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Valoración de los conocimientos y prácticas culturales de la agricultura ancestral relacionados a las prácticas agrícolas sostenibles en la
comunidad de Nahuizalco. Josué Mauricio López-Quintana, pp. 60-70, Revista
entorno, diciembre 2019, número 68, ISSN: 2218-3345
La luna tiene una importante representación simbólica
como elemento que está presente en los momentos de la
vida social de sus habitantes, quienes poseen ese legado
de generación en generación y que algunos de sus más
ancianos aun toman en cuenta. Se trata de un sistema
ancestral que se basa en la interpretación de las fases la
luna, teniendo un importante significado cosmológico
para las comunidades indígenas de Nahuizalco e Izalco,
retomando esas fases para realizar otras actividades de
la vida cotidiana. Schultze Jena (1997) explica que ciertos
aspectos relacionados a la luna la parte agrícola, en las que
se distinguen tres aspectos importantes para cultivar: los
conocimientos que son empleados para llevar los tiempos
de peina (preparación de la tierra), la siembra y la dobla
(cosecha). Como sucede en las siguientes fases lunares, en
la luna nueva se evita sembrar por la creencia de que lo que
se siembre no echara raíces, al igual que sembrar en la luna
en cuarto menguante, mientras que la en la luna tierna es el
momento idóneo para sembrar.
De esa forma lo explica doña Teodora (2018), del cantón
Sisimitepet:
No se puede sembrar. Solo, por ejemplo, nosotros
tenemos la costumbre de sembrar cuando es 11
de luna. Por ejemplo, ahorita va a ser 11 (once de
luna) el 24 de julio. Ese día vamos a sembrar unos
palitos todavía, porque sabemos que no se muera,
porque creemos que Dios nos va a enviar la lluvia,
y va a llover, y no se van a morir los palitos. Así que
vamos a sembrar el 24 de julio; ese es el día perfecto.
Otros siembran el 29 de luna, un día que se vaya la
luna. Otros siembran en creciente. La yuca se puede
sembrar en creciente. Para que crezca, la yuca se
puede sembrarse en creciente; cuatro o cinco días
de luna.
Cultivos de yuca, frijol y maíz en los cantones de Sisimi-
tepet, Pushtan, Tajcuilujlan y Anal Abajo de Nahuizalco
La siembra de yuca
Se inicia consiguiendo los vástagos de la yuca, se cortan y se
colocan llevando una posición; pero antes de ser sembrados,
según la tradición, el sembrador tiene que frotarse las
manos con la planta matali (Tradescantia zebrina) y después
acariciar el vástago e irlo sembrando a 40 cm entre cada
estaca. El sembrador debe de coincidir con las fases de
luna. En este caso se trata de 11 de luna. La persona que
siembra, abre la tierra para enterrar los vástagos de yuca,
explicando que si la lluvia viene del sur los vástagos deben
de ir en una posición que no les caiga directamente la lluvia.
La estaca (yuca) debe quedar completamente enterrada.
“(…) Por medio de ustedes, pues, verdad, y por medio de
esta plantita vamos a sembrar esta plantita. Espero que
Dios nos dé fuerza. Primero a ustedes, en primer lugar, ya
que Dios nos tiene en vida, ¿verdad? Y así, que esta yuquita
salga bien (...)”. Habiendo dicho esas palabras, el agricultor,
en este caso uno de los hijos de don Margarito, frota las
raíces de la planta matali; y con sus manos impregnadas de
la tierra que tiene dicha planta frotan las estacas de yuca y
comienzan a enterrarlas. En este caso fueron sembradas de
seis a ocho estacas; y aproximadamente en cuatro meses
se verán las cosechas de yuca. Uno de los agricultores
menciona que el 3 de mayo (“Día de la Cruz”) el párroco llega
a la comunidad y todos los agricultores llevan sus semillas, y
él hace la bendición y la oración de las cinco velas de cinco
colores: amarillo, azul, negro, etc., y cada una está puesta en
un círculo como una estrella.
De esa forma se siembra la yuca. Esperando haber cumplido
con la tradición del frotamiento y habiendo enterrado la yuca,
el grupo regresa a la plaza de Nahuizalco para continuar en
el mercado. Debe destacarse que el sistema lunar juega
un papel importante para el cultivo local. Los agricultores
concuerdan en sus fechas de siembra, según las fases de
la luna, el día de la siembra de la yuca. Las fases lunares
son importantes para la agricultura, pero no solo para este
aspecto, sino que también para la vida cotidiana. Esto forma
parte de las creencias locales. Por ejemplo, en el ámbito
reproductivo o en salud, ya que el joven comenta que no
es lo mismo herirse en un día que la luna no esta creciente
a que cuando está llena. La figura de la luna tiene una
connotación femenina, mientras que el Sol es considerado
como el “abuelo sol”, con una entidad masculina.
El cultivo de frijol
La siembra del frijol se llevó a cabo en el cantón Anal
Abajo actividad correspondiente al calendario lunar (luna
llena) y de acuerdo con el cambio de cultivo conveniente,
ya que estos se rotan bajo la creencia de que la tierra
necesita descansar de ciertos cultivos, para que estos den
buenas cosechas. Debido a que para el campesino la tierra
representa un ser vivo que le proporciona el alimento, es
por eso que llega un momento cuando se cansa de generar