“El éxito de un museo no se mide por el número de
visitantes que recibe, sino por el número de visitantes
a los que ha enseñado algunas cosas, no se mide por
el número de objetos que expone, sino por el número
de objetos que los visitantes han logrado aprender en
su entorno humano, no se mide por su extensión sino
por la cantidad de espacio que el público puede de
manera razonable recorrer en aras de un verdadero
aprovechamiento. Eso es el museo.”
Georges Henri Riviére
Revista de museología
Museo Universitario de Antropología, MUA
Revista anual. Año 11, enero de 2021, n.º 12
ISSN 2078-0664
ISSNE 2378-0664
Autoridades universitarias
Dr. José Mauricio Loucel
Presidente Utec y Rector Honorario Vitalicio
Lic. Carlos Reynaldo López Nuila
Vicepresidente Utec
Ing. Nelson Zárate
Rector
Lic. José Modesto Ventura
Vicerrector Académico
Revista de museología Kóot
ISSN 2078-0664
ISSNE 2307-3942
Editor:
Dr. Ramón D. Rivas
Antropólogo social y cultural
Consejo editorial:
Dr. Héctor Samour
Universidad Centroamericana, UCA
Dr. José Edgardo Cal Montoya
Universidad San Carlos de Guatemala
Dr. David Hernández
Universidad de Hanover, Alemania
Dr. Jaime Alberto López Nuila
Investigador asociado,
Universidad Tecnológica de El Salvador
Arq. Rafael Alas
Museo de Arte de El Salvador
Antropóloga Carmen Molina Tamacas
Periodista cultural
Dr. Rafael Guido Béjar
Académico-consultor
Msc. Laura Zavaleta
Universidad de Barcelona, España
Equipo de apoyo:
Diagramación: Evelyn Reyes de Osorio
Revisión: Noel Castro
Correcciones: Aracely de Hernández
Traducción de textos: Mercedes Carolina Pinto
Fotografía de portada: Guillermo Antonio Contreras
Fotografías de separadores: Guillermo A. Contreras
Revista indexada en Latindex
Enero, 2021
Tels. (503) 2275-8836, 2275-8837
E-mail: museo_utec@yahoo.com
La revista Kóot es una publicación de la Universidad
Tecnológica de El Salvador, editada por el Museo
Universitario de Antropología. Es la primera revista en
su generó, cuyo contenido se centra en la investigación
museológica y en otras ramas relacionadas de la ciencia
desde el punto de vista antropológico. Se abordan temas
referentes a la arqueología, la historia y las artes en
general. Otro objetivo de esta publicación es fomentar el
intercambio académico con universidades e institucio-
nes afines. Los conceptos vertidos en la publicación son
exclusivamente la opinión de sus autores.
Impreso en El Salvador por Tecnoimpresos, S.A. de C.V.
19ª Av. Norte, Nº 125, San Salvador.
Tel. (503) 2275-8861
E-mail: gcomercial@ utec.edu.sv
Licda. Noris López Guevara
Vicerrectora de Investigación y Proyección Social
Ing. Lorena Duque de Rodríguez
Vicerrectora de Operaciones
Dr. Ramón D. Rivas
Director
Dirección de Cultura
Contenido
Prólogo
Dr. José Mauricio Loucel ........................................................... i
Presentación
............................................................................ 5
Dr. Ramón D. Rivas
Hawking responde a las grandes preguntas.
la losofía de Stephen Hawking.
Un comentario sencillo al libro
“Breves respuestas a las grandes preguntas”.
Eduardo Badía Serra ............................................................... 8
Estructura de una broma
Rubén Fúnez ..........................................................................25
El Maíz, fuente de cultura mesoamericana
Ramón D. Rivas ............................................................................. 44
El Arte Taíno
Jaime Alberto López Nuila ............................................................ 55
El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana
Fernando Pérez Memén ........................................................ 65
Los historiantes de Huertas: La danza
de los Moros y Cristianos.
Reynaldo Antonio Rivas ......................................................... 71
Museo Universitario de Antropología, MUA ....................... 89
Catálogos de las exposiciones ............................................... 93
Colaboradores ...................................................................... 95
Pieza del mes ........................................................................ 97
i
Prólogo
El mundo está cambiando rápidamente ante nuestros ojos. El
año 2020 quedó marcado en la historia por acontecimientos que
crearon expectativas e incertidumbre en la humanidad. Dos fueron
de los más relevantes, por su efecto mundial: la pandemia de la
COVID-19 y el cambio de gobierno en Estados Unidos. El primero
todavía está causando sufrimiento y muerte, dejando graves
secuelas en todos los campos de la vida. Y por el segundo, con la
llegada a la Casa Blanca del demócrata Joseph Robinette Biden
Jr. —más conocido como Joe Biden—, se están reorientando las
políticas nacionales e internacionales norteamericanas.
Los efectos de esto en nuestro país son muy impactantes. Pero
aun así hacemos los esfuerzos necesarios para trabajar más y
así enfrentar todos los desafíos. En ese contexto, la Universidad
Tecnológica de El Salvador sigue adelante con sus servicios de
educación superior y con la difusión de la cultura. La publicación
de la revista de museología Kóot es una muestra de esa resiliencia.
Este número contiene temas que connotados cientícos e
investigadores aportaron gentilmente. De su contenido, solo
destacaré, por su profundidad, la cita que hace en su artículo
el Dr. Eduardo Badía Serra de Stephen Hawking: “Nuestro
mundo cambiará enormemente en los próximos cincuenta años:
descubriremos qué sucedió en el big bang. Descubriremos cómo
comenzó la vida en la Tierra. Podremos descubrir si hay vida en
otros lugares del universo. Crearemos hábitats viables para la
especie humana en otros planetas”. Estas son cuestiones que nos
hacen reexionar y ver la realidad, con los pies en la tierra, ante
las oportunidades y los riesgos personales y sociales de cada día.
Siempre estamos muy agradecidos con todas las personas que
hacen posible la publicación de Kóot y con nuestros lectores.
Dr. José Mauricio Loucel
Presidente Utec
Rector Honorario Vitalicio
5
REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
A manera de presentación
Nos llena de satisfacción presentar este número 12 de la Revista de Museología
Kóot, sobre todo porque a pesar de la amenaza que vive el planeta a través de
la pandemia de Covid 19, nos es posible llegar a nuestros queridos lectores a
través de Internet o como medio impreso.
Kóot, indexada en Latindex, llega a los rincones más distantes del mundo gracias
a las autopistas digitales y los buscadores especializados de Google. Tenemos
constancia, gracias a correspondencia, invitaciones a conferencias y congresos
llegados a nuestra redacción, de instituciones cientícas y de académicos que
siguen nuestro trabajo en países tan disímiles como China, Italia, España,
México, Estados Unidos, Argentina y por supuesto El Salvador.
Nuestra Revista especializada llena un vacío y una carencia que existe no solo
a nivel nacional sino a nivel internacional, en un mundo en desarrollo donde
la museografía ha tomado protagonismo como punto de referencia histórica,
antropológica, arqueológica, sociológica, presente con museos temáticos en
todas las megalópolis y urbes del planeta.
Por ello nos es grato presentar la gama de artículos cientícos que componen el
presente número y que van desde el atinado trabajo losóco del Dr. Eduardo
Badía Serra acerca del libro de Stephen Hawking, “Breves respuestas a las
grandes preguntas”.
Doctor en losofía y catedrático de losofía y ética en la Universidad Tecnológica
de El Salvador, Rubén Fúnez nos presenta su artículo titulado “Estructura de
una broma”, un tema poco común pero no menos importante, ya que se busca
demostrar las consecuencias que se desprenden de una broma y quiénes son las
personas que gustan de hacer este tipo de acciones en la sociedad.
Kóot como un órgano ocial de la Universidad Tecnológica de El Salvador es
una revista con un espíritu democrático, abierta a los diferentes puntos de vista
de la museografía y la cultura en general y el único requisito que exigimos a
nuestros colaboradores es el criterio de calidad y ética que conlleva redactar
un ensayo cientíco. Por ello Kóot constituye un instrumento académico de
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
difusión especializada tanto en el ámbito universitario como en los ámbitos
especializados de la multidisciplinaridad cientíca.
Tal como lo dejo plasmado en su importante novela el Premio Nobel
guatemalteco Miguel Ángel Asturias, “Hombres de maíz”, esta gramínea
es parte consustancial de la idiosincrasia y la identidad mesoamericana,
elevándola incluso al carácter de mito fundacional y deidad del panteón de
los pueblos precolombinos mayenses y nahuas que poblaron nuestras tierras.
Por ello me permito presentarles en las páginas de este número mi ensayo
intitulado “El Maíz, fuente de cultura mesoamericana”, donde encontraran
un recuento del vital signicado e importancia del maíz que va desde lo más
elemental de nuestra cotidianeidad, como el hecho de que la tortilla está
presente todos los días tanto en la casa del rico como del pobre, hasta en los
niveles religiosos y antropológicos de esta planta de primera necesidad en
nuestro país y nuestra región.
Se incluyen los artículos del Dr. Jaime Alberto López Nuila, “El Arte Taíno”, en
donde se describe de forma somera el quehacer social y cultural de los pueblos
Taínos; “El predominio intelectual de los mulatos a nes de la dominación
colonial hispana”, del Embajador de la República Dominicana en la República
en El Salvador, Fernando Pérez Memén.
En esta misma línea se inscribe el ensayo histórico antropológico del Licenciado
en Filosofía por la Regina Apostolorum de Roma, Reynaldo Antonio Rivas
“Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos”.
Que disfruten esta entrega de nuestra revista que se engrandece cada día gracias
a sus eles y sabios lectores.
Dr. Ramón D. Rivas
Director de Cultura
MUA
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Universidad Tecnológica de El Salvador
Museo Universitario de Antropología, MUA
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Museo Universitario de Antropología, MUA
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Hawking responde
a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking.
Un comentario sencillo al libro
“Breves respuestas a las grandes preguntas”.
Thawking Answers Great Questions
the Philosophy of Stephen Hawking.
A simple remark on the book
“Brief Answers to the Big Questions”
Eduardo Badía-Serra
Director de la Academia Salvadoreña de la Lengua
Miembro del Senado Consultivo
de la Universidad Tecnológica de El Salvador
ebbserra@yahoo.com.mx
Fecha de aceptación: diciembre 2020
DOI: https://doi.org/10.5377/koot.v0i11.10732
URI: http://hdl.handle.net/11298/1188
Resumen
El autor analiza las respuestas que Stephen Hawking da a lo que él llama “grandes
preguntas”, en su libro póstumo “breves respuestas a las grades preguntas”. El
enfoque es de un grave talante losóco, al margen de su expresión cientíca,
en virtud del tono con que el gran cientíco británico atiende tales cuestiones.
Es, puede decirse, un análisis del pensamiento losóco de Hawking, que, por
supuesto, este trata de ubicar dentro de las más cerradas aristas de las ciencias.
Siempre, él creyó que la ciencia juega un papel denitivo en la resolución de
los problemas del hombre y del universo, e incluso arma que solo las ciencias
pudrían dar tales respuestas. En el libro, las intenta.
Palabras clave: Astronomía - Preguntas y respuestas. Cosmología - Preguntas
y respuestas. Espacio y tiempo - Preguntas y respuestas. Ciencia - Preguntas y
respuestas. Existencia de Dios - Preguntas y respuestas. Metafísica - Preguntas
y respuestas. Hawking, Stephen - Pensamiento losóco.
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Abstrac
The author analyzes the answers that Stephen Hawking gives to what he calls
“big questions” in his posthumous book “Brief Answers to the Big Questions”.
The approach given in this book holds a great philosophical temper--at the mar-
gin of his scientic expression-- in honor to the tone with which the great Brit-
ish scientist takes care of such matters. We could say that it is an analysis of
Hawking´s philosophical thought, which, of course, he tries to place within the
sharpest edges of science. He always thought that science plays a denite role
in the resolution of the problems faced by humans and the universe; he even af-
rms that science is the only one who could provide said answers. In this book,
he tries to answer them.
Key words: Astronomy - Questions and answers. Cosmology - Questions and
answers. Space and time - Questions and answers. Science - Questions and
answers. Existence of God - Questions and answers. Metaphysics - Questions
and answers. Hawking, Stephen - Philosophical thought.
LOS MENSAJES FINALES DE HAWKING.
“Las grandes preguntas de la existencia siguen sin respuesta:
¿Cómo comenzó la vida en la Tierra?
¿Qué es la conciencia?
¿Hay alguien por ahí o estamos solos en el universo?
¿Qué es lo que hace que el universo exista?”
“Nuestro mundo cambiará
enormemente en los próximos
cincuenta años: Descubriremos qué
sucedió en el big bang.
Descubriremos cómo comenzó la vida en la
Tierra. Podremos descubrir si hay vida en
otros lugares del universo.
Crearemos hábitats viables para la especie
humana en otros planetas.”
“Soy optimista.
Miremos a las estrellas y no a los pies.
Seamos curiosos”
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Introducción
En respuesta a muchas preguntas que se le hacían regularmente, Stephen
Hawking, abriendo los contenidos de su archivo personal, nos las revela ahora
en una publicación póstuma, un excelente libro, “Breves respuestas a las grandes
preguntas”. El gran cientíco y lósofo británico responde efectivamente a
grandes preguntas: ¿Hay un Dios?, ¿Podemos predecir el futuro?, ¿Qué hay
dentro de un agujero negro?, ¿Nos superará la inteligencia articial?, ¿Hay más
vida inteligente en el universo?, ¿Deberíamos colonizar el espacio?, ¿Cómo
damos forma al futuro?, ¿Es posible viajar en el tiempo?, ¿Sobreviviremos en
la Tierra?, ¿Cómo empezó todo? Enfoca cada una de ellas separadamente, pero
en su conjunto, se puede ver sin dicultad que tiene él una posición unicada en
un todo que podría resumirse en: ¿Qué hace el hombre en la Tierra?, ¿Cuál es su
papel?, ¿Cómo debe reaccionar ante el futuro? En el fondo, una sola pregunta,
una sola preocupación. Hawking trata de responder bajo el manto de la ciencia,
que siempre le ha sabido cobijar, pero no puede marginarse que hay en él una
búsqueda de carácter losóco y teológico incluso, por más que siempre haya
tratado de expresar su rechazo, aunque moderado, a estas dos formas de conocer.
Su amigo y colega Kip S. Thorne, que prologa el libro, expresa al nal de este
que Hawking siempre se sintió atraído por las grandes preguntas, al margen de
si eran cosa de la ciencia o no. Y puntualiza muy sintetizadamente las respuestas
que él da, respuestas estas que intentaré detallar un poco más en las páginas que
siguen, procurando respetar las propias expresiones del autor y de interpretar lo
mejor posible sus contenidos y el sentido que él quiere darle.
En primer lugar, su armación y muy defendida posición de que el universo
tuvo un comienzo, que debió haber comenzado en un tiempo nito, con lo cual
no puede ser innitamente viejo. Es en las singularidades donde comenzó el
espacio-tiempo, dice. Aquí confronta con Einstein, aunque al nal, pareciera
haber un acuerdo, más porque este último modicara su posición inicial de un
universo estable e invariable, que porque Hawking cambiara la suya. Recordemos
que ambos genios nunca se conocieron personalmente, pues Einstein murió
cuando Hawking era solo un niño. En opinión de Hawking, el universo debió
haber comenzado en algún tipo de estado singular, hace aproximadamente unos
10,000 millones de años. Sus trabajos con su amigo y colega Roger Penrose
concluyeron en que en el centro de un agujero negro se aloja una singularidad en
la que el tiempo termina, aunque, como ya he citado, es en las singularidades en
donde también comenzó el espacio-tiempo. Es importante reseñar esto porque
debemos recordar que la ciencia reconoce que, para las singularidades, ella no
tiene explicación válida. Esta es una limitación que siempre encuentro en las
posiciones de Hawking cuando trata de sostener que sólo la ciencia es capaz de
explicarse las grandes preguntas, a pesar de que concluye siempre también de
que hoy por hoy dichas explicaciones fallan.
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Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Hay un enfoque también muy pronunciado en sostener sus dos famosas teorías de
la “temperatura de Hawking” y de la “radiación de Hawking”, verdaderamente
radicales, y que, dice Thorne, “abrieron los ojos a conexiones profundas entre
la realidad general, (agujeros negros), la termodinámica, (la física del calor),
y la física cuántica, (la creación de partículas donde antes no había ninguna).
Con ello, Hawking llegó a su demostración de que en los agujeros negros hay
entropía, su famosa “entropía residual”, con lo cual estos son seres aleatorios,
aleatoriedad que debe ser proporcional al área de la supercie del agujero. Cita
Thorne que, en la lápida mortuoria de Hawking en la Abadía de Westminster en
Londres, donde yacen sus cenizas entre las de Isaac Newton y Charles Darwin,
está grabada la fórmula para calcular la “temperatura de Hawking”, y que pronto,
la fórmula para calcular la entropía residual de un agujero negro será grabada
también en la piedra memorial de Hawking en el College Gonville and Caius
Cambridge, Inglaterra, donde trabajaba. Los cientícos son muy dados en grabar
esos recuerdos en lápidas y otros monumentos: Solamente deseo recordar aquí
que en la lápida mortuoria de Werner Heisenberg se ha grabado una frase que
reeja su famoso principio de incertidumbre, que más o menos dice que allí
reposan, “en algún lado”, no en uno preciso, los restos del gran cientíco alemán;
y también, que en la lápida de otro gran cientíco germano, Ludwig Boltzmann,
se dejó grabada su fórmula inicial para el cálculo de la entropía absoluta, S
= k log W, transformada luego a la forma S = k ln W. Hawking, sobre la base,
aunque no sólo de sus estudios sobre los agujeros negros, siempre razonó que si
se llegaba a un punto de unión y complementación entre la física cuántica y la
relatividad general, debía dar como resultado la destrucción de la información.
—Pienso yo—, detendría el avance del universo. Einstein también sostuvo una
posición similar, aunque expresada en términos diferentes. Decía él que “algo
faltaba en la física cuántica” que la hacía cientícamente incompleta, lo que le
llevó a las profundas y ahora muy convenientes discusiones con su gran amigo y
colega Bohr. A pesar de ello, Hawking sostiene al nal, matizando su posición,
que “la información no se pierde, pero no se recupera de manera útil”. Es, dice,
“como quemar una enciclopedia, pero reteniendo el humo y las cenizas”.
La preocupación de Stephen Hawking sobre las grandes preguntas fue siempre
permanente y maniesta. Él mismo arma que la ciencia se encuentra cerca
de algunas de las respuestas, pero todavía estas respuestas no se tienen. En
algunas ocasiones, arma que la losofía y la teología no sólo no son referentes
adecuados y oportunos al caso, sino que más bien estos enfoques son limitados
y hasta perjudiciales. En “Agujeros negros y pequeños universos”, (Tribuna,
Plaza y Janes Editores, 1993, Barcelona) ya nos lo va diciendo. Los cientícos
son muy dados a reconocer sus errores, y a cambiar sus posiciones, con lo cual
revelan y conrman el carácter no dogmático de la ciencia. En esta oportunidad,
Hawking nos va diciendo, (VI. Mi posición), que “Quienes deberían estudiar y
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Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
debatir tales cuestiones, los lósofos, carecen en su mayor parte de preparación
matemática suciente para estar al tanto de las últimas evoluciones registradas
en la física teórica…”, y es hasta cáustico cuando continúa a renglón seguido que
“…Existe una subespecie, la de los llamados lósofos de la ciencia, que tendría
que hallarse mejor equipada al respecto…”. Ahora, en este nuevo libro póstumo,
ha dejado dicho que “…Mientras haya vida, hay esperanza”, esperanza que, sin
temor a equivocarme, él la cifra en la ciencia, aunque en un lugar muy recóndito
de su mente acepte que alguna probabilidad existe de que no sea la ciencia sino
la losofía y la religión quienes puedan llegar a una respuesta, aunque sea sólo
más cercana. Hawking es, sin duda alguna, un hombre de fe, pero un hombre
de una fe no convencional, sino una fe en un ser superior, no personal. Einstein,
de nuevo, participaba de una fe similar; baste recordar su pensamiento cuando
hablaba del eterno retorno y del sentimiento cósmico religioso.
Hawking fue siempre un hombre anclado en la realidad, pero profundamente
inuido por la ciencia. Ese fue su carácter denitivo. La ciencia no le de
respirar otros ambientes, al menos de manera tan profunda y seria como lo hizo
en aquella. La ciencia le hizo negar, diciéndolo de alguna manera, la religión, el
mito, la tradición, la losofía. Muy a pesar de ello y de una mente centrada en
la ciencia, comprendió que el hombre, al margen de que debía buscar afanosa y
necesariamente una respuesta a esas grandes preguntas que ya hemos señalado,
también tenía otras preocupaciones, otros grandes desafíos, ¿cómo alimentar
a una población en creciente crecimiento, proporcionar agua limpia, generar
energía renovable, prevenir y curar enfermedades, y frenar el cambio climático
global? Aquí en esto último hago alguna consideración. Habla él de un “cambio
climático global”, de origen natural, propio de la dinámica universal misma,
y no de un cambio climático local, y menos aún producido por el hombre,
presionado este siempre por la creencia en su antropocentrismo radical y fatal,
y en su creencia de que es el hombre quien debe dictarle a la naturaleza cómo
debe conducirse, y no al revés.
1
¿Hay un Dios?
Resumamos: Según Hawking (2018) “¿Cómo encaja la existencia de Dios
en su comprensión del inicio y del nal del universo? Y si Dios existiera y
usted tuviera la oportunidad de encontrarse con él, ¿qué le preguntaría?” (p.
52). Así orienta Hawking las preguntas sobre si hay un Dios, y las responde:
Cree que el cómo empezó el universo no fue una cosa escogida por Dios por
razones que no podemos comprender, sino que fue determinada por una ley
de la ciencia. Él acepta que pueda llamarse Dios a las leyes de la ciencia, pero
no sería un dios personal al que pudiera encontrarse y preguntarse tales cosas.
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Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Respuesta si se quiere elusiva, a lo lejos, metafísica, de una metafísica ligera e
insustancial, si es que, como veremos más tarde, las leyes actuales de la ciencia
no responden a la pregunta por los primeros instantes, y parece que no hay más
acercamientos a ello, superando los tiempos, los espacios y las masas de Planck
determinadas con el uso de sus “Constantes Naturales”. (Hawking, 2018, p.
52). Pero veamos cómo fundamenta Hawking sus respuestas a la pregunta de
¿Hay un Dios? Primero aclara que no tiene ningún resentimiento hacia Dios,
ni quiere dar la impresión de que él ha tratado de refutar su existencia. Esto
es muy importante de comprender. Es un hombre de fe, indudablemente, pero
su fe la expresa de manera diferente, es una especie de “sentimiento cósmico
religioso”, al decir de Einstein, que delata su profunda confrontación interna
ante esta incógnita universal e innita. Claro que objeta: Si se acepta, como él
lo hace, que las leyes de la naturaleza son jas, ¿Qué papel queda para Dios?
Aquí expresa un determinismo total, que luego confronta cuando hace entrar
la indeterminación introducida por Heisenberg. Conocer la mente de Dios es
conocer las leyes de la naturaleza. Cree, tajantemente, que para nales del
siglo actual, el hombre, a través de la ciencia, conocerá la mente de Dios,
pero luego entra en la contradicción: ¿Será la existencia de Dios una pregunta
válida para la ciencia?, a pesar de que insiste en armar que el universo fue
creado espontáneamente de la nada, según esas leyes, que “pueden, o no, haber
sido decretadas por Dios, pero este no puede intervenir para transgredirlas, o
no serían leyes”, con lo cual deja a Dios la libertad de elegir el estado inicial
del universo, pero incluso aquí, como habría leyes, Dios no tendría ninguna
libertad. Yo siento que, Hawking sostiene que Dios es la única forma de abordar
el origen del universo, y que en este abordaje, el papel desempeñado por el
tiempo es la clave denitiva para eliminar la necesidad de un gran diseñador y
para revelar cómo el universo se creó a sí mismo. El origen nito del tiempo es,
pareciera, para Hawking (2018), la solución a la contradicción, y lo remarca:
“Cuando la gente me pregunta si Dios ha creado el universo, les digo que la
pregunta no tiene sentido. Antes del big bang el tiempo no existía, y por lo tanto
no había un tiempo en que Dios pudiera hacer el universo” (p. 52). Bien, pero
¿es que el “todo” sólo está constituido por el universo? ¿Quién puede armar
que fuera del universo no exista algo, superior innitamente? Y, además, a pesar
de la profunda, cientícamente demostrada por él, teoría de que el tiempo tuvo
un comienzo, este es ahora un asunto no aceptado y más bien debatido por la
comunidad cientíca.
Hawking “tiene fe”, él mismo lo arma y lo acepta. Y su fe la lleva a aceptar que
no hay Dios. Así lo expresa. “No hay cielo ni vida futura”. ¡Terrible armación!
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Badía-Serra, Eduardo. Hawking responde a las grandes preguntas.
La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
2
Pero, entonces, ¿Cómo empezó todo?
Yo siempre, en los escritos de Hawking, me he preguntado por qué él usa
el término Dios tanto en minúsculas como en mayúsculas; y no creo que
sea razonable pensar que ha sido por mera distracción o por que ello sea de
poca importancia. Más bien pienso que en él, como en todos los hombres y
probablemente más en él, que fue una mente inquieta como la de todo cientíco,
esto le oprimía. Pienso que nunca pudo liberarse de tal opresión.
Igual que Penrose, sostenía que el universo “debió” haber tenido un comienzo.
Matemáticamente, esto pareciera irrefutable, y ello no se opone a la visión
teológica y losóca. El asunto es que dicho comienzo parecería no explicable
por la ciencia. El mito y la religión lo explican muy bien. Para la ciencia,
el universo comenzó con el big bang, término despectivo en su origen, y
ello dejaba sin efecto la relatividad general, restándole validez, que, como es
aceptada y demostrada cientícamente, dejaba fuera del alcance de la ciencia
tal explicación.
Aquí recurre Hawking al principio antrópico, que en su forma dura, como
sabemos, arma que el universo tiene que ser más o menos como lo vemos
porque de otra manera no habría nadie para observarlo. El concepto de tiempo
sólo existe en el universo, y en el hombre, agregaría yo. ¿Dios juega a los dados,
o es un jugador empedernido? (Hawking, 2018, p. 68)
¿Y el hombre?
Siempre pensó Hawking que el hombre, como forma de vida inteligente, y
pudiendo dominar la técnica de los viajes espaciales, debería prepararse para
trasladarse a otra estrella. De otra forma, la vida en la tierra estaría condenada
al fracaso. La vida en la tierra comenzó hace unos 500 millones de años, por
una especie de generación espontánea. La evolución humana, por su lado,
comenzó en su etapa crítica, con el desarrollo del ácido desoxirribonucleico
(ADN), el desarrollo del lenguaje, y en lo particular, el lenguaje escrito, que
signica que la información puede transmitirse de generación en generación no
sólo por medio del ADN. Dice Hawking, y esto es muy relevante para nuestra
comprensión de nosotros mismos, que: “La cantidad total de información útil
en nuestros genes es probablemente algo así como cien millones de bits, siendo
un bit, la información que posibilita una respuesta del tipo sí o no” (Hawking,
2018, p.87). Calculando un poco, concluye que “un ser humano es equivalente
a unos cincuenta libros de Harry Potter, y una gran biblioteca nacional puede
contener alrededor de cinco millones de libros, esto es, más o menos, 10,000
millones de bits. La cantidad de información transmitida en libros o por internet
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La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
es unas 100,000 veces mayor que en el ADN”. Y ello le lleva a considerar que
la información útil del hombre en su ADN probablemente ha cambiado en sólo
unos pocos millones de bits, con lo que la evolución humana de tipo biológica
es de sólo un bit por año. Ello, acoto yo, debiera llevar a la reexión de aquellos
que pretenden que el hombre pueda frenar el cambio climático global.
Hawking cree a pie tendido en la posibilidad, y más bien, en la necesidad, de los
“superhumanos”. Si el hombre no se vuelve un “superhumano”, y permanece
como humano no mejorado, no podrá competir con ellos, morirá, o en el mejor
de los casos perderá importancia. Hay pues, que “rediseñar a la especia humana”
para reducir el riesgo de su destrucción o de su autodestrucción. Esta será evitable
haciendo del hombre un ser inmigrante, no por supuesto al sueño americano,
acoto, sino más bien emigrar y colonizar otras estrellas o planetas, eso sí, estrellas
o planetas cercanas para no hacer imposible para nuestras condiciones el tiempo
del viaje. Hawking cree en la existencia de muchas otras estrellas cuyos planetas
alberguen vida. Y la Tierra no ha sido “visitada por otros ‛seres’”, (los ovnis no
contienen seres del espacio exterior), porque de ser así, la visita de extraterrestres
hubiera sido “mucho más maniesta y probablemente más desagradable”.
Concluye Hawking (2018) diciendo que “un encuentro con una civilización
más avanzada, en nuestra etapa actual, podría resultar un poco como cuando los
habitantes originales de América conocieron a Colón” (p. 95), y no cree él que
mejorarían con tal encuentro.
3
La “teoría de variables ocultas” y la predicción del futuro.
La visión de Laplace del determinismo cientíco fue socavada por el
indeterminismo del principio de incertidumbre de Heisenberg, de acuerdo
con la cual no sería posible predecir el futuro. ¿Cómo puede predecirse el
futuro si ni siquiera se pueden conocer con suciente exactitud la posición y
la velocidad de una partícula? Esto, por cierto, es una crítica al absolutismo de
las computadoras, que, por muy poderosas que estas sean, si se le introducen
datos decientes producirán predicciones decientes. Como hemos dicho ya,
Einstein no aceptaba que la naturaleza actuara aleatoriamente, a pesar de sus
dudas internas en cuanto al asunto. Cuando dijo “Dios no juega a los dados”,
se siente que lo dijo dudando de ello. Él creía que la incertidumbre era una
cuestión provisional, y que en el fondo la naturaleza era determinista y en ella
todo estaba denido.
Esta visión de Einstein es lo que se conoce ahora como teoría de variables
ocultas, con lo cual trataba de conciliar incorporando el principio de
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incertidumbre a su posición determinista. Hawking pensaba que esta teoría era
incorrecta, como parece haber comprobado el físico británico John Bell. Según
esta comprobación, Dios está sujeto también al principio de incertidumbre. Dios
juega a los dados con el universo, y Hawking siempre remarcó ello diciendo
que no sólo jugaba a los dados, sino que era un jugador inveterado. Esto es
importante de considerar, aunque sin embargo el que Dios juegue a los dados
con el universo no signica, al menos necesariamente, que no haya sido Él
quien lo creó.
Hawking, ante la pregunta de si las leyes que rigen el universo permiten predecir
exactamente lo que va a suceder en el futuro, responde que “la respuesta breve
es no, y sí”, y la dicultad la hace residir, no en las leyes de la ciencia sino en la
dicultad de los cálculos. (Hawking, 2018, p. 101)
4
¿Es posible viajar en el tiempo?
¿Tiene algún sentido organizar una esta para viajeros en el tiempo? ¿Esperaría
que alguien regresara del futuro? Así se pregunta Hawking, resumiendo la
respuesta a este enigma natural muy coloquialmente:
“En 2009 organicé una esta para viajeros del tiempo en mi College,
Conville y Caius en Cambridge, para una película sobre viajes en el
tiempo. Para asegurarme de que sólo llegaran viajeros genuinos en
el tiempo, no envié las invitaciones hasta después de la esta. El día
señalado, me senté en la universidad esperando, pero nadie vino. Me
decepcionó, pero no me sorprendió, porque había demostrado que si
la relatividad general es correcta y la densidad de energía es positiva, el
viaje en el tiempo no es posible. Me hubiera encantado que alguna de
mis suposiciones hubiera sido falsa”. (Hawking, 2018, p. 142)
Veamos: Lo que Hawking comprueba con su esta, esto es, no puede viajarse
en el tiempo, luego lo matiza. No puede ello ser posible, aunque no de manera
absoluta. Su conclusión en este caso es que “los viajes espaciales rápidos o los
viajes en el tiempo no pueden ser descartados por nuestra comprensión actual,
aunque causarían grandes problemas lógicos, así que es esperable que haya una
ley de protección cronológica que evite que ‘las personas regresen y maten a
nuestros padres’” (Hawking, 2018, p. 143). Esto tiene su explicación.
Ha habido muchos intentos para demostrar que es posible viajar en el tiempo.
Hawking reere algunos de ellos: Kurt Godel, el matemático, encontró en 1948
una solución a las ecuaciones de campo de la relatividad general que representa
un universo en el que todo su conjunto está girando, con lo cual, en un universo
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así, una nave espacial podía partir y regresar antes de haber partido. Esto molestó
a Einstein, quien no aceptó que su relatividad general pudiera demostrar tal
cosa, y aparentemente, el error de Godel fue el no considerar que el universo se
expande. Otro intento de demostrar la posibilidad de viajar en el tiempo es el de
las llamadas cuerdas cósmicas viajando una respecto a la otra casi a la velocidad
de la luz. Un tercer intento, expone Hawking, es el del llamado Efecto Casimir,
muy conocido. Un cuarto intento que él describe es el de la teoría de la “Suma
de Historias”, expuesta por el físico Richard Feynman:
Según la teoría cuántica, el universo no tiene una única historia sino
todas las historias posibles, cada una de ellas con su propia probabilidad;
pero en algunas historias, el espacio-tiempo estará tan curvado que
los objetos como los cohetes podrán viajar al pasado. Esto es lo que
precisamente Hawking intentaba ver en su esta. Pero resulta que cada
historia es completa y autónoma, y describe no sólo el espacio-tiempo
curvo sino todos los objetos que contiene, por lo que un cohete no
puede transferirse a otra historia alternativa cuando regresa de nuevo,
es decir, todavía se encuentra en la misma historia, que tiene que ser
autoconsistente. ¿A qué lleva lo anterior? A demostrar que si el espacio-
tiempo está tan deformado que las posibilidades de viajar en el tiempo
son realmente muy pequeñas, reducidas a una región microscópica.
Eduardo Badía Serra
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Hawking comienza su argumentación exponiendo, a manera de ilustración, las
características de las diferentes geometrías no euclidianas, particularmente las
de Riemann y Lovachevski, así como la conexión existente entre el espacio
y el tiempo en el espacio-tiempo. Ello para poder demostrar posteriormente
que todo lo que se necesita para viajar en el tiempo es una nave espacial
que pueda viajar a una velocidad mayor que la velocidad de la luz; pero ya
Einstein había predicho que para ello se necesitaría una potencia innita. La
evidencia, ahora ya irrefutable, de que el espacio y el tiempo están deformados,
y la imposibilidad de viajar a una velocidad mayor que la de la luz, hacen que la
posibilidad de viajar en el tiempo regresando al pasado sea innitesimalmente
muy pequeña. No pueden descartarse tales posibilidades, y Hawking señala que
la posibilidad real para que ello suceda es que se compruebe experimentalmente
la teoría M, esto es, una teoría que unique la teoría de cuerdas, y que la
esperanza de unir la relatividad general con la teoría cuántica en una “Teoría
del Todo”. En ella, el espacio-tiempo debería tener once dimensiones y no sólo
las cuatro que experimentamos; de estas once dimensiones, siete, dice Hawking
(2018), “están acurrucadas en un espacio tan pequeño que no las notamos”,
(p. 142) y sólo los cuatro restantes, las que conocemos, son bastante planas y
constituirían lo que se llama espacio-tiempo. Pero si se lograra que las cuatro
dimensiones planas conocidas del espacio-tiempo se mezclaran con las siete
desconocidas altamente curvadas o deformadas, la posibilidad de viajar en el
tiempo sería entonces mayor.
5
¿Sobrevivir en la Tierra o colonizar el espacio?
En mi opinión, Hawking pareciera señalar que el hombre está siendo sujeto de
tres ataques que lo obligarán, para él sin ninguna duda, a escapar de la Tierra
colonizando el espacio. No hay posibilidad alguna de que el hombre pueda
sobrevivir en la Tierra, en los términos de un mediano plazo.
Primero, un ataque de la naturaleza: Hawking reconoce el cambio climático y
el calentamiento global, lo hace dramáticamente y señala al hombre como su
causante, pero cree que ambos fenómenos pueden revertirse con la tecnología
de la que ya se dispone al momento, y que lo que hace falta es voluntad política.
El hombre, dice, se está quedando sin espacio, y los únicos que le estarán
disponibles se encuentran en otros mundos.
Segundo, un ataque del hombre mismo contra mismo: La Tierra puede ser
destruida por un ataque nuclear, por efecto de una guerra nuclear. El hombre se
está acercando progresivamente a esta posibilidad, como producto de la ceguera
y la necedad de los principales dirigentes políticos.
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a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Y nalmente, un ataque espacial: Hawking cree que el universo no es un lugar
muy amigable, y menos, atractivo; antes bien, es un lugar violento, poblado
por seres violentos, como las supernovas, los agujeros negros, los asteroides,
etc. Estos seres podrían desencadenar procesos que podrían terminar con la vida
en la Tierra.
Hay, pues, para él, “razones por las cuales deberíamos aventurarnos en el espacio,
en lugar de quedarnos quietos” (Hawking, 2018, p. 148). Como el hombre es
un explorador natural, cosa que le eleva espiritualmente y le ennoblece, así
dice, que este salga de la Tierra es una necesidad y un deber, visto esto bajo
una escala de globalidad. Explorar otros sistemas solares puede ser la única
salvación. Si esto no se hace, la catástrofe es inminente, e incluso la sitúa muy
tajantemente en un año, el año 2600. Para ese año, dice, “toda la población
estaría en pie, hombro contra hombro, y el consumo de electricidad haría que la
Tierra brillara al rojo vivo. Si fuéramos poniendo uno al lado de otro los nuevos
libros que van siendo publicados tendríamos que movernos a unos 60 km/h
para mantener el ritmo con el extremo de la línea. Por supuesto, hacia 2600,
los nuevos trabajos artísticos y cientícos vendrán en formatos electrónicos en
lugar de libros y documentos físicos. Sin embargo, si continuara ese crecimiento
exponencial, aparecerían diez nuevos artículos por segundo en mi especialidad
de física teórica y no habría tiempo para leerlos” (Hawking, 2018, p. 152).
¿Cuál es la alternativa? Y aquí vuelve a remarcar en la necesidad de unir la
relatividad general con la teoría cuántica en una teoría única del Todo”, la única
forma que el hombre tendría para poder dominar la naturaleza. Ello, unido a que
la tecnología permita que pueda aumentarse la complejidad del ADN humano
de tal forma que no sea necesario esperar el lento proceso de la evolución
biológica, llevando a un rediseño total y completo del hombre en los próximos
mil años. En síntesis, Hawking apunta aquí al diseño de humanos mejorados
altamente, con todo y los problemas sociales y políticos que ello acarrearía
en relación con los humanos que permanecieran no mejorados. En el fondo,
que los sistemas electrónicos puedan avanzar y situarse delante de los sistemas
biológicos, o al menos al mismo nivel. Hawking dice que eso le preocupa y no
lo desea, pero debe aceptarlo porque será inevitable, no en los próximos cien
años, pero sí antes que nalice el milenio.
¡Hay que prepararnos para el espacio! Esto lo viene señalando ya desde
principios del siglo. Hablaba entonces de la “civilización poshumana”, del
hombre geneticum y del “Armagedón tecnológico”. Ahora, en sus breves
respuestas a las grandes preguntas, lo conrma y vuelve sobre ello. ¡Hay que
colonizar el espacio!, dice, y ello, para él, no será caro en relación con otros
gastos que el hombre hace sobre asuntos menos sustantivos.
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a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Primero, dice, la Luna; luego, Marte. Esos son los primeros pensamientos.
Pero Hawking no confía mucho en ellos como un lugar para vivir sino más bien
como una base para viajar luego al sistema solar. A Marte, incluso, lo siente
frágil y además la llegada del hombre podría contaminarlo o contaminarse él
mismo con su contacto, contaminando a la Tierra si hay un retorno. Más bien,
piensa él en Júpiter y Saturno, en las lunas de estos planetas; y, saliendo ya
del sistema solar, en aquellos espacios que se estima que son parecidos a la
Tierra, y que están en la forma de ser habitados. Propone diez, de los cuales
habla de “Próxima b”.
Reconoce Hawking que estas son posibilidades inmensamente remotas, pero
que no son asunto de ciencia cción sino de ciencia real. Está seguro de que
deben buscarse y encontrarse opciones. Y de nuevo, ello lo ve en la unión
de la relatividad general con la teoría cuántica, como ya se ha dicho, así
como en el desarrollo del hombre modicado, del “hombre poshumano”, del
“hombre geneticum”.
Hawking pareciera fantástico en cuanto a este tema. Pero él es Stephen Hawking,
y sus repuestas vienen de un genio, con lo cual de ninguna manera podrían
desestimarse. Es probable que tenga razón, y que sean las limitaciones expectativas
del hombre actual las que no permitan leer el futuro tal y como él lo hace.
6
¿Nos sobrepasará la inteligencia articial?
Este pareciera ser un asunto de gran debate mundial en los círculos cientícos
y tecnológicos, probablemente debido al avance extraordinario de los sistemas
computacionales y de otros tipos. Hawking es consciente de que la inteligencia
articial ayudaría a la humanidad a resolver muchos de los graves problemas
que la aquejan, particularmente en áreas tan sensibles como la salud, la
alimentación, los procesos productivos, etc.; pero también lo es en el sentido de
los graves problemas que podría ocasionar su mal uso, uno de estos, por ejemplo,
que señala repetidamente, la inadecuada manipulación del ADN. Sin embargo,
aconseja que el hombre no tema al cambio sino haga que este funcione a su favor.
“Cuando inventamos el fuego dice -nos equivocamos repetidamente y luego
inventamos el extintor. Pero con tecnologías más poderosas como por ejemplo
armas nucleares, biología sintética e inteligencia articial fuerte, deberíamos
planicar el futuro y tratar de hacer las cosas bien a la primera, porque puede ser
la única oportunidad que tengamos. Nuestro futuro es una carrera entre el poder
creciente de nuestra tecnología y la sabiduría con que la usemos. Asegurémonos
de que gane la sabiduría”. Aquí, sólo acoto: El hombre produce la tecnología, en
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este caso, la inteligencia articial, y la usa; está en el hombre, entonces, denir
hasta cuándo y cómo.
Hawking insiste en su concepto del poco desarrollo del cerebro humano, cosa
que viene siendo señalada por él en muchos de sus escritos. Para él, no hay
diferencia signicativa entre cómo funciona el cerebro de una lombriz y la
computadora; y tampoco, hay mayor diferencia entre el cerebro humano y el
de una lombriz de tierra. Concluye:” Por lo tanto, las computadoras pueden, en
principio, emular la inteligencia humana o incluso superarla”. Utiliza el genio
inglés un silogismo extremadamente clásico en mi concepto, cuando hace tal
comparación y deriva tal conclusión. Y continúa comparando, sobre la base de
lo anterior: “Cuando una inteligencia articial supere a los humanos en el diseño
de más inteligencia articial, de modo que pueda mejorarse recursivamente
a sí misma sin ayuda humana, podemos enfrentarnos a una explosión de
inteligencia que nalmente de lugar a máquinas cuya inteligencia supere a la
nuestra en más de lo que la nuestra supera a la de los caracoles”. Aquí, el asunto
es que la computadora pueda mejorarse sin ayuda humana, recursivamente dice
Hawking; pero la mayoría de autores, no todos ciertamente, consideran que
esto no será posible, y que las máquinas seguirán dependiendo del hombre.
Pareciera que a Hawking le preocupa que la inteligencia superior pueda superar
a la inteligencia humana, produciendo máquinas “altamente inteligentes como
la ciencia cción”, pero observa y anticipa que descartar tal posibilidad sería
un error, y, dice, “potencialmente nuestro peor error”. Ello suena un tanto
determinista, y fatalista si se quiere.
En este caso de la inteligencia articial, Hawking, repetidamente, mantiene
dudas ocultas pero reales. No puede negarse que, como cientíco y admirador
de la ciencia que es, simpatiza con la idea de que esta pueda superar al hombre
e incluso dominarlo, una de las opciones, la inteligencia articial; pero advierte
repetidamente sobre tantos peligros, a la vez que revierte señalando por otro
lado tantas ventajas para la humanidad. “El éxito en la creación de inteligencia
articial – dice – sería el mayor acontecimiento en la historia de la humanidad.
(Hawking, 2018, p. 176)
“Pasamos mucho tiempo estudiando historia que, seamos sinceros, es sobre
todo la historia de la estupidez. Así pues, es un cambio bienvenido que la gente
esté estudiando, en lugar de eso, el futuro de la inteligencia” (Hawking, 2018,
p. 183); pero casi a continuación, previene: “Por desgracia, (este éxito, este
acontecimiento), podría ser el último, a menos que aprendamos como conjurar
sus riesgos……Mientras que las formas primitivas de inteligencia articial
desarrolladas hasta ahora han demostrado ser muy útiles, temo las consecuencias
de crear algo que pueda igualar o superar a los humanos”.
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La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Entre sus entusiasmos y sus sobresaltos sobre esto de la inteligencia articial,
no cabe duda de que él, el cientíco, se entusiasma con tal desarrollo, pero
también él, el lósofo, se preocupa por sus efectos. De que la inteligencia
articial superará la inteligencia humana, parece, sin embargo, y al margen de lo
anterior, que Hawking no tiene duda, a pesar de que siempre también armaba
que la imaginación era el atributo más poderoso del hombre, y de que la mente
humana era algo increíble, y más aún si sabe acompañarse de la investigación
y el asombro.
7
Algunas impresiones nales
Según Hawking (2018) los restos de Stephen Hawking se encuentran enterrados
en la abadía de Westminster, entre los de Isaac Newton y Charles Darwin. Su
voz, en el momento de su entierro, fue transmitida telescópicamente por un
radiotelescopio hacia un agujero negro. Semejante homenaje, semejante
reconocimiento, es, justamente, único, pero justo.
Stephen Hawking fue un eterno esclavo de la ciencia. Creyó en ella ciegamente.
Creyó que la ciencia lograría hacer que el hombre superara y resolviera todos
sus problemas. También, que la ciencia respondería a las grandes preguntas.
Todo lo supeditó a la ciencia.
A pesar de ello, al momento de su muerte, los grandes problemas del hombre no
han sido resueltos, y las grandes preguntas eternas siguen sin respuesta. Él cree
que al nal, y muy pronto, ambos asuntos encontrarán la solución, pero tiene
desconanza y temores, y estos precisamente residen en el hombre mismo, y no
en sus productos cientícos. Bajo ese pensamiento murió.
Como cientíco ya se ha dicho todo. Como lósofo, que lo fue y en gran medida,
siempre fue crítico de la corriente tradicional. Vio a la losofía de otra manera,
tal y como tantos otros lósofos-cientícos actuales de la talla de Penrose, de
Heisenberg, de Schrodinger, de Prigogine. Fue un conocedor de la historia de la
losofía, la que estudió mucho, tanto como criticó sus caminos.
Creo que Hawking reconoció que no hay hoy por hoy respuestas a las grandes
preguntas. No es su culpa. Mientras la ciencia no entre en el conocimiento
de lo que sucedió antes de los tiempos, de los espacios y de las masas de
Planck, no habrá respuesta sobre el universo; mientras no se logre descifrar
el misterio del primer coacervado, no habrá respuesta para la vida; mientras
no se encuentre el sentido último del hombre en la vida, no habrá respuesta
para la humanidad.
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La losofía de Stephen Hawking. Un comentario sencillo al libro Breves respuestas
a las grandes preguntas. Págs. 8-23.
Pero el universo es un enigma. Stephen Hawking intentó descifrarlo, no lo
logró, aunque siempre creyó que alguien más lo lograría, y ese alguien tendría
que apoyarse, sin duda para él, en los brazos de la ciencia. (pp.144-160)
Reexión del autor
Referentes bibliográcos
Hawking, S. (2018). ¿Cómo empezó todo? Breves respuestas a las grandes
preguntas (p. 68) [versión de Adobe Acrobat Reader]. Recuperado de
http://www.librosmaravillosos.com/breves_respuestas_a_las_grandes_
preguntas/pdf/Breves_resp
Hawking, S. (2018). ¿Cómo empezó todo? Breves respuestas a las grandes
preguntas (p. 142) [versión de Adobe Acrobat Reader]. Recuperado de
http://www.librosmaravillosos.com/breves_respuestas_a_las_grandes_
preguntas/pdf/Breves_resp
Hawking, S. (2018). ¿Es posible viajar en el tiempo? Breves respuestas
a las grandes preguntas (pp. 142-143) [versión de Adobe Acrobat
Reader]. Recuperado de http://www.librosmaravillosos.com/breves_
respuestas_a_las_grandes_preguntas/pdf/Breves_resp
Hawking, S. (2018). ¿Hay un dios? Breves respuestas a las grandes preguntas
(p. 52) [versión de Adobe Acrobat Reader]. Recuperado de http://www.
librosmaravillosos.com/breves_respuestas_a_las_grandes_preguntas/
pdf/Breves_resp
Hawking, S. (2018). ¿Sobreviviremos en la tierra? Breves respuestas a
las grandes preguntas (pp. 144-160) [versión de Adobe Acrobat
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Hawking, S. (2018). Breves respuestas a las grandes preguntas [versión de
Adobe Acrobat Reader]. Recuperado de http://www.librosmaravillosos.
com/breves_respuestas_a_las_grandes_preguntas/pdf/Breves_resp
Sanz Lastra, S. (2018). Frases de Stephen Hawking para reexionar. Recuperado
de https://es.linkedin.com/pulse/frases-de-stephen-hawking-para-
reexionar-santiago-sanz-lastra-axa-
Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Cuenco
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
Estructura de una broma
Structure of a joke
Rubén Fúnez
Doctor en Filosoa y catedrático de losofía y ética
Universidad Tecnológica de El Salvador
ruben.funez@utec.edu.sv
Fecha de aceptación: diciembre 2020
DOI: http://dx.doi.org/10.5377/koot.v0i10.6699
URI: http://hdl.handle.net/11298/785
Palabras clave: La broma - crítica e interpretación. Trucos - anécdotas, chistes,
sátiras. Humorismo - anécdotas, chistes, sátiras. Sátira - anécdotas, chistes,
sátiras. Parodia.
Key words:
The joke - criticism and interpretation. Tricks - anecdotes,
jokes, satires. Humor - anecdotes, jokes, satires. Satire - anecdotes, jokes,
satires. Parody.
Introducción
Milan Kundera nació en Brno, Checoslovaquia, el 1 de abril de 1929, fue profesor
en la Escuela de Estudios Cinematográcos de Praga, puesto que perdió tras la
invasión rusa de 1968. Sus obras fueron entonces retiradas de la biblioteca de su
país y su nombre desapareció de los manuales de historia literaria. Desde 1975
reside en París. La primera novela de Kundera, La broma, obtuvo el premio de
la Unión de Escritores Checoslovacos en 1968. La edición que comentamos es
la segunda reimpresión del 2006, realizada por la Editorial Seix Barral.
El propósito de este ensayo es presentar ante el lector la estructura de cualquier
broma. Para ello, lo hemos dividido en cinco partes. En la primera, describimos
la broma. En la segunda, analizamos al sujeto que padece la broma. En la
tercera, presentamos lo que llamamos los hermeneutas de la broma, indicando
con ello que siempre, junto a una broma, hay sujetos muy inteligentes que la
interpretan. En la cuarta, que es indudablemente la parte central de nuestro
ensayo, describimos las consecuencias que se desprenden de una broma, y aq
lo que tenemos que tener presente es la capacidad que tiene una broma para
determinar la totalidad de la vida del bromista. En la quinta, describimos lo que
llamamos la redención del bromista.
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
Al estructurar de este modo nuestro ensayo, buscamos llamar la atención del
lector sobre nuestra clave de lectura de esta novela: no se pretende hacer una
lectura sistemática de la novela. En rigor, la novela ha sido un medio para hacer
la fenomenología de una broma, no sólo de la broma a la que se reere nuestro
novelista, sino de cualquier broma.
La broma
La primera cuestión que tenemos que analizar es precisamente en qué consiste
la broma. Una de las cosas en las que tenemos que reparar es que no
todas las bromas tienen el mismo propósito. Es probable que bromear tenga
como propósito crear un momento festivo, en el que se involucren activamente,
tanto el bromista como el que padece la broma. La consecuencia de este tipo de
broma, generalmente, es un ambiente de camaradería. Pero hay que señalar que
la broma busca la creación de este ambiente. En este sentido, podemos describir
a este tipo de bromas como el tipo de una broma inocente.
En cambio, hay un tipo de bromas que pretende, principalmente, hacer sentir
incómodo a aquel con quien se bromea. La broma que en este momento estamos
comentando dice explícitamente que tiene como propósito herir, asombrar y
confundir; por eso más que broma deberíamos denominarla ironía, sarcasmo, o
burla. Kundera la describe en los siguientes términos:
Lo cierto es que, en realidad, yo estaba de acuerdo con todo lo que decía Marqueta,
hasta creía en una inminente Revolución en Europa occidental; sólo había una
cosa con la que no estaba de acuerdo: que estuviera contenta y feliz cuando
yo la extrañaba. De modo que compré una postal y (para herirla, asombrarla y
confundirla) escribí: ¡El optimismo es el opio del pueblo! El espíritu sano huele
a idiotez. ¡Viva Trotsky! (Kundera, 1967, p. 41).
Es evidente que se intenta incomodar. De hecho, en esta broma se recurre
justamente a expresiones que probablemente quienes las usan son justamente
los adversarios, y los adversarios no buscan estimular, sino que lo que hacen es
descalicar. Quizás entonces lo que tenga de broma es que el bromista tampoco
cree lo que sus adversarios le critican y piensa, erróneamente, que el destinatario
de la broma sabe perfectamente que ambos viven por los mismos ideales y que,
por lo tanto, no tomará en serio el contenido. Es decir, el bromista, en este caso,
busca los efectos de la broma sin que se tenga en cuenta la materialidad de esta;
busca herir, incomodar, pretendiendo hacerlo con recursos en los que ni él cree.
Es precisamente en esto en lo que consiste la broma.
Por esta razón no parece convincente la explicación que se da de la reacción
desencadenada por dicha broma cuando apunta que “la alegría de aquella época
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
no era amante de la picardía y la ironía, era una alegría [...] seria, que se daba a
sí misma el orgulloso título de ‛optimismo histórico de la clase triunfante’, una
alegría ascética y solemne” (Kundera, 1967, p. 37).
1
No queremos negar que en la realidad existen personas tan solemnes que son
incapaces de resistir la más mínima broma, incluso aquellas hechas con toda
la buena voluntad. Lo que queremos indicar es que la broma a la que nos
referimos no está impulsada por la buena voluntad, sino que más bien es por
la incomodidad del bromista. Por eso quien tiene razón es otro personaje de
la novela cuando arma que: “ningún movimiento que se plantee transformar
el mundo soporta la burla ni el desprecio, porque eso es un óxido que todo lo
disuelve” (Kundera, 1967, p. 254).
Lo atinado de esta observación estriba en que explícita los motivos últimos
de la broma que estamos exponiendo, a saber, el desprecio y la burla; y de
estos motivos comenta que son óxido que todo lo disuelve. De todos modos,
el propósito de esta primera parte es exponer en qué consistió la broma en la
novela que estamos a punto de analizar. Y, como vamos a tener la oportunidad de
ir viendo, cuando una broma acontece, están involucrados muchos más sujetos
que el mero bromista. Y en primer lugar está la persona que inmediatamente
padece la broma.
Quien padece la broma
En toda broma siempre hay alguien tan profundamente ingenuo que se la cree
enteramente. Hay que buscar, por lo tanto, los mecanismos últimos que explican
en qué se funda dicha creencia. Ludvik, el personaje principal de nuestra
novela, atribuye a los hados la capacidad que tienen estos personajes de creer.
Evidentemente, cree que también este es el caso. Pero está claro que también
esta interpretación es una especie de burla de nuestro bromista, porque no es,
rigurosamente hablando, un don que provenga de los hados.
Si este don no proviene de los dioses entonces ¿cuál es el mecanismo último
que nos puede permitir entender el comportamiento de aquel que se cree la
broma? Aquí hay que recordar que la broma fue escrita en una tarjeta postal,
por lo tanto, se corría el riesgo de que dicha postal hubiera sido vista por alguien
más y, ante este peligro, la salida más inmediata es la de querer protegerse de
cualquier mal interpretación que se pueda hacer de este documento. Por lo
tanto, hay en la persona que se cree la broma una especie de vulnerabilidad, de
la que con toda prisa busca liberarse; por eso el que padece la broma pretende
no ser involucrado en dicha broma. Son tantas las preguntas, las inquietudes
1 Si tuviera que hacer un análisis político de esta novela, este texto tendría que comentarlo de
otro modo, dado que se trata de un texto central en la posición política de Milan Kundera.
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que probablemente se le venga a su cabeza, que, en el caso de Marketa, es
probable que también pensara en lo que hubiera podido ocurrir si los camaradas
descubrieran la postal enviada por el camarada Ludvik. ¿La involucrarían?
¿Pensarían que tiene las mismas opiniones del camarada Ludvik? Es decir,
el que padece la broma busca, principalmente, ponerse a salvo, proteger su
espalda, evitar cualquier sospecha que pueda involucrarlo.
Una vez establecido lo anterior, también hay que decir que existen personas
que fácilmente lo creen todo; y aquí tiene razón Ludvik cuando escribe que
“Marketa era una de esas mujeres que se toman todo en serio [...] y a las que
los hados les han otorgado la capacidad de creer, como característica principal”
(Kundera, 1967, p. 36).
Es interesante observar que esta facilidad de creer nuestro personaje se la
atribuye a una determinada capacidad. Es que los que creen todo pueden creer,
así como pueden hablar, así como pueden caminar, así como pueden aprender.
Estos personajes, también pueden creer, y es, justamente, en esta capacidad de
creer en la que reside, según Ludvik, la peligrosidad de estos personajes.
Es curioso que la capacidad de creer se ponga en función únicamente de lo
que podemos llamar las propiedades efectivas de las cosas. Las cosas son;
como son y si son como son no resisten ninguna otra interpretación que lo que
están manifestando. En el caso que Marketa, sea tal y como la describe Ludvik,
aquella capacidad de creer no le permite discernir que las cosas puedan parecer
lo que no son. Marketa fácilmente establecería que las cosas parecen lo que son
y viceversa; las cosas que son se maniestan en su parecer.
Además, esa increíble capacidad de creer tampoco le permite a Marketa ver
que las cosas no simplemente son como son, sino que, en las propiedades
efectivas que las cosas poseen, se reejan unos rasgos perfectos que, en rigor,
maniestan la plenitud de dicha cosa. Pero para todo esto, parece que Marketa
está imposibilitada de poder ver. Por ello Ludvik escribe que “no era capaz de
ver más allá de las cosas y no veía más que las cosas en sí mismas” (Kundera,
1967, p. 40).
Quiere con ello indicar la imposibilidad de comprensión que tienen estos
personajes que fácilmente creen lo que se les dice; esto queda claramente
establecido cuando el mismo Ludvik comenta que Marketa: «se dejaba arrastrar
por todos los entusiasmos de la época, pero en el momento en que era testigo de
alguna actuación política basada en el principio de que el n justica los medios
perdía su capacidad de comprensión» (Kundera, 1967, p. 40).
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Rubén Fúnez
Estaba muy capacitada para describir los medios, pero imposibilitada para ver
la actuación de los nes; no podía ver cómo los nes estaban implicados en los
medios, su creencia se limitaba a la descripción de los medios tal y como se
manifestaban, en esto reside la profunda ingenuidad de los que están capacitados
únicamente a creer. Pero además de estos personajes en toda broma existe un
tercer implicado, que, generalmente, es una persona muy “audaz”, que cree
interpretar adecuadamente la broma.
Hermeneuta de la broma
Toda broma involucra a un bromista y a quien padece la broma; pero en algunos
casos ocurre que quien padece la broma considera que las consecuencias de dicha
broma involucra las consecuencias a muchas más personas, por eso recurren
a árbitros para que juzguen la broma; estos árbitros están empoderados, y de
este empoderamiento les viene la creencia de ser portadores de todas aquellas
verdades que van a permitir que los seres humanos sean mejores y que las
sociedades sean mejores; estos árbitros han descubierto los secretos de cómo
construir un mundo mejor, y, por lo tanto, todos aquellos que los trivializan
son considerados como sujetos peligrosos. Desde esta perspectiva, los árbitros
poseen al menos tres características que aplican a la interpretación que hacen
de las bromas. En primer lugar, hacen uso de una lógica férrea con la que poco
a poco van desvelándole al bromista no solo su culpabilidad, sino los motivos
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últimos en los que descansa la broma. En segundo lugar, su lógica se nutre de la
situación en la que se encuentran inmersos, y, nalmente, se trata de personas
que íntimamente se consideran los defensores no solo de la verdad, sino de la
institución que protege dicha verdad.
Este tercer rasgo es evidente en la novela cuando Kundera le hace decir a
Pavel, al comentar las razones por las cuales se ha casado con Helena: “No nos
hemos casado por amor sino por disciplina de partido” (Kundera, 1967, p. 23),
queriendo indicar con ello que las decisiones no son tomadas por los individuos
aislados, sino que responden al interés de la organización. El individuo, en tanto
individuo, ha dejado de existir y en su lugar aparece la institución y justamente
por esto Pavel puede armar que “el hombre nuevo se diferencia del viejo
porque supera en su vida la contradicción entre lo público y lo privado”
(Kundera, 1967, p. 24). Rigurosamente hablando no existe tal contradicción
sino la presencia masiva de lo público.
Pero, en segundo lugar, el árbitro se nutre de la tradición en la que está inmerso,
del conjunto de valores que se consideran no solo válidos, sino un crimen de
lesa humanidad no reconocerlos como tales. Al respecto, Kundera escribe,
recordando el reportaje al pie de la horca de Fucik: “Tardaste mucho, muerte,
en venir. Y sin embargo yo tenía la esperanza de que no nos conociéramos hasta
dentro de muchos años. De que iba a vivir aún la vida de un hombre libre, de
que aún iba a trabajar mucho y amar mucho, y a cantar mucho y a vagar por el
mundo...” (Kundera, 1967, p. 210).
Se trata de un hombre que ama la vida, que ama el trabajo, que ama la libertad.
Y es precisamente forzado por este amor que es capaz de sacricarse, por eso
apunta nuestro novelista: “yo amaba a la vida y por su belleza fui a batirme. Os
amaba a vosotros, hombres, y era feliz cuando correspondíais a mi amor y sufría
cuando no me comprendíais...” (Kundera, 1967, p. 210).
Se trata de héroes coherentes, de héroes que han depositado toda su fe en su
lucha, que no están dispuestos a que nada ni nadie distraiga lo demás del enorme
sentido que tiene su compromiso, por eso se entiende enseguida que con toda
valentía arme: “Que la tristeza no esté nunca unida a mi nombre. Este es mi
testamento para vosotros, papá, mamá y hermanas mías, para ti, Gustina mía,
para vosotros camaradas, para todos aquellos a quienes he querido...” (Kundera,
1967, p. 210).
De esta tradición y de aquella militancia se nutre la lógica férrea con la que
se interpreta la broma. Apuntemos resumidamente el proceso lógico de esta
interpretación. Las inquietudes que fueron hilvanándose. En el juicio que se le
hizo a Ludvik, pueden apuntarse del modo como sigue: ‛¿Conoces a Marketa?, ¿le
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has escrito?, ¿recordás lo que escribiste?, ¿qué te escribió Marketa?, ¿te escribió
que el cursillo había un espíritu sano?, ¿te escribió que se había dado cuenta de
la fuerza que tenía el optimismo?, ¿qué opinas del optimismo?, ¿te consideras
optimista?, ¿tú crees que se puede edicar el socialismo sin optimismo?, entonces,
¿tú no eres partidario de que en nuestro país se edique el socialismo? Da lo
mismo como lo hayas escrito. Lo escribas rápido o despacio, de pie o en la mesa,
no puedes escribir más que lo que está dentro de ti” (Kundera, 1967, pp. 43-45).
Se trata de preguntas cuyas respuestas inexorablemente llevarían al acusado
a que se declarara culpable. Por esta razón Kundera observa que cuando al
acusado le tocó el turno de hablar en lugar de defenderse condenó lo inadecuado
y basto de su broma; y habló de su individualismo, de su intelectualismo, de su
distanciamiento del pueblo, detectó incluso autocomplacencia, escepticismo y
cinismo en su propia vida (Kundera, 1967, p. 212).
Toda broma arrastra consecuencias que pueden determinar la vida de un
ser humano.
Consecuencias de la broma
Es sorprendente e incluso escandalosa la manera cómo una broma puede
determinar la totalidad de la vida de una persona. Lo malicioso de una broma
es que frecuentemente el bromista no es consciente de las consecuencias que
están incoadas en la broma misma. Es casi enojoso decir que una supuesta broma
es capaz de deteriorar todas las relaciones que en la vida ha ido construyendo
un individuo. Esto queda meridianamente claro en la manera como nuestro
personaje describe este radical deterioro que fue desencadenado por la broma que
describimos: “Sí. Todos los hilos habían sido arrancados. Había quedado cortado el
estudio, la participación en el movimiento, el trabajo, la red con los amigos, había
quedado cortado el amor y hasta la búsqueda del amor, había quedado cortado,
sencillamente, todo el sentido de mi trayectoria vital” (Kundera, 1967, p. 61).
Kundera quiere que nos hagamos conscientes de que las consecuencias de la
broma no solo afectan a lo que podríamos denominar la materialidad de nuestra
vida, sino a todos aquellos hilos espirituales que son tan fundamentales como
soporte de la propia vida. A eso apunta cuando dice que no solo sus amigos se
fueron, que no solo la universidad se fue, sino que incluso el amor, sino que
incluso la búsqueda del amor y, más radicalmente, todo aquello que le daba
sentido a su vida. En este caso, las consecuencias de la broma son globales,
abarcan la totalidad de la vida de un individuo.
Parece que, una vez rotos todos estos hilos, una vez que desaparecen todas
estas vinculaciones, perdemos el control sobre nuestra propia vida. Es que una
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López-Nuila, Jaime Alberto. El Arte Taíno. Págs. 55-63.
Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Jarrón
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
vida sin un signicado, es que una vida sin un sentido, pierde toda posible
orientación, pierde toda posible meta, pierde toda posible nalidad. Por lo tanto,
pareciera que el bromista cede su control a las diversas situaciones por las que
atraviesa no como sujeto, sino más bien como cosa. Esta falta de control está
magistralmente descrita cuando Ludvik reexiona del modo como sigue:
Me había dado lástima. Lástima por la conciencia clara de que esta
situación no era algo excepcional que hubiera elegido por exceso, por
capricho, por el inquieto deseo de conocerlo y probarlo todo, (lo sublime
y lo soez), sino que se había convertido en la situación habitual de mi
vida actual. Que era ella la que marcaba con precisión el círculo de mis
posibilidades, que era ella la que dibujaba con precisión el horizonte
de la vida afectiva que desde ahora me pertenecía. Que esta situación
no era manifestación de mi libertad, (como podía haberla interpretado
si me hubiera ocurrido un año antes), sino una manifestación de mi
determinación, de mi limitación, de mi condena. Y sentí miedo. Miedo
de este lamentable horizonte, miedo de este sino. Sentí que mi alma
se encerraba en sí misma, que empezaba a retroceder ante todo esto y
al mismo tiempo me espantaba que no tuviera donde retroceder para
escapar del cerco (Kundera, 1967, p. 72).
Se trata de una situación que va progresivamente arrinconando a las personas
que están inmersas en ella sin dejarles ninguna escapatoria, es una situación
abrumadora. Hay que también decir que, justamente por haber cedido el control
a las diversas situaciones que se están sufriendo, se van creando las condiciones
para que todos los demás lo traten no como un sujeto, sino como una cosa que
no solo carece de derechos, sino que incluso de todo deber y de toda obligación,
que es una cosa que lo único que sabe hacer es ejecutar órdenes; es una realidad
en la que no cuenta ni lo que piensa ni lo que siente. En otras palabras, que ha
perdido toda su dignidad. Por eso Kundera observa que “La cosicacion a la
que nos vimos sometidos me pareció durante los primeros días completamente
opaca, impenetrable; las funciones impersonales que desempeñábamos, siempre
cumpliendo órdenes, reemplazaron nuestras manifestaciones humanas”.
(Kundera, 1967, p. 58).
Es la conciencia más descarnada de que, incluso no termina de saber quién
lo está controlando, de que, en lugar de ser sujetos en la historia, lo que en la
realidad se sucede es que se sufre la historia. Es la descripción más clara de
la perplejidad, de la incertidumbre, de no saber qué hacer, porque se tiene la
impresión de que no es más que un títere bajo el control de un titiritero, del que
tampoco se tiene plena conciencia de quién es. El bromista no es el que pilotea
su vida, sino que lo hacen circunstancias que no solo están fuera de su control,
sino que desconoce quién tiene el control. Esta experiencia es descrita así: “Me
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
pareció que había una fuerza sobrenatural que me cerraba el camino y que me
quitaba siempre de las manos aquello a lo que yo deseaba dedicar mi vida,
lo que anhelaba, lo que me pertenecía, [...] que siempre me lo quitaba todo y
siempre así porque sí, sin motivo alguno” (Kundera, 1967, p. 127)
En este texto, Kundera nos ofrece una clave interpretativa no solo de la falta de
control en la que está el bromista, sino una explicación de cómo las consecuencias
de una broma pueden sacar lo peor que está anidado en el fondo del corazón
humano. El texto anterior armaba que el bromista no termina de asumir la
situación en la que se encuentra, porque piensa que no ha sido comprendido
adecuadamente y que todo se debe a un mal entendido. Sin embargo, este hecho
de no asumir la responsabilidad respecto a lo que le compete al bromista es
lo que no le permite no solo asumir la situación en la que se encuentra, sino
desvelarle los mecanismos más perversos con los que está equipado todo ser
humano. Pero ¿cuál es la experiencia que saca lo peor que se lleva dentro? Un
amigo de Ludvik observa que
Se sigue acordando de aquella reunión plenaria en la que todos por
unanimidad levantaron la mano contra usted y estuvieron de acuerdo
en que se destruyera su vida. Usted no se lo ha perdonado. No sólo
a ellos como personas individuales. Eran cerca de cien y esa ya es
una cantidad que se puede convertir en un pequeño modelo de la
humanidad. Usted no se lo ha perdonado nunca a la humanidad. Usted
desde aquel momento no confía en ella y siente hacia ella rencor. Yo le
comprendo, pero eso no impide que tal tipo de rencor hacia la gente sea
horrible y pecaminoso. Se ha convertido en su maldición. Porque vivir
en un mundo en donde no se le perdona nada nadie, donde nadie puede
redimirse, es lo mismo que vivir en el inerno. Usted vive en el inerno
(Kundera, 1967, p. 248).
El inerno no son los otros —como inocentemente dijo Sartre—, sino que el
inerno es ese terrible resentimiento que experimenta nuestro personaje al
sentirse tan injustamente tratado; y lo que quiere acentuar nuestro novelista es
que este resentimiento es algo que afecta, que contamina la totalidad de la vida
de Ludvik. Todo esto es conrmado en la medida en que se observa que “se
quedó amargado hasta el fondo del alma, convencido de que le habían hecho
una gran injusticia. Ese sentimiento de injusticia sigue hasta hoy determinando
toda su postura ante la vida (Kundera, 1967, p. 254).
Una persona destruida de esta manera, es incapaz de descubrir la más mínima
ternura. Por eso, en lo que sigue de esta sección, vamos a describir dos situaciones
aparentemente excluyentes, pero que en el fondo están unidas por el enojo, por
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el deterioro, por la rabia que siente el bromista contra todo y contra todos. Los
dos casos que vamos a describir son, primero, el que tiene que ver con Lucie, y
segundo, el que tiene que ver con Helena.
Nuestro autor describe detalladamente la manera cómo conoció a Lucie.
Cuenta que
Fue precisamente la particular lentitud de Lucie lo que me atrajo tanto, una
lentitud de la que parecía irradiar la resignada convicción de que no hay
a dónde ir tan de prisa y de que es inútil extender las impacientes manos
hacia algo. Sí, quizás fue precisamente esa lentitud llena de tristeza la
que me impulsó a observar desde lejos a la muchacha, a jarme cómo se
acerca la taquilla, cómo saca las monedas, cómo coge la entrada, cómo
mira hacia la sala y cómo se da otra vez la vuelta y sale al patio (Kundera,
1967, p. 76).
Es curioso observar que todos los rasgos que cree encontrar en esta muchacha
están íntimamente vinculados con sus propios rasgos. Al escucharlo, se tiene la
impresión de que también Lucie es una muchacha acorralada, una muchacha
que no tiene adónde ir, una muchacha que ha sido duramente golpeada por la
vida. En este sentido, cree haber encontrado su alma gemela. Un alma gemela
que, además de reejar su propia vida, podía nutrirlo con toda una serie de
valores de los que estaba necesitado. Por ello Ludvik comenta que se jó “en
su cara, discretamente hermosa, hermosamente discreta; sentí que en aquella
muchacha había serenidad, sencillez y humildad y que esos eran los valores que
yo necesitaba” (Kundera, 1967, p. 77).
Esta alma gemela es lo único con lo que Ludvik cuenta, por eso no es exagerado
que sienta que Lucie lo es todo para él; es que efectivamente con lo único que
contaba era precisamente con aquella muchacha. En la vida desesperada que le
tocaba vivir, Lucie vino a colmarlo, vino a llenarlo y vino a ofrecerle su ternura;
ternura de la que, en toda la vida de nuestro personaje, estuvo desprovisto. En
rigor, con lo que no contó en ninguna de sus relaciones anteriores fue justamente
con ternura; sus relaciones con los compañeros, sus relaciones con el partido, su
relación con la universidad, su relación con el pueblo no necesariamente estaba
permeada de ternura, sino que más bien tenemos la impresión de que era por
la indiferencia, que era por el cinismo, que era por el doblez. Lucie le abre un
mundo en el que con facilidad descubrió justamente aquello de lo que siempre
había carecido, por eso arma que hasta entonces Lucie había sido para mí
todo lo posible: una niña, una fuente de ternura, una fuente de consuelo, y hasta
un modo de escaparme de mí mismo, lo era para mí, casi al pie de la letra,
todo” (Kundera, 1967, p. 92).
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
Y como consecuencia de su broma, no obstante, terminó perdiendo a Lucie,
una pérdida que —como el lector se ira enterando— fue producto de su
incapacidad de ver que la ternura era solo ternura. Un ser humano golpeado del
modo como fue golpeado nuestro personaje está imposibilitado no solo para
mantener relaciones duraderas, sino para descubrir la gratuidad que hay en la
base de estas relaciones. La pérdida de Lucie puede perfectamente entenderse
como consecuencia del proceso que desencadenó su broma, y, al perderla,
dolorosamente cuenta que escribió “una carta, larga y lastimera, y le pedí a
Lucie que volviera, que tenía que verla, que ya no quería nada de ella, sólo que
estuviera, que pudiera yo verla y saber que estaba conmigo, que estaba, que
era...” (Kundera, 1967, p. 131).
Pero es absolutamente consciente de que la pérdida de Lucie es denitiva, por
eso comenta que ella “permanece dentro de mí constantemente con una callada
nostalgia; la anhelaba como se anhela algo que se ha perdido denitivamente”
(Kundera, 1967, p. 180).
El siguiente caso que queremos describir, y que explicita en toda su monstruosidad
aquello en que se convirtió nuestro personaje, es la relación que mantiene con
Helena. Helena es la mujer de uno de los compañeros que levantaron su mano
para expulsarlo, tanto de la universidad como del partido. Helena se enamora
de él; y la posee para vengarse de quién considera su enemigo. Este episodio
conrma, minuciosamente, aquello de que una persona hiere solo y justamente
ahí donde se ha sido herido. Una de las situaciones que más deploraba Ludvik
fue la cosicación a la que fue sometido. Sin embargo, el modo como trata a
Helena es precisamente considerándola como una cosa. Describe la situación
con una frialdad casi maquiavélica. En este sentido, recuerda que
Registré cuidadosamente cada uno de los detalles de la escena: [...] se
trataba de apoderarse de un mundo íntimo, ajeno, totalmente preciso,
y tenía que abarcar ese mundo ajeno en una sola tarde, en un solo acto
sexual en el que no tenía que ser solamente aquel que se entrega a hacer
el amor, sino también aquel que depreda y vigila al huidizo botín y debe
estar por lo tanto absolutamente alerta (Kundera, 1967, p. 215)
Y más abajo sigue apuntando que puso
la palma de la mano sobre esa cara; la puse como se pone sobre un objeto
al que podemos dar vueltas, golpear, destrozar o machacar; le di vuelta a
su cabeza hacia un lado; luego al otro lado; volví varias veces su cabeza
de ese modo hasta que de repente ese voltear se convirtió en la primera
bofetada; y en la segunda; y en la tercera; [...] su mentón se levantaba
hacia mí y yo le pegaba y le pegaba y le pegaba; y luego vi que no sólo
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
su mentón sino también sus pechos se elevaban hacia mí y la golpeé en
los brazos, en las caderas, en los pechos... (Kundera, 1967, p. 217)
Y concluye esta descripción como el guerrero que corta la cabeza de su
contrincante y la muestra victoriosamente como trofeo:
Me levanté y atravesé la habitación tambaleándome; abrí la puerta y
entré al cuarto de baño; abrí el grifo y me lavé con agua fría la cara, las
manos y el cuerpo. Levanté la cabeza y me miré al espejo: mi cara se
sonreía, cuando la descubrí en esa actitud —sonriéndose— la sonrisa me
dio risa y me eché a reír (Kundera, 1967, p. 217)
Asistimos a la más profunda bajeza en la que se puede caer producto de las
consecuencias de una broma irreexiva.
Dice Herman Hesse que en todo ser humano habita un hombre y una bestia, y
que el hombre es hombre y que la bestia es bestia, queriendo indicar con ello que
cuando la bestia actúa como bestia no tiene ninguna reserva. Todo ello puede
llevarnos a pensar en que los seres humanos estamos condenados a tener que
dejar actuar la bestia que llevamos dentro, y, en este sentido, que no hay manera
de poder escapar. Sin embargo, Milan Kundera considera que los seres humanos
somos perfectibles y que siempre tenemos la oportunidad de cambiar, por eso lo
que hay que preguntarle a nuestro novelista es precisamente a dónde recurrir y
de qué elementos apropiarse para poder redimirnos de la monstruosidad que han
ido fraguando las diversas vicisitudes por las que atraviesa los seres humanos.
Redención del bromista
Kostka —en un texto citado más arriba— describe con precisión la situación en
la que se encuentra Ludvik. Para aquel personaje, este se encuentra en el mismo
inerno. La degradación ha sido tan grande que ha tocado fondo. Es verdad que
cuando se toca fondo se encuentra algo rme desde el cual impulsarse. Es verdad
que cuando se toca fondo ya no se puede seguir bajando en la degradación y,
por lo tanto, la única oportunidad que se presenta es impulsarse, con las fuerzas
que todavía quedan, hacia arriba. En este caso impulsarse hacia arriba es una
mera metáfora, para describir la necesidad de salir de la degradación en la que
se encuentra. Hay en este esfuerzo por salir, al menos, dos caminos. El primero
consiste en replegarse en uno mismo para descubrir en la interioridad no solo
los recursos para salir desde donde nos encontramos, sino incluso los nudos
mentales que nos atan en ese fondo. El segundo consiste en buscar en aquellas
raíces, que son más bien históricas, que son más bien populares, que son más
bien sociales, los recursos con los que se pueden ir restañando poco a poco las
heridas que ha ido dejando una vida denigrante.
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
Respecto a la primera salida, hay que decir que no es a la que recurre nuestro
personaje. Y la razón parece muy clara: rigurosamente hablando, Ludvik nunca
pensó más que en él mismo, nunca estableció auténticas relaciones, nunca estuvo
realmente preocupado por los demás; parece que estaba apoltronado en su propia
realidad, pero esta realidad se le ha convertido en una terrible incomodidad. No
se encuentra bien consigo mismo, no es un huésped bienvenido en su propia
interioridad. No es bien acogido por él mismo. Por todas estas razones, parece
que su curación tiene que provenir de su regreso, de su vuelta a aquellas fuentes
nutricias que están más allá de su propia individualidad; y aquí va a encontrar
una especie de acogida, una especie de perdón, que vamos a esperar que pueda
convertirse en el medio para perdonarse a mismo. Y justamente de esta
acogida es de la que se quiere hablar en la última parte de este ensayo.
Es una verdad básica no solo de la psicología, ni solo de la losofía, ni solo de
la sociología que los seres humanos no podemos comprendernos si estamos
replegados sobre nosotros mismos. Comte pensaba que el individuo es una
abstracción y que lo concreto es la sociedad. Entonces la solución a las grandes
dicultades por las que pasamos los seres humanos quizás tengan su respuesta
no mirándose al interior de cada cual, sino poniendo nuestra atención en lo que
está ocurriendo en la sociedad. Reriéndonos al personaje de nuestra novela,
es fácil constatar que mucho tiempo de su vida la pasó girando en torno a sí,
pero, en la medida en la que esto ocurría, en lugar de claricarse más bien
da la impresión de que se hundía más y más en mismo. La pregunta que
forzosamente tenemos que hacer, en el caso que nos ocupa, es ¿qué fue lo que
encontró nuestro personaje en la sociedad que le permitió, quizás exagerando
un poco, redimirse? Y parece que fue justamente llegar, por medio de su
cultura, de sus valores, de sus tradiciones, a las raíces de su propia existencia.
Milan Kundera, con un increíble conocimiento de la cultura de su pueblo, va
vinculando las canciones populares con la historia de su nación; y parece que es
esta historia la que le sirve de vehículo para poder encontrarse con sus propias
raíces. Además, Kundera expone este proceso de una manera clara y magistral.
La historia de la música va desvelando la historia de su pueblo, por esta razón
recurre a la metáfora de la bailarina con velo, para indicar con ello cómo la
música es un sistemático ir quitando el velo que cubre la historia de su pueblo.
Aún a riesgo de citar por extenso, me parece que es inexorable en la medida
en la que solo de la mano de nuestro autor vamos a ir desentrañando la íntima
vinculación que hay entre la música, la cultura, los valores y la historia.
Cuando te encuentras cara a cara con nuestra música popular, es como
si ante ti bailara una mujer de las mil y una noches y se fuese quitando
un velo tras otro.
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
Mira. El primer velo. Es de tela basta, estampada con dibujos triviales.
Son las canciones más jóvenes que provienen de los últimos cincuenta,
setenta años. Vinieron de occidente, de Bohemia. Las trajeron las
orquestas de instrumento de viento. Los maestros las enseñaron a cantar
en el colegio a nuestros hijos. Son en su mayoría canciones en modo
mayor, de tipo europeo occidental corriente, sólo un poco adaptadas a
nuestro ritmo.
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
Y el segundo velo. Ese ya es mucho más variado. Son canciones de
origen húngaro. Acompañaron a la invasión del idioma húngaro a
las regiones eslavas de la corona de Hungría. Los conjuntos gitanos
la difundieron durante el siglo diecinueve por todo el Reino Unido.
Quién no las conoce. Las czardas y otras canciones, todas ellas con el
característico ritmo sincopado en la cadencia. Cuando la bailarina se
quita este velo aparece otro. Mira, son las canciones de la población
eslava local, del siglo dieciocho y el diecisiete.
Pero aún más bello es el cuarto velo. Son canciones aún más antiguas.
Su edad se remonta hasta el siglo catorce. En aquella época fueron
llegando hasta nosotros por las cumbres de los Cárpatos desde el
este y el sudeste de Valaquia. Pastores. Sus canciones pastoriles y de
bandoleros no saben nada de acordes y armonías. Han sido pensadas
sólo melódicamente, en sistema de tonos arcaicos. Las autas le dieron
a su melodía un carácter especíco.
Y cuando cae este velo ya no hay debajo de él ningún otro. La bailarina
está completamente desnuda. Son las canciones más antiguas. Su origen
está en las viejas épocas paganas. Se basan en el más antiguo sistema
de pensamiento musical. En un sistema de cuatro tonos, el sistema
tetracórdico. Canciones de siega. Las canciones más íntimamente
unidas a las ceremonias de la aldea patriarcal. La canción popular o la
ceremonia popular, son un túnel a través de la historia como en el que
se ha conservado mucho de lo que arriba destruyeron hace ya tanto
tiempo las guerras, las revoluciones y la civilización despiadada. Es un
túnel por el que puedo ver hasta muy atrás. Veo al viejo mundo eslavo
(Kundera, 1967, pp. 148-149).
Queremos indicar que la única intención de haber recurrido a este extenso texto
es porque creemos que nos indica de manera genial, la manera como Ludvik
pudo ser capacitado para redescubrir las raíces a las que pertenecía por eso no
es extraño que nuestro personaje arme que
...yo me sentía feliz dentro de estas canciones, [...] en las que la tristeza
no es un juego, la risa no es falsa, el amor no es ridículo y el odio no es
tímido, donde la gente ama con el cuerpo y el alma, [...] donde cuando
están alegres bailan, cuando están desesperados se tiran al Danubio,
donde el amor sigue siendo amor y el dolor dolor y los valores aún no
están devastados, y me pareció que dentro de estas canciones estaba en
casa, que había partido de ellas, que su mundo era mi estigma original,
mi hogar, al que había defraudado, pero que era por eso mismo más aún
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Fúnez, Rubén. Estructura de una broma. Págs. 25-42.
mi hogar, [...] pero enseguida me di cuenta también de que este hogar
no era de este mundo, [...] que lo que cantábamos y tocábamos era sólo
un recuerdo como una reminiscencia, la conservación de la imagen de
algo que ya no existe, y sentí como la tierra rme de este hogar se
hundía bajo mis pies, cómo caía, como sostenía el clarinete junto a
la boca y me hundía en la profundidad de los años, en la profundidad
de los siglos, en una profundidad inconmensurable, [...] y me dije con
sorpresa que mi único hogar es precisamente este hundimiento, [...] y
seguí así entregado a ella, experimentando un dulce vértigo (Kundera,
1967, p. 326).
Pero un aspecto de suma importancia es que esta nueva etapa en la que se
encuentra nuestro personaje, aunque podemos armar que le ha permitido
superar la etapa anterior, esta superación hay que entenderla adecuadamente
en la medida en que, en rigor, lo que ha ocurrido es que se ha podido rescatar
lo que mejor da cuenta de nuestro personaje. No se trata de diluirse y de
perder la propia contextura, sino este volver a sus raíces es el gesto más
revolucionario, es el gesto que tiene una radical dimensión crítica, frente
al modo como se ha querido domesticar la cultura popular. De hecho, este
redescubrirse puede entenderse no solo como el descubrirse de nuestro propio
autor, sino como un redescubrirse de la propia cultura. En este sentido,
Ludvik concluye armando que
podía amar al mundo de los trajes tradicionales, las canciones y las
orquestas folklóricas porque [...] lo había visto en su pobreza y sobre todo
en su abandono, había sido abandonado por la ceremonia y la publicidad,
abandonado por la propaganda política, por las utopías sociales,
abandonado por el batallón de funcionarios culturales, abandonado por
el afectado entusiasmo de mis coetáneos, aquel abandono lo puricaba,
era un abandono recriminatorio, que lo puricaba [...]; aquel abandono
lo hacía relucir como una especie de irresistible belleza nal; aquel
abandono me lo devolvía (Kundera, 1967, p. 321).
En denitiva, lo que ha ocurrido podemos describirlo como un encuentro que ha
posibilitado un doble descubrimiento. Por un lado, el descubrimiento de Ludvik
determinado por la cultura de su pueblo, y por otro, el redescubrimiento de la
cultura determinado por el encuentro con Ludvik. Pero es redescubrirse en un
proceso de hundimiento. Un mundo se está olvidando; y en este olvido es en
el que se encuentra nuestro personaje. El descubrimiento que hace Ludvik es
que lo ocurrido a él mismo es algo que le está ocurriendo también a su pueblo.
Ambos han corrido la misma suerte.
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Conclusión
Quiero indicar que no he pretendido en este ensayo, ni siquiera supercialmente,
exponer el propósito que Milan Kundera tuviera al escribir su novela. Es claro
que tiene su propósito de crítica política, determinado por los sucesos ocurridos
en 1948 con el ascenso al poder del Partido Comunista. Ascenso que determinó
no solo la vida económica y política del pueblo checoslovaco, sino la vida
cultural y universitaria. Milan Kundera es un crítico férreo del fanatismo que
abunda en los salones universitarios. Se trata de un ambiente permeado, todo
él, por una adhesión sin crítica a los partidos comunistas. Vuelvo a insistir en
que mi ensayo, aun siendo consciente de esta dimensión crítica de la novela,
no ha sido la que ha predominado en la lectura que he hecho de ella. Tampoco
he pretendido hacer una lectura exhaustiva, que abarque todos los temas
desarrollados por nuestro autor.
Creo que hay temas muy importantes que son susceptibles de ser estudiados y
analizados en otros ensayos. Es posible que otros estudios puedan abordar la
dimensión psicológica de cada uno de los personajes descritos con tanto rigor
por nuestro autor. Esta empresa se facilita justamente porque los capítulos de
nuestra novela están titulados con los nombres de cada uno de estos personajes,
en los que, de acuerdo con algunos críticos, predomina el análisis psicológico.
Por ejemplo, un personaje al que valdría la pena seguirle la pista es Lucie.
Frente a personas como Lucie, la pregunta que uno forzosamente tiene que
hacerse es cómo nos explicamos que le vaya tan mal en la vida. Lucie, según
nuestro novelista, es una muchacha inocente. Siendo muy joven fue violada por
sus amigos, después conoció a Ludvik que, a pesar de que llegó a representarlo
todo para su vida, va a entender que su comportamiento es parecido al de todos
los demás seres humanos. En tercer lugar, conoce Kostkas. Este es un oasis
encontrado en su vida. Sin embargo, es un hombre casado y tiene un hijo. Y,
nalmente, la novela nos cuenta que el hombre con el que se casó es un déspota
que la golpea cada vez que puede. Por lo tanto, es imposible no preguntarse qué
es lo que articula a cada uno de estos sucesos. Y así como este tema hay muchos
otros susceptibles de ser estudiados. Por todo esto, estamos ante una novela que
debe ser leída y estudiada minuciosamente.
Referencia bibliografíca
Kundera, M. (1967). La broma. Buenos Aires, Argentina: Emecé Editores
Reexión del autor
Molina Tamaca, Carmen. Huerto en or. Págs. 87-92.
Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Cuenco
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Rivas, Ramón D. El maíz, fuente de cultura mesoamericana. Págs. 44-53.
El maíz,
fuente de cultura mesoamericana
Corn as a source of mesoamerican culture
Dr. Ramón D. Rivas
Antropólogo Social y Cultural
Director de Cultura
Universidad Tecnológica de El Salvador
ramon.rivas@utec.edu.sv
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0933-9935
Fecha de aceptación: diciembre 2020
DOI: https://doi.org/10.5377/koot.v0i11.10737
URI: http://hdl.handle.net/11298/1193
Resumen
Historia, religión, cultura y utilidad del maíz (Zea mays) se juntan en este artículo,
que solo persigue dar una muestra somera sobre la importancia y utilidad de esta
prodigiosa planta milenaria que su fruto ha sido fuente principal de alimentación
en Mesoamérica.
Palabras clave: Maíz - Aspectos culturales - Historia - Mesoamérica. Maíz
- Aspectos sociales - Mesoamérica. Maíz - cultivo - Mesoamérica. Maíz -
aspectos socioeconómicos - Mesoamérica.
Resumen
This article compiles the history, religion, culture and usage of corn with the sole
purpose of providing a small sample on the utility and importance of such prodigious
millenary plant which fruit has been the main food source in Mesoamerica.
Key words:
Corn - Cultural aspects - History - Mesoamerica. Corn - Social as-
pects - Mesoamerica. Corn - Cultivation - Mesoamerica. Corn - Socioeconomic
aspects - Mesoamerica.
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Rivas, Ramón D. El maíz, fuente de cultura mesoamericana. Págs. 44-53.
Introducción
El maíz, no solo es uno de los alimentos y cultivos más antiguos, sino,
históricamente, la base de la supervivencia para los habitantes de la región
mesoamericana. Se cree que este grano es propio de nuestra región. Fue pasando
por el territorio americano y llegó a El Salvador para convertirse en un cultivo
permanente, que ofrece una base de alimentación muy importante. Cronistas
del siglo XVII se reeren a la tortilla con chile o sal, como la dieta básica de la
mayoría de habitantes del actual El Salvador.
La extensión del cultivo y consumo del maíz es una práctica común de los
pueblos prehispánicos, desde México hasta Panamá, así como de otros granos
como el frijol, maicillo y verduras; también se incluye el ayote, chile y el cacao,
los cuales pueden considerarse como alimentos básicos extendidos por toda
Mesoamérica: desde México hasta Nicoya, en Costa Rica.
Según datos arqueológicos, el maíz fue otra especie americana que se difundió
a China, posiblemente por la presencia portuguesa en Macao, en el siglo XVI.
La domesticación del grano fue un proceso paulatino, que pudo transformar al
ancestral teosintle, el cual, según algunos investigadores, muchas de las valiosas
propiedades del maíz híbrido, se deben a la hibridación introgresiva del teosintle,
nombre que en nahuaü (lengua azteca) signica «sostén de los buenos».
Con respecto al lugar probablemente del descubrimiento del maíz, de acuerdo
a Román Piña Chan, citando a Chinchilla Aguilar (1974): “En la actualidad las
evidencias existentes se inclinan a favor de la región mexicana-centroamericana;
pudiendo ser el área de Chiapas-Guatemala el centro de origen de las razas
afectadas por la introgresión del teocintle”. Es importante señalar que la teosintle
es una hierba silvestre que se cultivaba en México; y de ella se da origen al maíz,
que por mucho tiempo se dudó que estas dos especies podían estar relacionadas.
El cultivo de este alimento básico aún en la actualidad, habría iniciado hace
10.000 o 7.000 años. Existen teorías sobre el origen de este cultivo.
Por ejemplo, en 1953 Silvia Rendón lanzó una tesis en la cual
sostenía que había evidencia testimonial histórica y lingüística de
que el maíz no era originario de América, sino de la cuenca del
Danubio o de Transcaucasia.
Esta teoría fue apoyada en 1959 por el botánico Croizat, quien aportó
algunas pruebas botánicas y antropológicas en favor de la hipótesis
de que el maíz se originó en Asia. Salvando estos casos exóticos, los
cientícos son unánimes en reconocer a América como el continente
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donde se originó, ya que no se ha encontrado una sola mazorca en
el Viejo Mundo anterior a 1492, lo que contrasta con las 25.000
halladas desde Arizona hasta Guatemala antes de dicha fecha”
(Mundorojas, 2009).
Lógicamente no entraremos a reexionar sobre el origen del maíz a fondo, ya
que aún no hay datos en rme que nos permitan analizar su evolución en el
mundo. Lo que si podemos hacer es comentar reexionar es sobre cómo este
producto llegó a toda la región de América y acerca de los diferentes usos que
los pueblos le han dado en el transcurso de los tiempos. En el libro Hijos del
Maíz, publicado por la Red por una América Latina libre de transgénicos, se
arma que
el maíz es la planta cultivada con los más profundos procesos de
domesticación que existe, pues es el resultado de un proceso que llevó
entre 500 y 2 000 años, hasta que sus creadores consiguieron obtener
una planta con los rasgos propios de una especie cultivada. Fueron
las mujeres quienes, luego de un continuo proceso de experiencias
acumuladas sobre el uso y transformación de las plantas útiles, de
aprender dónde encontrarlas y de experimentar cómo guardarlas, que
iniciaron los procesos de domesticación del maíz.
Como es sabido, del maíz surgen una serie de comidas que permitieron alimentar
a los pueblos que los cultivaron. Por ejemplo, las “tortillas rellenas” de la
prehispanidad estaban “diseñadas” para emplearse como alimento de viaje. Un
uso similar al de las actuales pupusas. La primera descripción de las tortillas
rellenas es de los primeros años de la conquista española, en el siglo XVI; pero
no se reere a ningún nombre en particular. La preparación de tortillas de maíz
rellenas, usualmente de frijoles, hierbas y quizás carne, estaba extendida por
la región centroamericana a la llegada de los españoles. No se desconoce con
certeza el origen de la palabra Pupusa.
Otros derivados del maíz en aquellos tiempos eran el atole y el chilate, que
formaron parte de la gastronomía de los indígenas pipiles, pero sufrieron
cambios con la llegada de los españoles y sus diferentes productos alimenticios.
Por ejemplo, la receta actual de atol de elote incorpora ingredientes que no eran
autóctonos, como la leche y el azúcar. La introducción de la planta de plátano
tuvo impacto en la elaboración del tamal y sus ingredientes. En n, hay mucho
de qué hablar sobre la transformación de la gastronomía pipil por la llegada de
los españoles.
En el caso de otros países, por ejemplo, Cuba, se sabe que, cuando Cristóbal
Colón llegó al Nuevo Mundo (1492), sus hombres encontraron en la isla grandes
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Dr. Ramón D. Rivas
campos con un extraño cereal, hasta entonces desconocido en el Viejo Mundo.
Se trataba del maíz, al cual los “aborígenes” de esta isla lo llamaban mais o
mahis, y que lo consumían asado, salcochado, fresco, seco y hecho harina. Todo
ello nos lleva a pensar que este cereal es propio de nuestras tierras, pero que no
se sabe a ciencia cierta quién inició con su cultivo y apropiación gastronómica.
El Inca Garcilaso de la Vega escribió referente a la alimentación de los
indígenas mexicanos y peruanos. El texto De la Vega, tomado del libro
titulado Maíz: Regalo de los dioses, de Echeverría y Muñoz (1988), dice de la
siguiente manera:
...el grano que los mejicanos y los barloventanos llaman maíz y los del
Perú, zara, porque es el pan que ellos tenían es de dos maneras: el uno es
duro que llaman muruchu y el otro tierno y de mucho regalo que llaman
capia, cómenlo en lugar de pan, tostado, o cocido en agua simple;…
para sus sacricios solemnes, como ya se ha dicho, hacían pan de maíz,,
que llaman zancu, y para su comer, no de ordinario, sino de cuando en
cuando por vía de regalo, hacían el pan que llaman humita... También
hacen las gachas que llaman api. De la harina y el agua simple hacían el
brebaje que beben y del brebaje acedándole, como los indios lo saben
hacer, se hace muy lindo vinagre; de las cañas antes que madure el
grano, se hace muy linda miel porque las cañas son dulces... Las cañas
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secas y sus hojas son de mucho mantenimiento y muy agradables para
las bestias...
En la actualidad, —si ustedes recuerdan—, el maíz sigue siendo el alimento de
todos los pueblos americanos, pero también es considerado como el sustituto
del petróleo, algo que generó mucha controversia en los años 2000. Se propuso
para hacer el biodiésel, el cual se extraería del tallo y las hojas de las plantas de
maíz a n de convertirlos en diésel y combustible para aviones.
Muchos sectores del mundo se pronunciaron en contra de esta política, ya que
consideraron que la semilla sagrada se estaría sembrando para estar al servicio
del capital. ¿Cuáles serían las consecuencias? Asturias (1949), lo dice en su libro
Hombres de Maíz, que se inspira en un mito del Popol Vuh, uno de los libros
sagrados de los mayas: “sembrado para comer es sagrado sustento del hombre
que fue hecho de maíz. Sembrado para negocio es el hambre del hombre que
fue hecho de maíz”. En este importante libro, se hace la incisiva denuncia de los
devastadores efectos que el capitalismo y las grandes empresas internacionales
tuvieron en las costumbres, creencias ancestrales, identidad y la seguridad de los
campesinos guatemaltecos.
El maíz como fuente de cultura
Del maíz se han escritos múltiples historias, desde cuentos, leyendas y poesía
hasta otros tipos de géneros literarios. Esto se ha realizado desde los tiempos
ancestrales, cuando los pipiles, por ejemplo, realizaron hasta cantos por el
cultivo del maíz.
El antropólogo, Schultze Jena (1982), hace referencia, en su libro “Mitos y
Leyendas de los pipiles de Izalco”, a que “el maíz y la lluvia están unidos a la
religión y a los mitos de campesino indígena. El dios del maíz nace en el lugar
de la lluvia y de la niebla”. Estas palabras vertidas en uno de los cantares más
antiguos recogidos por el Sahagün...El texto VI relata cómo los Muchachos
de la Lluvia sacan el maíz de las entrañas de la montaña, y con disfraz de
mito describe, a la vez, el paso de la cacería a la agricultura. Originalmente,
los Muchachos de la Lluvia eran puramente carnívoros. Como cazadores y
moradores selváticos vivían en completa armonía, cuando aparece un gigante
perturbador de la paz y del orden”.
Esta gura tiene su origen en una de las primeras leyendas mexicanas, que
habla de una antigua raza gigante, la que también, —se dice—, puede tener
otro origen.
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Un ejemplo actual de poesía para el maíz es la siguiente estrofa de Pablo Neruda:
Oda al Maíz
América, de un grano
de maíz te elevaste
hasta llenar
de tierras espaciosas
el espumoso
océano.
Fue un grano de maíz tu geografía.
El grano
adelantó una lanza verde,
la lanza verde se cubrió de oro
y engalanó la altura
del Perú con su pámpano amarillo.
Tambn existe una fuerte relación del maíz con la religión de los ancestros. Para
los mayas y pipiles, el cultivo del maíz era sagrado, por lo que era incorporados
en sus ritos y celebraciones agrícolas. Por ejemplo, en el Perú, las celebraciones
del Inti Raymi (o estas del solsticio de junio) se inician con la cosecha del maíz
y de otros cultivos. En esta ocasión, los miembros de la comunidad comparten
chicha, tamales y otras preparaciones hechas en base a maíz.
Según datos tomados del libro Hijos del Maíz, en la región mesoamericana
hay muchas estas ancestrales que tienen como base el cultivo del maíz.
Textualmente, el documento dice así:
El calendario agrofestivo de Mesoamérica está colmado de celebraciones
ligadas al maíz, como es la esta de La Candelaria o bendición de las
semillas (2 de febrero), el día de Santa Cruz (nales de abril e inicios
de mayo) para la petición de la lluvia y San Isidro Labrador para la
bendición de los animales. El 1 y 2 de noviembre es la celebración de los
muertos en la cual se toma una bebida ceremonial llamada colada morada
o mazorca. Todas estas festividades están relacionadas con el ciclo del
maíz en un sincretismo entre la religión cristiana y la cosmovisión
mesoamericana... Las comunidades trashumantes Rarámuri que habitan
en la Sierra Madre Occidental al Norte de México, organizan su
existencia en torno al maíz (sunú)...”Para los Mexica, la planta del maíz
fue un don de los dioses. El propio Quetzalcóatl, después de la creación
del Quinto Sol, se encarde buscarlo para entregarlo a los humanos;
por esta razón el maíz tenía un carácter divino.
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Analicemos el siguiente relato indígena precolombino recogido por Galeano
(1994) en Memoria del Fuego.
Los dioses hicieron de barro a los primeros mayas-quichés. Poco
duraron. Eran blandos, sin fuerza; se desmoronaron antes de caminar.
Luego probaron con la madera. Los muñecos de palo hablaron y
anduvieron, pero eran secos: no tenían sangre ni sustancia, memoria
ni rumbo. No sabían hablar con los dioses, o no encontraban nada
que decirles.
Entonces los dioses hicieron de maíz a las madres y a los padres.
Con maíz amarillo y maíz blanco amasaron su carne. Las mujeres y los
hombres de maíz veían tanto como los dioses. Su mirada se extendía
sobre el mundo entero.
Los dioses echaron un vaho y les dejaron los ojos nublados para siempre,
porque no querían que las personas vieran más allá del horizonte.
6
Esto nos puede llevar a interpretar que ha sido la zona mesoamericana donde
el maíz tuvo su aparición y su proceso de adaptación. Desde este lugar ha
emigrado a otros países o regiones del mundo, por lo menos, así es interpretado
por muchos investigadores.
En la era moderna, en los pueblos mestizos de habla hispana, generalmente, se
recuerdan los antiguos ritos de la cosecha solo entre la generación mayor. Antes
de la siembra, se recomienda el grano del maíz en rezos al amparo de Dios, de la
Virgen o de San Isidro, el patrón de los labradores, quien protege la joven simiente.
Una de las oraciones españolas que aún se reza en El Salvador es la siguiente: “San
Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol” cuando los inviernos son calamitosos,
y “San Isidro Labrador, pon el agua y quita el sol”, cuando hay sequía.
Pasando al ámbito político, hay acontecimientos importantes que debemos
analizar. Uno de ellos es en lo político-cultural, el cual ocurrió en Guatemala,
donde los diputados lo analizaron y consideraron que el maíz tenía que ser
declarado bien cultural, en la categoría de patrimonio natural y cultural a
través de un decreto hecho el 22 de septiembre de 2011, por ser un elemento
fundamental para la alimentación y la espiritualidad del pueblo maya. El Decreto
dice así: “El maíz, todas sus variedades, tipos autóctonos, propios, distintivos,
originarios o peculiares de los suelos y climas de Guatemala es desde hoy
Patrimonio Cultural de la Nación”.
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El maíz como fuente de intercambio comercial
No solo el cacao ha servido como fuente de intercambio o moneda. Por ejemplo,
en Perú se conoce que los indígenas utilizaron el maíz como moneda. Un estudio
hecho por Soler Bustamante (1954), señala que “durante la cosecha se presentan
compradores o negociantes de diferentes lugares y adquieren el maíz con moneda
o en base a trueques con cameros, lana, tejidos... En época de choclos es común
el cambalache con papas, ocas y ollucos”. En esta investigación se encontró que
un saco de maíz equivale a otro saco igual de papas.
Aztecas y mayas unidas por el maíz
Los aztecas y mayas cultivaron la tierra con énfasis en el maíz. Según
historiadores, la vida de los aztecas y los mayas giró alrededor de la milpa,
pues ninguna otra civilización dependió tanto del maíz como esta. Desde esos
tiempos, el mes de abril el tiempo para empezar a prepararse para la siembra. Si
las lluvias tardaban, entonces los aztecas hacían sacricios a su dios Tlaloc. Ellos
no creían necesario construir un sistema de irrigación, por lo que dependieron
totalmente de las lluvias para cultivar la tierra.
Los pipiles consideraban que existen cuatro columnas que sostienen la losofía
indígena sobre las cosas que los rodeaban: la fruta del campo, que se convertía
en su carne y sangre; la tierra, de la cual extraen la fruta; el agua, sin la que nada
puede crecer; y los astros, que son los que imperan sobre todas las cosas.
A manera de conclusión
Creo que hablar del maíz es un tema que da para muchas ponencias; horas y
horas de análisis podrían resultar de este tema. He querido solo resaltar lo más
importante desde el punto de vista antropológico. Podemos hacerlo desde la
historia, la religión o cualquier otra rama de la ciencia.
Pero lo importante, en toda esta exposición, es señalar que, por años, las
migraciones han permitido la propagación de la cultura, y, por ende, alimentos o
cultivos como el maíz. Además, este tipo de cultivo es tan identitario, que permite
que cada región o pueblo los incluyan como parte de su existencia misma, hasta
el punto de construir una cosmovisión según sus creencias religiosas.
Las poblaciones indígenas del Nuevo Mundo, especialmente mayas, aztecas,
chibchas y quechuas, cultivaban el maíz en forma intensiva, principalmente
en los valles. Por las evidencias rescatadas, este producto constituyó la fuerza
dinámica de su desarrollo. Asimismo, desde el génesis de su cultivo, el maíz ha
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sido utilizado para la preparación de las tortillas, trabajo que a través de miles de
años se ha mantenido casi inalterable. Finalmente, con el maíz creamos cultura,
identidad y, por qué no decirlo, creamos una relación muy propia en la región,
tanto que nuestra cultura es conocida como del maíz.
Algunas curiosidades sobre el maíz
Elutamal sería ‘tamal de elote’, y tamal, la denominación náhuat para ‘tortilla’.
Mil también se reere ‘terreno sembrado’ en náhuat. Así, tunalmil era la cosecha
de sol, y xupanmil, la de invierno, y apanmil, la de riego o de apante.
Campesinos salvadoreños aún usan estas denominaciones.
Para poder cultivar el maíz, se requiere de la intervención de la mano del ser
humano, ya que el grano no se puede desprender por sí mismo.
En América, existen aproximadamente 300 razas de maíz (Pearsall, 1986).
Referentes bibliográcos
Asturias, M. A. (1949). Hombres de maíz. Argentina, Argentina: Losada.
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Guatemala: José de Pineda Ibarra.
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Ecuador: Instituto Otovaleño de Antropología.
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Jarrón
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López-Nuila, Jaime Alberto. El Arte Taíno. Págs. 55-63.
El Arte Taíno
Taíno Art
Dr. Jaime Alberto López Nuila
Abogado. Investigador Asociado UTEC
ORCID: 0000-0002-2217-4162
jaime.lopez@utec.edu.sv
Fecha de aceptación: diciembre 2020
DOI: https://doi.org/10.5377/koot.v0i11.10738
URI: http://hdl.handle.net/11298/1194
Resumen
Este artículo describe de forma somera el quehacer social y cultural de los
pueblos Taínos; sus características particulares muy propias, como lo fueron
sobre todo el uso de aros de piedra para sus ofrendas religiosas, a su vez,
nos muestra quehaceres de este pueblo como por ejemplo, su vocación para
la agricultura mediante el uso de sistemas relativamente desarrollados que no
impidieron su dependencia histórica de la caza y muy especialmente de la pesca.
Las probadas experiencias de este pueblo para el uso de la yuca, de la cual ellos
sacaban lo que llamaban Cazabi que es el mismo Casabe que hoy consume el
pueblo dominicano. Ese cazabi era el pan de los indios Taínos, que luego de
Colón se convierte en el pan de las Indias, porque a falta de trigo, importado de
España, el colonizador europeo, conocedor acostumbrado al sabor de la yuca lo
utiliza con mucha amplitud y con aceptación general. Las plantaciones de yuca
eran los conocidos conucos para aquel pueblo originario.
Palabras clave:
Arte taíno - Caribe (región). Caribe (región) - historia - vida
social y costumbres. Arte taíno - República Dominicana. Cultura - República
Dominicana. Caribe (región)- historia - aspectos socioeconómicos.
Abstract
This article briey depicts the social and cultural works of the Taíno people: their
particular characteristics, like the use they had of the Stone rings used during
their religious offerings;at the same time, it shows other activities like their
vocation towards agriculture through the use of relatively developed systems
which did not hold them back from the historical dependency on hunting, and
especially, on shing. They proved to master the art of using yucca in different
manners, like the extraction of what they called Cazabi—the same Casabe [or
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cassava] that the Dominicans eat today. Cazabi was the equivalent of bread
for the Taínos, and this later became the bread for the Indias after Columbus´
arrival since no wheat was imported from Spain; the European settler, used to
the taste of yucca, used it widely and it gained great acceptance from his people.
Yucca plantations were known as conucos for the originary peoples.
Key words:
Taino art - Caribbean (region). Caribbean (region) - history -
social life and customs. Taino art - Dominican Republic. Culture - Dominican
Republic. Caribbean (region) - history - socioeconomic aspects.
Introducción
La Sociedad Taína
Las islas que forman parte de lo que geográcamente llamamos Antillas, en
los años del descubrimiento de América por Cristóbal Colón estaban habitadas
por pueblos originarios en su inicio, de la convergencia de los ríos Orinoco en
Venezuela, y Zingú, Tapajos en lo que hoy llamamos Guyanas. Eran poblaciones
originarias de la región nordeste de América del Sur y su vida estaba determinada
esencialmente de su habilidad para conectarse mediante el uso de la canoa, para
desplazarse entre aquellos grandes ríos continentales.
Aquella forma nómada de vida incluye en la época del Siglo XV y siguientes,
su traslado entre las islas al ahora llamado Mar Caribe, y de aquella movilidad
nace la población incontenible de aquel mundo insular. La población del caribe
por aquellos pueblos de Sur américa fue paulatina, y comienza, parece, con los
pueblos conocidos como los Siboneyes que se asientan en algunas partes de la
Española y de Cuba. Ellos no conocen todavía la agricultura y sobreviven con
base a la pesca y en menor medida de la caza de algunos animales propios del
entorno, y habitaban sobre todo en pequeñas habitaciones construidas a la orilla
de los ríos (Moya Pons, 1992, pp. 1-11).
Tiempo después se produce la migración de los pueblos que dependen del
gran tronco Arauaco del nivel arqueológico llamado Igneri, y que pueblan las
llamadas Antillas menores, incluyendo la Isla de Puerto Rico, y desplazando
con el tiempo los pocos asentamientos Siboneyes que aún sobreviven, y cuya
característica primera, como medida de desarrollo socio-económico es una
muy avanzada práctica de la alfarería. Viene luego un período de expansión
de la cultura Arauaca que conduce a la extinción total de los pueblos
Siboneyes, expansión que unida al fenómeno de la sedentarización produce
el aparecimiento de una cultura propia diferente, con valores culturales y
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míticoespirituales particulares, y que produce el nacimiento de lo que luego
llamaron la Cultura Taína.
Hay, en la historia de los pueblos del mar caribe, una última etapa que tiene
siempre como motor esencial un nuevo desplazamiento de las costas de Sur
américa, siempre en canoas, de un pueblo diferente de los Siboneyes y Arauacos,
los temidos Caribes, con características diferentes, que eran grandes navegantes,
con gran experiencia en el uso del arco y la echa, como medio de caza, y de
defensa y ataque, comedores de carne humana según reconocidas fuentes y que
no demoran mucho tiempo en asimilar lo que quedaba de los pueblos Igneris
a quienes hacen desaparecer por completo, constituyendo las comunidades que
habitan ese mundo insular para cuando se produce el descubrimiento.
Cuando Cristóbal Colón descubre América, las llamadas Antillas estaban
ocupadas por esos pueblos guerreros llamados Caribes, que, en aquel contexto
histórico, mantienen el asedio contra los pueblos Taínos, por lo que en aquella
época de n del Siglo XV es el desarrollo último de la cultura Taína que ahora
nos ocupa, particularmente en cuanto a sus creencias religiosas. Aquel origen
étnico del habitante de la isla Española y en general de todos los pueblos
insulares Caribeños está elmente acreditado en similitudes lingüísticas, en
el uso de viviendas similares, en el consumo del tabaco, en el cultivo del maíz
y la yuca, en la construcción y uso de canoas como medio de transporte inter-
islas y hasta el continente más cercano y también en el uso de la hamaca como
instrumento de descanso (Moya Pons, 1992, pp. 1-11). También mostraban
los pueblos Taínos, - por otra parte algunas características particulares muy
propias, como lo fueron sobre todo el uso de aros de piedra para sus ofrendas
religiosas. Pero para la posteridad, la cultura Taína dejo su vocación para la
agricultura mediante el uso de sistemas relativamente desarrollados que no
impidieron, su dependencia histórica de la caza y muy especialmente de la
pesca. Dejaron los Taínos sus probadas experiencias para el uso de la yuca,
de la cual ellos sacaban lo que llamaban CAZABI que es el mismo Casabe
que hoy consume el pueblo dominicano. Ese cazabi era el pan de los indios
Taínos, que luego de Colón se convierte en el pan de las Indias, porque a falta de
trigo, importado de España, el colonizador europeo, conocedor acostumbrado
al sabor de la yuca lo utiliza con mucha amplitud y con aceptación general. Las
plantaciones de yuca eran los conocidos conucos para aquel pueblo originario.
Después de la yuca, el maíz, - que se consume tierno, crudo o asado, - junto con
las batatas que consumían asadas y hervidas los Igneris, el maní acompañado
de casabe, y las yahutias, formaban parte de la dieta vegetal del pueblo T
aíno.
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Dr. Jaime Albeto López Nuila
El Arte Taíno
Desarrollado sobre todo en la parte Este de la Isla Española – Santo Domingo
está relacionado con la economía y la vida en sociedad de aquellas viejas culturas
y que terminan por denir en gran parte la historia de la sociedad moderna, en
este caso, de la sociedad de la República Dominicana de hoy. Estaba siempre
esa vocación al arte, de la artesanía y de las muestras culturales de la sociedad
TAINA, al servicio de sus creencias religiosas y mágicas.
Moya Pons, (1992), reconocido historiador y Antropólogo Dominicano, dice
que aquella vocación artística Taína Artesanía y Literatura- “eran en verdad
súplicas y exposiciones constantes a los diferentes Dioses encarnados en
variados elementos fundamentales en esta sociedad” y que además explicaban
el origen, la vida, los problemas y en general el estilo de vida y las esperanzas de
aquellos pueblos primitivos. Es de esas creencias míticas y mágico- religiosas,
de las que se derivan las lluvias, el sol, el crecimiento de la yuca y hasta la
fertilidad de las mujeres. De otro lado, esas creencias y aquellos elementos, a
los que rinde tributo el Taíno, también responden en determinado momento, de
las fuerzas que desencadena el huracán que trae muere y destrucción a la Isla.
(pp. 1-11).
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El Arte Religioso
Frank Moya Pons, en su investigación histórica sobre el Arte Taíno, publicado
en 1983 por el Banco Central de la República Dominicana, informa que los
variados objetos de culto en la forma del arte Taíno, constituyen un rico ajuar
ceremonial que se ha descubierto por investigadores antropólogos dominicanos,
y está íntimamente ligado al panteón anímico del pueblo taíno. Dice Montás,
Borrell y Moya Pons (1983), que: “estos objetos y piezas situados en su
verdadero contexto cultural, identican las representaciones de murciélagos y
búhos con el espíritu de los muertos, pues aquellos son animales que habitan
en cuevas y solo salen de noche. Las cuevas eran lugares sagrados para los
indios, visitadas solo por los Chamanes (brujos) o behíques, porque en ellas
–las cuevas- habitaban los espíritus de los difuntos”.
Aquellas creencias, mágico-religiosas del pueblo Taíno incluye por ejemplo
“rostros con grandes lágrimas brotando de los ojos” y que son en verdad
auténtica representación de Dios, de la lluvia y también los llamados trigonolitos
o piezas triangulares o de tres puntas, y que para la vida cotidiana del indio era
la representación en abstracto de los montículos agrícolas, una forma efectiva
del cultivo de la tierra, especícamente de la yuca, que ya conocemos, es un
elemento básico en la dieta alimenticia del pueblo Taíno.
Debemos conocer entonces que el variado arte Taíno es una recopilación de
las creencias mágico religiosas que regían la vida de aquel primitivo pueblo,
y se acredita a Fray Ramón Pané el primer etnólogo del nuevo mundo y
acompañante de Colón en su segundo viaje a quien se le atribuye históricamente
el mérito de interpretar el signicado de las más conocidas manifestaciones
de la cultura del pueblo originario en la isla Española, ya en la forma de sus
creencias mítico-religiosas, y también sobre todo en el signicado de sus
diferentes vocaciones en artesanía y toda otra expresión como nación.
Ceremonia De La Cohoba
Bernardo Vega, intelectual dominicano, en la presentación del libro “Arte
Taíno” 1983, Serigraf, Editado por el Banco Central Dominicano, - Pág. 4-
habla de la llamada Ceremonia de la Cohoba, en la que el dominicano calicado
para ello – Shamanes o Behíques – entraban en contacto con los dioses.
Dice Bernardo Vega: “que el indio después de un largo ayuno puricador que
lo reducía a un esqueleto andante, completaba la puricación limpiando su
estómago con una espátula vómica introducida por su boca, sentado en un
banquillo de madera o dúho, inhalaba un fuerte alucinógeno que tomaba desde
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un plato o bandeja de madera, colocado encima de un cemí, es decir de un
ídolo. El alucinógeno le permite comunicarse con el panteón de los dioses
Tainos, quienes le auguraban el porvenir y le instruían acerca de cómo debía
comportarse en el futuro. La espátula, el inhalador, el plato, el cemi y el duho
son el ajuar del ritual, constituyen uno de los más ricos exponentes de la calidad
artística neta tainos”.
Esta ceremonia de la Cohoba que se ha detallado, completaba el ajuar ceremonial
también enumerado, con unas maracas de madera y se indica que la posición del
indio celebrante de la ceremonia, era con las piernas acuclilladas, con las manos
en las rodillas, y su importancia cultural se destaca copiándola en ídolos y en los
vasos egies para indicar la participación en el ritual.
El Ajuar Personal Y Utilitario
La Cohoba incluía adornos personales del indio celebrante que disponía
de coronas y cinturones de huesos de pescado y piedra, así como collares y
amuletos. Los amuletos eran destacadas esculturas en miniaturas llamadas
“idolillos” que se colgaban en la frente y en el cuello. Las caretas llamadas
también “Guaizas” eran sin duda verdaderas joyas de artesanía Taína, pero
según parece no sobrevivieron a la destrucción de las Indias, lo que es sin
duda, una pérdida irreparable para la cultura universal. También son parte del
ajuar personal del indígena celebrante de la Cohoba, las llamadas orejeras,
narigueras, adornos labiales y peinetas. Para cumplir su papel en la ceremonia el
indio tatuaba su cuerpo con sellos o pintaderas de cerámica. Este es el personaje
central de la Cohoba, caracterizado por todo aquel ajuar corporal, que se unía a
elementos externos y al estado anímico del celebrante, que como sabemos era
muy particular.
Había en la ceremonia los llamados objetos utilitarios que ellos confeccionaban
con adornos, para vincularlos a propósitos rituales o funerarios señalando una
siempre presente relación entre lo místico y lo material. Este es el papel de
ollas, potizas y vasijas de barro. Esos vasos egies son célebres en el arte del
pueblo Taíno y su carácter es siempre de exponentes del más elevado valor
porque comúnmente eran elaborados con forma humana y representativa, en
otra reiteración elocuente de que el arte fue camino de expresión del espíritu
y el sentimiento más íntimo del pueblo Taíno. Según Bartolomé de Las Casas
(1987), había también en el ajuar hachas impresionantes que por lo mismo son
como una fotografía de la llama que prende en aquel pueblo, que un día De Las
Casas llamaría una nación de “mansos y humildes”.
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El Arte Taíno en la Música
Por otra parte, como representativo de los instrumentos musicales que
acompañaban la ceremonia Taína, se cuentan los fotutos de lambi, las sartas de
caracoles, las ocarinas y las vasijas, espátulas y sellos sonajeros, que muestran
el carácter precursor de las prácticas contemporáneas de nuestros pueblos
naturales.- Además del ingenio y la inteligencia propia del Taíno trasladados por
supuesto a la cultura musical de nuestros pueblos indígenas de ahora, todas esas
prácticas deslumbrantes para el ejercicio y la práctica de la música muestran un
arte que se conserva en los pueblos de América. Hay que distinguir, no obstante,
que además de la originalidad y preciosa autoría de aquellas manifestaciones
culturales por medio de la música, el pueblo Taíno contenía en esa expresión
artística musical, con aquel carácter totalmente original, también el propósito
místico-religioso de la música que servía como telón de fondo a la comunicación
espíritu-religioso del Shaman. Con las deidades o Dioses representativos de
los diversos elementos naturales --- agua, sol, viento--, y todos los que, unidos
íntima y profundamente a su estilo de vida, inuían dramáticamente en la
manera en que aquellos pueblos enfrentaban los elementos naturales, que la
vida moderna, la llamada sociedad civilizada de ahora, enfrenta con el llamado
cambio climático, y los efectos naturales que acarrea consigo.
Hay que resaltar que los objetos que integran el llamado ajuar utilitario de
los Taínos, son una muestra elocuente de su reconocida laboriosidad, unida a
un destacado sentido y amor por el arte, fabricando por ejemplo las hachas
petaloides, el burén y los guayos para elaborar el casabe, los morteros y sus
manos, las husos de hilar muestran su laboriosidad y sentido artístico, pero son
igualmente, muestra de reconocible ingenio, al mezclar el propósito de llenar
una práctica necesaria para llevar adelante su vida diaria, con un aporte de
singular belleza y acabado.--
La materia prima
Es apreciable la preferencia del pueblo Taíno por el uso de la piedra para
ordenar el curso de sus vidas. De piedra están elaborados collares, ídolos,
hachas, pulidores, morteros, trigonolitos, aros y conos líticos de indescifrables
y desconocidos usos.
También los llamados bastones ceremoniales, los buriles, las orejeras, las pesas
de red, las cabezas de macorix, amuletos, husos de hilar y también famosos
guayos. Pero no era la piedra la materia prima exclusiva que fundaba el vivir
cotidiano del Taíno. También los elaboraban de madera, especialmente buscada
y apreciada como el guayacán por su característico color oscuro y brillante. De
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este material están fabricados objetos que destacan por su singular belleza como
ídolos diversos, bandejas, dúhos, maracas, remos, espátulas y cosas de madera
oscura y brillante.
Asimismo, utilizaban la concha para elaborar fotutos, carátulas, idolillos y
muchos adornos personales que usan para mostrar sobre todo al personaje
principal del ceremonial religioso, pero también como artículos puramente
personales. La natural habilidad y el ingenio Taíno reconoce otras materias
primas para la comodidad de su hacer cotidiano, el hueso del manatí, que le
sirve para fabricar espátulas vómicas, adornos labiales, inhaladores, cucharillas
y amuletos, al tiempo que también se lucían con lindos collares elaborados con
los dientes.
De algodón el Taíno elaboraba el conocido cemi, y de material de oro láminas
martilladas, hechas de pepitas de oro decoradas. También era conocida en
aquellos pueblos naturales la cestería, que incluía hamacas y redes que Bernardo
Vega destaca que debió haber sido de la mayor calidad. La cerámica destaca por
su belleza e incluye objetos tan preciados como vasijas, ollas, pintaderas, potizas,
ocarinas, las burenas y las orejeras. Bernardo Vega, en su presentación de la
obra “Arte Taíno” publicada por el Banco Central de la República Dominicana,
destaca que la cerámica Taína esta detallada por lo que llama “simetría bilateral
en los diseños o motivos” y que se caracterizan por ser incisos o punteados,
geométricos y modelados, además del uso de una pasta de buena calidad.
--Las asas son usualmente utilizadas en las ollas para conseguir expresiones
artísticas de una singular belleza. --
Dice Bernardo Vega, asimismo, que los Taínos practicaron un arte esencialmente
escultórico por la evidente falta de pintura en la cerámica, habiendo manifestado
sus virtudes para el dibujo en el arte rupestre, donde representa la fauna
que puebla su hábitat, y también el variado ceremonial religioso que marca
señaladamente su vida diaria, en motivos abstractos que se caracterizan por su
reconocida simetría. Señala que las cuevas en República Dominicana contienen
el tesoro más valioso del Caribe como muestra del citado arte rupestre.
Finalmente hay que señalar que el pueblo Taíno no conoce el hierro y el bronce,
tampoco la técnica del molde y del torno alfarero, por lo que es la práctica del
frotado con cáñamos, usando las bordas con lo de almejas y también para
cortar piedra, madera, caracol o huesos. También aplicaban sus usos en buriles,
pulidores, hachas de piedra y cualquier otro objeto de uso común en aquel
ambiente en el que destaca el mar con todos sus innitos recursos, que son fruto
en la vida para el indígena. Es reconocible entonces que las manifestaciones
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artísticas que hemos detallado, se producen en un mundo primitivo, según
el contexto histórico, en el que la nota característica es la ignorancia de las
prácticas modernas que han conducido al desarrollo cultural de la sociedad de
ahora, por lo que es vital reconocer el ingenio de aquel pueblo originario.
Cuando el almirante Cristóbal Colón, escribe sobre su hazaña del descubrimiento
del llamado NUEVO MUNDO, en una de sus muchas comunicaciones o
informes a la corona o simplemente como parte de lo que era su diario personal,
el Almirante dice: “Esta –se reere a la Isla La Española– es para desear,
vista es para nunca olvidar”. No hay que hacer ningún esfuerzo para entrar
al corazón y la mente de aquel viejo y curtido navegante y hombre de mar
para entender y atrapar ese sentimiento de admiración, de amor y de maravilla
por aquél mundo nuevo y deslumbrante que amanece frente a su inteligencia
y dentro de su corazón, del que destacan su increíble y soñada geografía y
sobre todo, aquel pueblo único en su pureza espiritual y su inocencia humana.
El Taíno es también, lo tenemos visto ahora una nación de especial ingenio y
vitalidad espiritual.
Referentes bibliográcos
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Dominicana: Sociedad Dominicana de Bibliólos.
Montás, O., Borrell, P. J. y Moya Pons, F. (1983). Arte taíno. República
Dominicana: Banco Central de la República Dominicana.
Moya Pons, F. (1992). Manual de historia dominicana. Barcelona, España:
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Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Cuenco
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Pérez Memén, Fernando. El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana. Págs. 65-69.
El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana
The intellectual predominance of mulattoes
at the end of Hispanic colonial domination
Fernando Pérez Memén
Embajador de la República Dominicana
en la República de El Salvador.
Dr. en Historia y Licenciado en Filosofía
emdosal@gmail.com
Fecha de aceptación: diciembre 2020
DOI: https://doi.org/10.5377/koot.v0i11.10740
URI: http://hdl.handle.net/11298/1196
Resumen
A n de garantizar su dominio en Santo Domingo, la corona española,
estableció una política racial de valoración y reconocimiento legal del blanco y
de subvaloración al indio, el negro, el árabe, el judío, el mestizo y los mulatos.
En la segunda mitad del siglo XVIII, en las universidades de Santo Tomás de
Aquino, de los dominicos, y la de Santiago de la Paz, de los jesuitas, en la iglesia,
las milicias, en las ocinas reales y el comercio, iban penetrando los mulatos
y ocupando posiciones de dirección a pesar de la política segregacionista de la
corona, lo que preocupaba y atemorizaba a las autoridades españolas, como lo
reveló el gobernador Azlor, en un informe secreto al rey sobre que de seguir
esto los mulatos en poco tiempo tomarían el poder.
Palabras claves: Mulatos - Aspectos sociales - Historia - República Dominicana.
República Dominicana - Historia - siglo XVIII - Vida social y costumbres.
Mulatos - Vida social y costumbres - Historia - República Dominicana. Clases
sociales ¬- República Dominicana. Desigualdad social.
Abstract
The Spanish Crown, with the purpose of guaranteeing its power over Santo
Domingo, established a racial policy to value and legally acknowledge whites
and to undervalue indigenous people, blacks, Arabs, Jewish, mestizos, and
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Pérez Memén, Fernando. El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana. Págs. 65-69.
mulattoes. During the second half of the XVIII century, at church, the militia, the
royal ofces, commerce and at the universities of Santo Tomás—from the order
of the dominicos—and Santiago de la Paz—from the Jesuit order--, mulattoes
were penetrating and occupying leading positions in spite of the Crown´s
segregationist policy; this worried and frightened the Spanish authorities, as it
was revealed by governor Azlor in a secret report to the King; if this situation
continued, he wrote, they would take over power shortly.
Key words: Mulatos - Social aspects - History - Dominican Republic. Dominican
Republic - History - 18th century - Social life and customs. Mulatos - Social
life and customs - History - Dominican Republic. Social classes - Dominican
Republic. Social inequality
La toma de la ciudad de Granada, último baluarte de Los Moros por Los
Reyes Católicos, puso término a las guerras de reconquista. A partir de ese
momento la política seguida por Fernando e Isabel fue lograr la integración del
territorio peninsular sobre la base de la unidad racial y religiosa. Descubierto
y conquistado el nuevo mundo, la corona inició el proceso de colonización
aplicando esa política con la mayor radicalidad.
Fernando Pérez Memén
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Pérez Memén, Fernando. El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana. Págs. 65-69.
Muchas reales cédulas prohibieron el ingreso a Las Indias de los judíos, árabes
y otros extranjeros, cuya sangre fue considerada impura. Y en el caso de los
indios, naturales del continente sometido, y los negros traídos del áfrica, la
corona implantó una política segregacionista basada en argumentos ideológicos,
que le permitió justicar y legitimar su dominio sobre ellos; a tenor de ella los
consideró como razas inferiores, las cuales estaban determinadas por el derecho
natural y el Derecho de Gentes a estar sujetas a las razas superiores, como las
de los europeos.
El estamento dominante de las colonias, constituido por la aristocracia
burocrática y latifundista frenó y desvió las luchas sociales hacia el plano
religioso, fenómeno muy bien estudiado por Carlos Esteban Deive en su obra
Heterodoxia e Inquisición en Santo Domingo (1492-1822), (Deive, 1983). Al
tomar al judío como modelo de raza degenerada, lo que llevó a los plebeyos a
preocuparse por rehabilitar su origen humilde exhibiendo la pureza de su raza;
pero además del hebreo, raza impura era la del moro, el indio, el negro… en
n, aquellos cuyos orígenes raciales no estaban vinculados con el cristianismo.
Para impedir el ascenso de las clases dominadas a las estructuras del poder
colonial, La Corona exigió la presentación de certicados de limpieza de sangre
para ingresar a las universidades, a los seminarios, al estado eclesiástico, a la
ocialidad militar, a los cargos burocráticos. La limpieza de sangre se entendía
en su sentido genésico, es decir, a todo cuanto pudiese inyectar vida: simiente,
leche. Juan de Pineda.
En la colonia de Santo Domingo, la política segregacionista de La Corona, pese
a su radicalismo, no logró sus objetivos. El blanco no trajo a su mujer española,
la temprana desaparición del indígena impidió el desarrollo del mestizaje, la
importación de negros esclavos que asumieron la mano de obra en los ingenios,
las plantaciones, las estancias y en los hatos llevó a que el ibero mezclara su
sangre con el africano; así el blanco europeo se apareó, desde la segunda mitad
del siglo xvi, con la negra, e inició el proceso de mulatización que alcanzó tan
alto desarrollo, que en el siglo xviii los mulatos predominaban en número frente
a los blancos y los negros, y traspasaban los límites de la política segregacionista
del estado español, hasta formar parte del estamento dominante colonial.
El aumento de los mulatos, la acumulación de ciertos capitales de importancia
y la capacidad intelectual que revelaban preocupó a muchos blancos en la
América Hispana, Saint-Domingue (hoy Haití), y particularmente en Santo
Domingo Español. El Arzobispo Domingo Fernández de Navarrete, en carta
del 26/vii/ del 1683, informaba al Rey que los pardos solían decir “que dentro
de pocos años vendría el gobierno a sus manos”, y a pesar de la oposición de
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Pérez Memén, Fernando. El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana. Págs. 65-69.
este prelado y de su sucesor, Fernando Carvajal y Rivera, a que los morenos
recibieran órdenes sacerdotales, ellos alcanzaban el estado eclesiástico. Varios
años antes de la prelacía de Carvajal y Rivera, el mitrado Francisco de la Cueva
y Maldonado comunicaba al monarca, en 1675, que había en el clero algunas
personas con “sangre de mulatos”, y a nes de esa centuria el Padre Andrés de
Solís, en unas letras en las que hacía una descripción de la isla y solicitaba un
colegio para La Compañía de Jesús hablaba de un brillante “clérigo mulato que
es un buen teólogo y predicador”.
Mientras que en la América Española el prejuicio en contra de los mulatos
aumentaba, en Santo Domingo Español, por el contrario, aminoraba. Muchos
penetraban en las universidades de Santo Tomás de Aquino y en la de Santiago
de la Paz, a pesar de que sus estatutos prohibían el ingreso de los que tuviesen
en sus venas sangre africana, indígena, judía, árabe.En esas instituciones
cursaban las carreras eclesiásticas y seculares, la falta de sacerdotes blancos
para atender las necesidades religiosas de los eles y el poco número de
blancos instruidos y capaces para los empleos en la administración real,
hizo que las autoridades eclesiásticas y civiles se rindiesen ante la realidad y
fuesen abriendo las puertas de las dignidades y canonjías en la iglesia, y las
magistraturas en el orden político.
El arzobispo, en 1706, pidió al Rey permiso para ordenar mulatos a condición
de que no ocuparan prebendas, dignidades y canonjías, pero aquellos superaban
los valladares que se le oponían y alcanzaban los referidos altos benecios
eclesiásticos. Uno de los más sobresalientes fue Pedro Morel de Santa Cruz,
que a nes de 1715 ganó la oposición a la canonjía doctoral en virtud de sus
“méritos personales”. Se le admitió en esa dignidad a pesar de la protesta de
algunos regidores del Ayuntamiento de la capital que le acusaban de ser hijo
de una morena, y que sus padres habían vivido en amancebamiento. Más tarde
logró ceñir en su frente la mitra episcopal y es el primer prelado dominicano.
Fue obispo de Nicaragua (1751-1753), y luego de Santiago de Cuba (17531768),
diócesis esta última que comprendía toda Cuba, Jamaica, La Florida y Luisiana.
Escribió una historia de la isla y catedral de Cuba (Morell de Santa Cruz, 1929).
El más brillante intelectual dominicano del siglo xviii fue precisamente un
mulato, Antonio Sánchez Valverde, a quien consideramos como el introductor
del pensamiento moderno en Venezuela. Es el autor dominicano que revela una
mayor inuencia de las ideas del enciclopedismo, y su libro: Idea del Valor de
la Isla la Española (Sánchez Valverde, 1785), es la mejor radiografía de nuestra
realidad social en aquella centuria y el abogado más prominente que tuvo
Santo Domingo en ese período fue un pardo, Juan Ignacio Rendón y Dorsuna,
catedrático de derecho civil y de vísperas de cánones en la Universidad de Santo
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Pérez Memén, Fernando. El predominio intelectual de los mulatos
a nes de la dominación colonial hispana. Págs. 65-69.
Tomás de Aquino, Fiscal del Arzobispado (1787-1789) y de la referida academia
(1790-1794). Emigró en 1796 a Cuba donde alcanzó fama como jurista. El dato
lo obtuvimos de un informe secreto del Gobernador de Santo Domingo, que
encontramos en el Archivo General de Indias, en Sevilla. En ese documento
la máxima autoridad colonial informaba a la corte el ascenso a dignidades y
canonjías de mulatos que él consideraba talentosos.
Como se puede observar, en el ocaso de la dominación colonial hispana en Santo
Domingo, la dirección intelectual iba cayendo en manos de los pardos que por
sus talentos y virtudes superaban los prejuicios que la política segregacionista
y exclusivista de La Corona había delineado para mantener sólo en manos
blancas la dominación social, política y cultural de su primera colonia en el
Nuevo Mundo.
Referentes bibliográcos
Deive, C. E. (1983). Heterodoxia e inquisición en Santo Domingo, 1942-1822.
Santo Domingo, República Dominicana: Taller.
Morell de Santa Cruz, P. A. (1929). Historia de la isla y catedral de Cuba.
Cuba: Cuba Intelectual.
Sánchez Valverde, A. (1785). Idea del valor de la Isla Española. Santo Domingo,
República Dominicana: Montalvo.
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Flamenco, Alejandra. En un mundo de lunares innitos. Exhibición de Yayoi Kusama. Págs. 9-16.
Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Jarrón
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
Los historiantes de Huertas: La danza
de los Moros y Cristianos
The historiantes* from Huertas: The dance of Moors
and Christians (danza de Moros y Cristianos)
Reynaldo Antonio Rivas
Catedrático de Ética y Filosofía
Universidad Tecnológica de El Salvador
rivasreynaldo@gmail.com
Fecha de aceptación: diciembre 2020
DOI: https://doi.org/10.5377/koot.v0i11.10741
URI: http://hdl.handle.net/11298/1197
Resumen
El presente artículo de tipo etnográco presenta la bicentenaria tradición de
la danza de los Moros y Cristianos, del grupo de Los Hsistoriantes del Cantón
las Huertas, Ilobasco, Cabañas, El Salvador. El estudio fue realizado en el año
2019. Iniciando en junio con las primeras visitas exploratorias se constató
que el grupo de Historiantes estuvo inactivo durante 15 años. Al concluir el
estudio, en diciembre, se logró la reactivación del grupo, gracias a que aún
viven 6 integrantes que recibieron la tradición por transmisión oral directa.
Ahora ellos transmiten la tradición a una quinta generación de Historiantes en
el referido cantón.
Palabras claves: Culturas tradicionales - Las Huertas, Ilobasco, Cabañas, El
Salvador. Danza (en religión, folklore, etc.). Danzas populares y nacionales
salvadoreñas. Antropología cultural - Historia - Las Huertas, Ilobasco, Cabañas,
El Salvador. Folclor - Las Huertas, Ilobasco, Cabañas, El Salvador. La danza de
los Moros y Cristianos - El Salvador
Abstract
This ethnographic article introduces the bicentennial tradition of the dance
of Moors and Christians (danza de Moros y Cristianos), from the group Los
Historiantes* in Cantón las Huertas, city of Ilobasco, department of Cabañas,
El Salvador. The study was conducted during 2019, and the initial exploratory
visits took place in June; one of the ndings during these visits was the fact
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
that the group of historiantes
had been inactive for 15 years. When the study
concluded in December, the reactivation of the group had been achieved thanks
to the collaboration of 6 surviving members who learned about this tradition via
direct oral tradition. At present, they are in charge of transmitting this tradition
to a fth generation of historiantes in said cantón (small countryside town).
historiante*(dancer or participant in the representation of moors and christians).
Key words: Traditional cultures - Cantón Las Huertas, Ilobasco, Cabañas, El
Salvador. Dance (in religion, folklore, etc.). Salvadoran popular and national
dances. Cultural anthropology - History - Cantón Las Huertas, Ilobasco,
Cabañas, El Salvador. Folklore - Cantón Las Huertas, Ilobasco, Cabañas, El
Salvador. The dance of the Moors and Christians - El Salvador
El origen de la danza
Moros y cristianos o Historiantes son las expresiones que se utilizan para
identicar las danzas tradicionales a través de las cuales se hace referencia a
conictos entre los musulmanes (moros) y los reyes cristianos ibéricos por
aspectos religiosos. La tradición de los moros y cristianos inició en los países
ibéricos (España y Portugal), conmemorando la época histórica de la lucha
entre los cristianos y los árabes (moros) que duró casi 800 años, desde 711 hasta
1492. Por el fervor de celebrar una victoria, iniciaron la tradicional celebración
extendiéndola a lo largo de los pueblos que conforman España y Portugal, pero
el fervor festivo se concentra en Valencia y Alicante.
Figura 1. Danza de los Historiantes de Huertas 10 de noviembre de 2019.
Fotografía tomada por el autor
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
De acuerdo a las aportaciones de la investigación de Pleités (2000),
Los bailes de los
historiantes, apuntan
que esta danza es
producto
de la época
medieval (476-1453),
llevada por los Árabes que llegaron a la región de Hispania
en donde
ejercieron
una presencia de cerca de ocho siglos en la penín- sula. Las
luchas por la
reconquista
del poder de los
cristianos, auxiliados
por la Santa
Inquisición y la
gura
marcial del Patrón Santiago, fueron su inspi- ración. Por
ello, se sostiene que sus orígenes se
encuentran
en la dominación
musulmana
en
España (771-1002),
en
donde
la
primera referencia
documental de la
danza
se
vincula
a la boda del
Conde
de
Cataluña, Ramón Berenguer
IV, con Petronila,
Reina de Aragón. Esta fue celebrada en la Catedral de Lérida en el año de 1150.
En esa boda se
ngió
un
combate
entre moros y cristianos.
Figura 2. Danza de los Historiantes de Huertas 10 de noviembre de 2019.
Fotografía tomada por el autor
En nuestro país, la historia de la danza se remonta a los tiempos mismos de
la Colonia. Ésta fue utilizada como método de evangelización, pero también
como método de aculturación de los pueblos originarios, quienes la terminaron
adoptando con variantes especícas. “Una hipótesis sustenta que los curas en-
señaron las historias a los indígenas para que formaran los grupos de danzan-
tes y digirieran que el cristianismo es todopoderoso, tanto como para vencer a
los musulmanes” (Martínez, 2016), mientras que otra indica que estas danzas
fueron introducidas con la idea de doblegar a los indígenas por medio de es-
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
tas representaciones confeccionando nuevos argumentos y teniendo una carga
ideológica-religiosa porque acentuaban la lucha del bien contra el mal (el bien
representado por los cristianos, o sea los españoles cristianizados o indígenas
bautizados y el mal representado por los moros).
Así pues, en nuestro país, la danza tiene su origen con la llegada de los españoles
a Cuscatlán, siendo una mezcla de la cultura de los indios cuscatlecos y la
cultura de los conquistadores que llegó a borrar casi todo vestigio de las danzas
tradicionales indígenas dando como resultado una nueva cultura híbrida, más
que un proceso de transculturación (Vela, 2007).
Los historiantes en el territorio salvadoreño
En el país y muchos otros países de américa latina celebran estas anuales
donde enriquecen su espectáculo con danzas tradicionales. Esto se debe
a que durante la conquista española y la época de la colonización también se
fomentaron nuevas creencias y especialmente con el tema de la religión; por lo
tanto, también se dio inicio a la adaptación de costumbres por parte de nuestros
pueblos y una de ellas fue la Danza de los Moros y Cristianos.
La manera como se establecen Los Historiantes en la cultura del pueblo no es
sucientemente clara. Según los estudios realizados por Martínez (2019) para
la elaboración de un mapa de moros y cristianos en El Salvador, identica
Reynaldo Antonio Rivas
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
32 grupos de historiantes en 31 municipios del país, abarcando el 11.8% de los
municipios del territorio nacional. Entre los 32 grupos identicados están los
Historiantes del Cantón Las Huertas, en el municipio de Ilobasco, Departamento
de Cabañas.
Figura 3. Danza de los Historiantes de Huertas 10 de noviembre de 2019.
Fotografía tomada por el autor
Los historiantes de Huertas
El cantón las Huertas: una descripción
El cantón Las Huertas es uno de los 18 cantones de la ciudad de Ilobaso.
Se encuentra ubicado a 10.2 kilómetros al noreste de la ciudad. Posee una
topografía de empinados cerros, altos acantilados, terrenos pedregosos;
pequeñas quebradas y riachuelos que surcan abundantes de agua en el invierno
y casi extintos en el verano. Todas las quebradas desembocan en el río que toma
nombre de cada caserío que atraviesa. Así, en la parte alta el río se llama el roble
y en la parte baja se convierte en el río La Veguita o Las Vegas. Este río sirve de
límite natural con el cantón el Potrero.
El cantón está compuesto por seis caseríos: El Centro, El carrizal, Arenera,
Mundo nuevo, El Jícaro, e Isletas.
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
Los límites del cantón las Huertas son: al Noroeste limita con Azacualpa; al
Noreste con San José Calera y, al Sur con cantón El Potrero.
Según el censo poblacional llevado a cabo por la Parroquia Sagrado Corazón
de Jesús, del cantón Las Huertas (2019), el cantón tiene una población de
1,754 habitantes.
La economía del cantón depende, en su mayor parte, de las remesas. La
agricultura es bien básica: cultivan frijoles y maíz. Y, a diferencia de los demás
cantones de Ilobasco, en las Huertas no se da la Ganadería.
Los orígenes del cantón
Si bien es cierto, no podemos reconstruir, con documentación escrita sobre el
tema, la historia remota de los orígenes del cantón las Huertas, podemos
encontrar datos que sugieren la existencia de este cantón en los orígenes mismos de
la población que habitaba Sitio Viejo y que, más tarde, conformaría Ilobasco. Por
tanto, si Sitio Viejo estaba ya habitado por una pequeña población hacia nales
del 1500, podemos decir lo mismo de Huertas. En efecto, con respecto al origen
de la población de Ilobasco, la historia se remonta a la época precolombina, a
nales del año 1500. Esta ciudad fue fundada por tribus Lencas, a principios de
1600, con estrechos vínculos comerciales con Chortíes e indígenas y estos a su
vez tuvieron que compartir el lugar en épocas posteriores con Pipiles del habla
Náhuat (Proyecto de Fortalecimiento de Gobiernos Locales 2014, p. 14).
Figura 4. Ensayo de los historiantes 8 de noviembre de 2019
Fotografía tomada por el autor
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
Algunos datos que atestiguan la existencia del cantón las Huertas:
̶ En el año 1620, los frailes Dominicos, quienes administraban en lo religioso
la zona, hicieron una peregrinación con la Imagen de San Miguel Arcángel,
por los cantones que hoy conforman Ilobasco. Y fue entre los indígenas del
actual cantón Las Huertas, en donde los frailes tuvieron mucha aceptación y
muy pronto pasaron a convertirse en soldados del patrón San Miguel (Rivas
2000, p. 261).
- Según Rivas (2000), “en otros tiempos existieron caleras fuera de la ciudad,
precisamente en los cantones Las Huertas y San José Calera”. (pp. 106-107)
̶ Para el año 1858, Lorenzo López describe en su informe la existencia en
Ilobasco de tres haciendas dedicadas al cultivo del añil y la crianza del ganado;
y además, se encuentran los caseríos siguientes: Cerro Colorado, Azacualpa,
San José Oratorio, Sitio Viejo, Los Llanitos, […], Calera y Huertas (López,
2010)
El dato más interesante, para nuestros nes, es la datación de la peregrinación
de San Miguel Arcángel en el año 1620 y la consecuente creación de un grupo en
torno al Santo Patrono. De hecho, a juicio de Rivas (Rivas, 2000, pp. 261-262),
el grupo de Historiantes hunde sus raíces remotas en ese grupo de Soldados del
patrón San Miguel”.
El santo patrono: San Miguel Arcángel
Siguiendo la sugerencia de Rivas (2000) y escuchando a los pobladores en
visita de campo, así como también, teniendo en cuenta la tradición religiosa
de la Iglesia católica del lugar, consta que los pobladores de Huertas guardan
profundo respeto y devoción por la Imagen de San Miguel Arcángel (p. 261)
La razón histórica la encontramos en la peregrinación hecha por los frailes
dominicos en 1620, con la Imagen de San Miguel, y la consecuente formación
de los “Soldados del patrón San Miguel”. Los Huerteños – como se les conoce
se identicaron fuertemente con la advocación. Sin embargo, como la
Imagen estaba resguardada en el templo parroquial en la ciudad de Ilobasco,
los Huerteños luchaban por tenerla con ellos en su cantón. De algún modo, se
identicaban
como los custodios de la Imagen y la devoción.
Nació así, a mediados de 1700, un ciclo de pleitos entre los Huerteños y los de
la ciudad de Ilobasco por tener la Imagen. Estos pleitos declinarían cuando la
Imagen les fue entregada. El antropólogo Ramón Rivas describe la situación de
la siguiente manera:
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Para evitar los continuos pleitos con los habitantes del cantón Las
Huertas por la Imagen de San Miguel Arcángel, los que, desde mediados
de 1700, a menudo llegaban al poblado reclamando la pertenencia de
la Imagen y enfurecidos, al no ser escuchados, realizaban estragos
en el lugar, el Presbítero Aquilino Herrera, un año después de haber
tomado posesión como párroco en 1849 decidió darles la Imagen a
“los huerteños con la condición de que le dieran la debida veneración y
respeto”. Con esta decisión y con ello llevándose de una vez la imagen
para la ermita de Las Huertas, se terminaron muchos años de terror en
la ciudad por parte de tan temidos habitantes.
[…]
En las Huertas todo fue bien hasta que, por descuido, o por mala
intención, sucedió lo que nadie se esperaba con tan venerada imagen.
De acuerdo al Dr. Vicente Navarrete: “La imagen de San Miguel era
de madera y hecha con verdadero arte; fue incendiada junto con su
nuevo altar y una parte de la ermita, de manera contingencial, el 17 de
mayo de 1934 en el cantón Las Huertas de la misma jurisdicción, lugar
donde era verada desde hacía muchísimos años”.
[…]
No obstante, “los huerteños” aún hoy en día, son aferrados devotos
de San Miguel Arcángel y siempre recuerdan la fecha de “la desgracia
del incendio (…)”. (Rivas, 2000, pp. 262-263)
El 13 de enero de 2016, el cantón las Huertas fue erigido como Parroquia por
decreto del Obispo de la Diócesis de San Vicente, Mons. José Elías Rauda.
El territorio que le pertenece fue desmembrado de la Parroquia San Miguel
Arcángel de Ilobasco. De este modo, la jurisdicción de la nueva parroquia
abarca: Isletas, Santa María de los Milagros, el Jícaro, Quebrada Honda, San
José Calera, Vista Hermosa, Las Vegas y las Flores. Su sede está en el caserío El
Centro, de Huertas. El primer párroco (2016-2019) fue el Pbro. José Gregorio
Beltrán. Actualmente la preside el Pbro. Rosario Eliseo Rivas. En cada caserío
hay ermitas que son atendidas por el sacerdote párroco de la parroquia.
Las estas patronales, históricamente se celebran en honor a San Miguel
Arcángel, del 21 al 29 de septiembre. Pero, cuando se erige como Parroquia,
se dispuso como patrono al Sagrado Corazón de Jesús, con fecha movible cada
año: se festeja el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés. Pese a
ello, al centro del retablo del Altar del templo parroquial, está la imagen de San
Miguel Arcángel, como prueba de la profunda fe y veneración que los huerteños
tienen por su Santo Patrono.
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La historia de los Historiantes de Huertas
La transmisión oral de la tradición de los Historiantes con su danza, en Huertas,
tiene sus raíces en los Historiantes de Izalco, hace ya más de 200 años. Era el
tiempo en que las personas que habitaban Huertas iban hasta el occidente del
país a trabajar para los hacendados.
Según reere un informante, fue don Juan Vásquez el primero que llevó la
danza a Huertas:
Él había ido a trabajar a Izalco, allá vio y aprendió la danza y las retahílas,
las poesías y las trajo al cantón donde se las enseñó a otros. Él estaba
joven y se las sabía de memoria porque en Izalco las estudió del libro
que allá tienen. Don Juan – me contaban mis abuelitos – que bailó hasta
que ya estaba bien ancianito. Por lo menos le calculo unos 60 años que
él fue Rey (Reyes, 2019).
Después de don Juan Vásquez (primera
generación), los ensayadores y
Reyes fueron los siguientes: Margarito Vásquez y Santiago Romero (segunda
generación); Brígido Reyes y Dionisio Reyes (tercera generación).
A juicio de los informantes, cada uno de ellos danzó entre 50 y 60 años, pues
todos han iniciado a danzar cuando eran adolescentes o jóvenes:
Cuando ya uno puede manejar bien el corvo, y como uno desde chiquito
anda, aunque sea un garrote en la mano, uno está acostumbrado.
Entonces cuando comenzaron a danzar, estos viejitos tenían por lo
menos 18 o 20 años y danzaron unos 60. Para el tiempo de don Brígido
y Dionisio Reyes que eran nuestros abuelos un señor llamado don
José Alemán, que vivía en las Minas tenía un librito donde estaba la
historia de Carlos Magno o también llamada los doce Pares de Francia.
Yo todavía vi ese librito, pero se perdió. De ese librito nos aprendimos
de memoria la historia (Reyes, 2019).
La cuarta generación de ensayadores y Reyes la representan don Manuel Reyes
y don Leonardo Reyes. Don Manuel representa al Rey Moro Almirante Balán
y, don Leonardo, al Emperador Cristiano Carlos Magno. Ellos llevan ya 48
años danzando
.
De modo que, si quisiéramos establecer un dato cronológico, la información
cierta por transmisión oral, reere que el grupo de Historiantes del cantón Las
Huertas tiene entre 200 y 230 años de existencia. Sin embargo, los últimos
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15 años habían permanecido inactivos por varios motivos. Los informantes
reeren que:
la gente no entendía por qué peleamos con los corvos, y como también
después trajeron a los viejones y payasos para el
desle
de las
estas,
ya
no quisieron que saliéramos nosotros. Además, hubo un sacerdote que
nos dijo que no quería saber nada de esto, que él no estaba de acuerdo.
Y como a los jóvenes de hoy no les interesa, por todo eso nos fuimos
quedando (Reyes, 2019).
Figura 5. Danza de los Historiantes de Huertas 10 de noviembre de 2019.
Fotografía tomada por el autor
Pese a todo, aún hoy hay vivos 6 de los 12 integrantes de la cuarta generación.
Ellos se han encargado de transmitir y ensayar y danzar con otros
que llevan menos tiempo con ellos: los mayores llevan más de cuarenta años
danzando, otros entre quince y veinte y, los más jóvenes son los que se han
incorporado recientemente.
El grupo de Historiantes volvió a danzar el domingo 10 de noviembre de 2019
en el atrio de la ahora Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en el Cantón Las
Huertas, ante la presencia de más de un centenar de personas de los caseríos
aledaños. En esta ocasión, presentaron la Historia de Carlos Magno.
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La Historia de Carlos Magno
Los Historiantes de Huertas conocen a memoria la historia de Carlos Magno.
No hay un texto escrito, por tanto, la transmisión oral ha sufrido algunas
modicaciones. Hay palabras de difícil comprensión. Aquí las transcribimos tal
como los integrantes nos las han referido verbalmente.
La Historia reere el encuentro del Rey Almirante Balán con el Emperador
Carlos Magno. Es el Rey Moro quien provoca al Emperador Cristiano con
estas palabras:
Oh emperador Carlos Magno
hombre cobarde y sin ninguna virtud
envía dos o tres o cuatro de tus varones
a un hombre solo que espera batalla,
aunque sea Roldán y Olivero
títere y ojer de la noy
que te juro por mis dioses
que no les volverás a ver las caras;
¿o habéis por ventura olvidado el pelear
o te hace miedo de mi lanza?
Venid, venid los doce pares,
que uno solo no osa.
Entonces, del ejército Cristiano, Guarín se presenta ante Carlos Magno y le
dice:
Señor,
te suplico me des licencia de responderle a Fierabrás
pues ya que muchas veces te ha llamado
y si en esto será mi servicio
bien galardonado.
Responde Carlos Magno:
No,
ese hombre es un gran guerrero
Entonces, todos concuerdan que debe hacerse la batalla. Ésta se organiza. Des-
pués de un preludio de danza en la que los corvos resuenan al son del pito y del
tambor, cada uno de los guerreros, comenzando por los Moros encabezados por
su Rey, dice su poesía, en el siguiente orden:
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Moros Cristianos
1. Rey Moro, Almirante Balán:
Oh emperador Carlos Magno:
¿a dónde estás?
pues a la Turquía entraste
en busca mía
sólo por topar contigo
y vengarme en tu persona
pues con grande honra sería.
Y con esa tu imperial corona
y con tus propias manos
me amediaces a muerte,
pero primero bañaré mi espada en tu sangre
delante de ese viejo cano,
pues no hallaré piedad en los tuyos
ni menos la encontraréis en mí.
1. Emperador Carlos Magno:
Oh valerosos capitanes
en vuestro valor confío
para provocar al moro
y llamarlo al desafío.
Pues soy valiente siciliano
or de las caballerías
que son espejos de justicia
en quien él mismo se mira.
Hoy es cuando, que todo
en guerra y su bizarría
para que mueran magnetas
quiero darles batería.
Pues para hoy quiero el valor
que oscita mi pecho ardiente
contra este bárbaro activo
conado en Dios todopoderoso
y en la gloriosa Virgen Santa
María, la victoria ganaremos
Todos: ¡Ganaremos!
2. Sostibrían, Guerrero:
Soy Sostibrián guerrero
azote de los cristianos
con mi opinión y valor
es causa del imperio;
y todos esos viles cristianos
vendrán a morir a mis pies.
2. Roldán, el valiente:
Yo soy Roldán, el valiente
que he salido a esta campaña,
pues a mí nadie me engaña;
con el puñal en mis manos
le digo a mis compañeros
que seamos valientes guerreros;
yo mato a ese embustero
que está en el magno sagrado,
y aunque así sean mil moros
no me ajustan ni a bocado.
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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2021 AÑO 11, n.º 12, ISSN 2078-0664, ISSNE 2378-0664
Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
3. Fierabrás de Alejandría:
Soy el mentado tacuazín
pasando por una quebradera
pues cuando yo me enojo,
no respeto ni a mi abuela.
3. Olivero ((nombre real, pero usa el de Guarín
para despistar):
Yo soy Guarín el valiente
de la ciudad de Lorena,
con esta mi espada
buena y mi valor
prominente,
pues para mí no hay valiente
que me pueda resistir;
ya tienen la muerte patente,
pues ya se va a morir.
4. Burlante (Caparrote):
Sale Burlante dice:
estrella de mar que brota
con este mi cortante cuchillo
la vida les voy a cortar.
4. Ricarte de Normandía:
El enviar una embajada
no es preciso en este día,
avisándole a sus hombres
que se preparen a la riña.
5. Valiente Salín:
Como valiente Salín
general de tu escuadrón
con mi brillante corvo,
destruiré al Rey Español.
5. Luis de Gorgona:
Vaya pues don Santiago,
antes de entrar al castillo
no los vayan a pelar
como quien pela a una gallina.
6. El Gracioso:
Todos, todos policías
todos, todos han hablado
y esto de pelear con los cristianos
no es como comer tortillas.
6. El Gracioso:
El chiquito y el grandote
con este mi corvote
me voy a hacer mamasos
a esos caras de jolote.
La música de los historiantes
Los historiantes de Huertas acompañan su danza al son del pito y el tambor. El
pito está hecho de vara de carrizo y el tambor de madera y cuero de venado,
ajustado con coyundas de cuero y pitas. El ritmo es acompasado y emula el
sonido de la guerra. Va en crescendo en los momentos más intensos de la
escenicación de la batalla y en los interludios cuando cada pareja de guerreros
está danzando. Los corvos chocan en el aire y rosan por el suelo resonando
armónicamente. El pito y el tambor callan cuando cada guerrero va a recitar
su retahíla. Resulta particularmente melódica la pieza de salida cuando los
danzantes se retiran. En efecto, el tambor reproduce el tropel de los caballos
sobre calles empedradas y el pito el son de la victoria.
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
Figura 6. Danza de los Historiantes de Huertas 10 de noviembre de 2019.
Fotografía tomada por el autor
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
El vestuario de los historiantes
A nivel general (Martínez Rivera, 2015), la vestimenta que se utilizan para
quienes representan a los cristianos tiene los siguientes elementos: las máscaras
que son un elemento europeo (todas ellas con rasgos de hombres blancos
barbados, de bigote, ojos claros y algunos de cabellos rubios), coronas adornadas
con ores, pantalones sencillos y trajes de guerreros cruzados.
Los moros portan una vestimenta más elaborada, siendo que llevan plumas,
cascos de guras zoomorfas, en algunos casos portan monedas antiguas,
un pequeño delantal, una capa y sobre ella una de forma cuadrada; los colores
brillantes están presentes en las vestimentas haciéndolas más llamativas.
Ambos utilizan también guras de papel de estaño, bordados y artículos
brillantes.
Los historiantes de huertas, reeren que históricamente así lo hacían, pero que
cada miembro dispone de su traje según sus posibilidades. En la presentación
que tuvieron al término de esta investigación, no portaban máscaras, pero sí sus
trajes elaborados, sus coronas y, ciertamente, el corvo como representación de
la espada.
Figura 7. Danza de los Historiantes de Huertas 10 de noviembre de 2019.
Fotografía tomada por el autor
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Rivas, Reynaldo Antonio. Los historiantes de Huertas: La danza de los Moros y Cristianos. Págs. 71-87.
Por una valoración conclusiva
Los factores históricos que propiciaron el encuentro de las culturas originarias
con las europeas, fusionaron elementos que dieron como resultado el nacimiento
de distintas tradiciones en nuestros pueblos. Muchas de esas tradiciones han
perecido en el tiempo; otras tantas perduran hasta el día de hoy, en sus distintas
y variadas expresiones.
Los pobladores del Cantón Las Huertas tienen una rica y larga historia, que
hunde sus raíces a los tiempos anteriores a la Colonia. Huertas era paso de las
tribus Chortis que venían desde Honduras a comercializar con los Lencas de
Ilobasco e iban hasta San Vicente.
La tradición de los Historiantes resulta ser bicentenaria, y ha tenido adaptaciones
que responden al lugar. Por desgracia, ha sufrido un largo periodo de inactividad
que casi la extingue. Sin embargo, en la memoria de los pobladores se mantiene
viva la historia de “ese grupo de moros y cristianos que peleaba con los corvos”
– como lo reere un poblador. Esa memoria viva non-scripta ha hecho posible
que graquemos ahora y se revitalice la tradición.
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Fortalecimiento de Gobiernos Locales PFGL. (2014). Plan estratégico
participativo con énfasis en desarrollo económico, período 2015-2019.
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entrevistador) [notas de apuntes].
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historiantes-de-el-salvador.html
Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Cuenco
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Museo Universitario de Antropología, MUA
Qué es el MUA
El Museo Universitario de Antropología, MUA, es una institución dedicada a
la difusión del pensamiento cientíco antropológico y del patrimonio cultural
salvadoreño, así como a su conservación. Esto se reeja en las colecciones que
se presentan en sus salas de exhibición permanentes y la temporal y, además, en
las muchas actividades culturales que se realizan según su programación.
Objetivo del MUA
El MUA tiene como objetivo principal promover un espacio cultural perma-
nente para la adquisición de conocimientos estéticos y valores de conserva-
ción, que contribuyan a la formación profesional de la población universitaria
y del público en general y su sensibilización ante estos fenómenos, impulsando
actividades de promoción de los insumos necesarios para la generación de in-
vestigaciones de carácter antropológico e histórico, con el único propósito de
desarrollar y difundir la cultura del país.
Qué es lo que hace el MUA
Difunde, por medio de exposiciones permanentes y algunas temporales, las
diferentes y variadas expresiones tangibles de la cultura salvadoreña.
Investigar, desarrollar y difundir el acervo antropológico del país de una ma-
nera integral, hacia el interior de la comunidad universitaria y del publico en
general.
Genera actividades académicas concretas en la forma de conferencias, semi-
narios, talleres, presentaciones de libros, ciclos de cine, foros, investiga-
ciones antropológicas y arqueológicas y otros, con el único n de educar y
sensibilizar a la comunidad universitaria y público en general.
Conserva el patrimonio cultural.
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Salas de exhibición que conforman el MUA
Para una mejor comprensión, el MUA está distribuido en ocho salas de exhibi-
ción, conceptualizadas así:
Sala conceptual
Sala de proceso y comercialización cerámica
Sala etnográca.
Sala de exposiciones temporales.
Sala cultura productiva
Sala movimientos sociales y cultura migratoria
Sala referentes históricos y cultura política
Sala cultura musical y costumbres.
Servicio de guías
Hay cinco estudiantes de antropología que, con previa cita por parte de los inte-
resados en visitar el museo, ofrecen los servicios de guía. El recorrido es de una
hora y quince minutos.
Ubicación del museo en la ciudad de San Salvador
Calle Arce y 17.ª Av. Norte, 1006,
San Salvador, El Salvador, C. A.
Tels. (503) 2275-8836 y (503) 2275-8837
Fax. (503) 2271-4764
E-mail: museo_utec@yahoo.com
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Horarios del MUA
Lunes:
Cerrado por mantenimiento
De martes a viernes:
de 8:30 a.m a 11:30 a.m.
de 3:00 p.m a 5:30 p.m
Sábado:
de 9:00 a.m a 11:30 a.m.
(NOTA: Los grupos no deben exceder los cien estudiantes; y durante la visita serán distribuidos
en las diferentes salas de exhibiciones que conforman el MUA.)
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Pieza de Exposición
Museo Universitario de Antropología
Jarrón
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Catálogos de las exposiciones del Museo
Universitario de Antropología, MUA
Exposición: Batik Usuluteco en la cerámica prehispánica
Los objetos que se muestran en esta exposición son parte de la evidencia creati-
va de las culturas prehispánicas, hablan de la diversa actividad humana que dio
paso al desarrollo de las expresiones artesanales.
Hoy en día, estos objetos se estudian para valorizar la creatividad artesanal de
aquellos grupos; y en esa diversidad de expresiones, destacan las siguientes:
la cerámica, la pintura utilizada para decorar diversos objetos utilitarios y or-
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namentales, la pintura mural aplicada en las construcciones arquitectónicas,
la manufactura textil, la escultura en lítica, la música, la orfebrería y el arte
plumario.
En este grupo de expresiones, es muy notoria la destreza y el dominio de la téc-
nica la que se utilizó para el moldeado y decoración aplicados en los diversos
modelos de la cerámica Batik, donde muchos objetos fueron de uso cotidiano y
otros pudieron ser elaborados para actividades especiales como rituales, ofren-
das o tributos, que sugerían presentar objetos cuidadosamente elaborados para
una actividad especial.
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Esfera de cerámica Procedencia-Miraflores
Mapa de distribución de las dos principales esferas de cerámica Usulután del periodo preclásico
tardío en el sureste de las tierras altas del área mesoaméricana. Fuente: Fawler: 1995; pág. 65.
Esfera de cerámica Uapala
Altar de Sacrificios
Seibal
Zacualpa
Valle de Salamá
El Chayal
X
X
Kaminaljuyú
Bilbao
Monte Alto
Vista Hermosa
Ixtepeque
Copán
Los Flores
Chalchuapa
Atiquizaya
Santa Leticia
Valle de Zapotitán
Gualjoquito
Santa Rita
Los Naranjos
Yarumela
Naco
Playa de los
Muertos
Quirigua
Izapa
Abaj Takalik
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180
20
200
40
220
60
240
80
260
100
280
120
300
140
320
160
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Colaboradores
Eduardo Badía Serra
Eduardo Badía Serra es Director de la Academia Salvadoreña de la Lengua y
Miembro del Senado Consultivo de Universidad Tecnológica de El Salvador.
Es Doctor en Química Industrial por la Universidad de El Salvador, con
especialización en Ingeniería Azucarera y Alcoholera en el Instituto do
Acucar e do Alcool de Brasil. Es Licenciado en Filosofía por la Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador, con especialización en
Filosofía e Historia de la Ciencia, Epistemología y Gnoseología, y Estudio de
los Clásicos, por el Instituto de Altos Estudios Superiores de la Universidad de
León, España.
Es miembro del American Institute of Chemical Engineers de New York, de la
American Chemical Society, Ohio, y del American Philosophical Association,
de Delaware, Estados Unidos de Norteamérica. Ha pubicado muchos libros y
artículos en libros y revistas.
Contacto: ebbserra@yahoo.com.mx
Rubén Fúnez
Doctor en Filosoa y catedrático de losofía y ética
Universidad Tecnológica de El Salvador
Contacto: ruben.funez@utec.edu.sv
Dr. Ramón D. Rivas
Doctor en Antropólogía Social y Cultural
Director
Dirección de Cultura,
Universidad Tecnológica de El Salvador
Contacto: ramon.rivas@utec.edu.sv
Dr. Jaime Alberto López Nuila
Abogado
Investigador Utec
Contacto: jaime.lopez@utec.edu.sv
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Fernando Pérez Memén
Embajador de la República Dominicana
en la República de El Salvador.
Dr. en Historia y Licenciado en Filosofía
Contacto:emdosal@gmail.com,
Reynaldo Antonio Rivas
Catedrático de Ética y Filosofía
Universidad Tecnológica de El Salvador
Contacto: rivasreynaldo@gmail.com
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Universidad Tecnológica de El Salvador
Dirección de Cultura
Museo Universitario de Antropología, MUA
Pieza del mes de enero 2021
DIRECCIÓN DE CULTURA
MUSEO UNIVERSITARIO DE ANTROPOLOGÍA, MUA
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PIEZA DEL MES
FEBRERO 2021
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Convocatoria y requisitos para la publicación
de artículos de la revista
Kóot,
de la Universidad Tecnológica de El Salvador
Indicaciones para autores Kóot - Publicación.
Universidad Tecnológica de El Salvador
Ramón D. Rivas. PhD, e mail: museodeantropologia@utec.edu.sv
Criterios generales para la aceptación de artículos
El Consejo editorial de Kóot invita a investigadores, docentes-investigadores,
estudiantes y personal administrativos a que participen activamente con sus
aportes; pueden, además participar como autores de artículos de la revista, pro-
fesionales de Museología, Antropología, Historia, Arqueología, Lingüística y
Arquitectura.
La opinión expresada por los autores son de su exclusiva responsabilidad.
La revista Kóot se reserva todos los derechos legales de reproducción. Los ar-
tículos que se reciben deben ser originales e inéditos, por lo que no deben ser
publicados total o parcialmente en otra publicaciones en período previo a su
publicación en esta revista. La presentación y publicación en fecha posterior
será posible con previa autorización del editor y del autor del artículo.
La recepción de los trabajos no implica obligación de publicarlo ni compromiso
con respecto a la fecha de su aparición.
Envío del artículo
Cada artículo debe contener lo siguiente:
• título, subtitulo (si lo requiere);
nombre, títulos del autor, liación institucional (si lo requiere), correo elec-
trónico;
• resumen del contenido (entre 10 a 15 líneas);
• un ítem con expresiones y palabras claves (cinco a ocho términos);
• introducción y desarrollo;
• conclusiones tácitas o explicitas;
• bibliografía completa y
• otas marginales.
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Para tener presente:
• Los artículos que se envíen a la revista Kóot deben ser redactados según nor-
mas estandarizadas (ISO, UNE, APA).
Los trabajos deben ser enviados en Word (en dispositivos de almacenamientos
válido o vía e-mail) a museodeantropologia@utec.edu.sv
Universidad Tecnológica de El Salvador
Dirección de Cultura
Museo Universitario de Antropología, MUA
Calle Arce y 17.ª Avenida Norte, edicio Anastasio Aquino. 1006,
San Salvador.
Se recomienda al autor conservar copia de todo material enviado, pues la re-
vista no se responsabiliza por daños o pérdidas.
Recomendaciones especiales para el autor:
1. Debe tener claridad, solidez y sustento bibliográco suciente.
2. Enviar adjunto, o al nal del artículo, un resumen de vida.
3. El nombre que aparecerá en la publicación será el expresado en el artículo.
4. En el caso de utilizar imágenes, como grácos, fotografías o ilustraciones,
estós deberán ser originales (si los tienen), para obtener calidad al impimir;
si son tomadas de algún texto o sitio web, deberá colocarse su procedencia.
En el caso que el autor requiera imágenes de apoyo, él asegurará también el
pleno logro del objetivo del escrito.
5. Ni la universidad ni el Comité editorial se comprometen con los juicios
emitidos por los autores de los artículos. Cada escritor asume la responsabi-
lidad frente a sus puntos de vista y opiniones.
6. El Comité editorial se reserva el derecho de revisar cada artículo, y remitir-
lo a árbitros para garantizar su calidad; y si es el caso, sugerir modicacio-
nes. Igualmente puede rechazar aquéllos que no se ajustan a las condiciones
exigidas.
7. Las citas a pie de página se numeran correlativamente y deberán estar estan-
darizadas por cualquiera de las normas antes mencionadas.
8. La bibliografía se incluirá al nal del trabajo, ordenándola alfabéticamente
por el autor.
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Idioma
La revista publica material fundamentalmente en español con los respectivos
resúmenes en español e inglés.
Derechos de reproducción
Cada artículo se acompañará de una carta del autor principal, especicando que
los materiales son inéditos y que no se presentarán a ningún otro medio antes de
conocer la decisión del Comité editorial. El autor debe de adjuntar una decla-
ración rmada indicando qué tipo de derecho presenta su artículo, recordando
que la universidad sugiere utilizar el tipo de libre acceso; sin olvidar mencionar
la fuente. Los derechos de reproducción son propiedad exclusiva de la revista
Kóot.
Extensión y presentación
El artículo completo no excederá de treinta páginas tamaño carta, escritas a
doble espacio, sin espacios adicionales entre párrafos y entre títulos, en letra
tipo Arial y de tamaño 10 puntos; con márgenes derechos de 3 centímetros, y
márgenes superior e inferior de 4 centímetros; las páginas se enumerarán suce-
sivamente, y el original debe ser acompañado de una copia de buena calidad.
Títulos y autores
Se recomienda pensar en títulos que interesen al lector y que tengan plena rela-
ción con el tema, limitándose a 10 palabras o a no exceder de quince. El conte-
nido debe describirse en forma especíca, clara y concisa, evitando los títulos
demasiado generales.
Inmediatamente debajo del título se anotará el nombre y apellido de cada
autor, la institución donde trabaja cada uno, los títulos académicos y cargos
ocupados; vale aclarar que al resultar dicho artículo seleccionado para ser pu-
blicado, estos datos solicitados aparecerán relacionados al nal de la revista
con el título de “Colaboradores”. Es preciso proporcionar la dirección postal
del autor principal para responder la correspondencia relativa al artículo, o
indicar otra dirección donde pueda llegar un servicio de mensajería comercial,
o su dirección electrónica.
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Resumen de palabras claves
Cada artículo se acompañará del resumen en el idioma en que esté escrito, ade-
más del resumen en español, uno en inglés, no superior a 200 palabras; para el
caso de artículos derivados de investigación, el resumen debe indicar claramen-
te: 1) objetivos de estudio; 2) lugar y fecha de realización; 3) metodología -
sica; 4) resultados principales con interpretación estadísticas y 5) conclusiones
principales.
Se debe hacer hincapié en los aspectos nuevos y relevantes. Para artículos dife-
rentes a investigación, el resumen debe contener información relacionada con
los objetivos, la metodología en la cual se apoya, síntesis de la tesis principal, la
interpretación académica, los resultados (si los hubiere) y las conclusiones. No
incluirá ninguna información o conclusión que no aparezca en el texto. No debe
incluir abreviaturas, remisiones de texto principal o referencias bibliográcas.
El resumen deberá permitir a los lectores conocer el contenido del artículo y
decidir si les interesa leer el texto completo. De hecho, es la única parte del
artículo que se incluye, además del título, en los sistemas de difusión de infor-
mación bibliográca. Después del resumen se describen de tres a cinco palabras
claves para nes de indización.
Cuerpo del artículo
Los trabajos que exponen investigaciones o estudios por lo general se dividen
en los siguientes apartados, correspondientes al formato Imryd: introducción,
materiales y métodos, resultados y discusión. Los trabajos de actualización, re-
exión y revisión bibliográca suelen requerir otros títulos y subtítulos acordes
con el contenido.
Notas al pie
Estas deberán ser de acuerdo con la misma norma estandarizada con que tra-
bajen las referencias bibliográcas, debido a que se realizan para identicar la
jación (institución y departamento) y dirección de los autores, algunas fuentes
de información inéditas y dar explicaciones marginales que interrumpen el ujo
natural del texto. Su uso debe ser limitado.
Este libro se terminó de imprimir
en el mes de enero de 2021
en los talleres de Tecnoimpresos, S.A. de C.V.
19ª. Av. Norte N.º 125,
ciudad de San Salvador, El Salvador, C.A.
“El éxito de un museo no se mide por el número de
visitantes que recibe, sino por el número de visitantes
a los que ha enseñado algunas cosas, no se mide por
el número de objetos que expone, sino por el número
de objetos que los visitantes han logrado aprender en
su entorno humano, no se mide por su extensión sino
por la cantidad de espacio que el público puede de
manera razonable recorrer en aras de un verdadero
aprovechamiento. Eso es el museo.”
Georges Henri Riviére
Revista de museología
Museo Universitario de Antropología, MUA
Revista anual. Año 11, enero de 2021, n.º 12
ISSN 2078-0664
ISSNE 2378-0664