través de sus medios de comunicación
científica publican los resultados de sus investigaciones, para que el conocimiento generado sea
reconocido no solo por El Salvador, sino más bien por el mundo de la ciencia. Pero, además, se ha
iniciado el camino hacia la calidad editorial en la producción científica y en la eficacia de su difusión.
De ahí que las universidades salvadoreñas están construyendo la infraestructura adecuada para
difundir la ciencia, prueba de ello es la creación de revistas científicas que cada vez más cumplen
con indicadores internacionales para la publicación de artículos.
La Red de Editoriales Académicas y Científicas de El Salvador (Exlibris) trabaja profundamente en ello,
formando en el cumplimiento de estándares mundiales para la publicación de libros, revistas u otras
formas de difusión de la ciencia. De igual manera, el trabajo conjunto del Consorcio de Bibliotecas
Universitarias de El Salvador ha logrado fortalecer los sistemas bibliotecarios y tener repositorios
institucionales que permiten divulgar la producción científica y académica.
4 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2015). “Indicadores de Ciencia y Tecnología en El Salvador 2014”.
5 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2019). “Estadísticas sobre Actividades Científicas y Tecnológicas e Investigación y
Desarrollo. Sector Educación Superior y Gobierno”.
8
EDITORIAL
El camino ya está trazado, por ende, hay que seguir hablando de nuestra ciencia para que sí exista en el
mundo de la ciencia, para que El Salvador aparezca en los indicadores mundiales, pero sobre todo para
que la producción científica salvadoreña se valide, se consideren las recomendaciones finales de cada
trabajo y se replique. El principal reto es para la comunidad científica salvadoreña, la cual debe generar
el conocimiento y los artículos para su difusión en revistas especializadas nacionales e internacionales.
Es por ello que la revista entorno, de la Universidad Tecnológica de El Salvador, presenta su edición
número 68 en la que difunde ciencia salvadoreña para el mundo, y también como una plataforma
para que científicos internacionales muestren su producción, buscando ser parte importante de ese
impulso a la visualización de la labor profesional de los investigadores en sus respectivos campos.