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Impulso de la Red de Divulgación de Ciencia, Tecnología e Innovación como organismo promotor de la sociedad del conocimiento en
San Luis Potosí, México. Edgar Jiménez-Félix, pp. 47-59, Revista entorno, diciembre 2019, número 68, ISSN: 2218-3345
El recorrido comprendía la atención de los 58 municipios de
los que está constituido el estado, incluyendo comunidades
aparte de la cabecera municipal, dando atención de manera
simultánea al objetivo 10 de la planeación estratégica
(atender la totalidad de los municipios). Finalmente, el
recorrido se realizó en 125 poblaciones en tan solo 4 meses,
de agosto a noviembre de 2015, debido a que el programa
con el cual se financiaba este proyecto (ENDDCTi, 2015)
comprendía un periodo de ejecución máximo de 8 meses, y
también existía dependencia del ciclo escolar vigente para
que las escuelas fueran receptoras de la actividad; debía de
ejecutarse de manera simultánea en distintas regiones.
Bajo un panorama tan grande de atención en poco tiempo,
el Copocyt emitió una convocatoria para atención de las
regiones, dividiendo el estado en 8 zonas (altiplano este y
oeste, centro este y oeste, media este y oeste, y huasteca
norte y sur), para que las instituciones miembros de la Red,
presentaran propuestas, incluyendo el desglose de sus
talleres y desarrollando una ficha técnica para cada uno.
Cabe señalar que esto se enriqueció con el acercamiento
a las direcciones municipales de educación de cada
ayuntamiento en donde se les solicitaba acerca de cuáles
eran los temas prioritarios de atención en la población.
Desafortunadamente, esto se hizo de manera informal a
través de llamadas telefónicas y recabando información
general, sin embargo, se rescataron los temas siguientes
como prioritarios, esto a partir de lo sugerido por
los municipios que participaron en las sugerencias:
alimentación infantil, agua, generación de energía, calidad
de vida, electricidad y vivienda. Se dieron seis meses (enero
a junio de 2015) para que los proponentes desarrollaran sus
propuestas. La convocatoria incluía, con detalle, cada una
de las zonas, los periodos en los que se permitiría atender, la
logística de protocolo, los códigos de vestimenta, así como
reconocer, en todo momento, al Copocyt y al Conacyt por
el evento.
Se presentaron diez instituciones, de las cuales, solamente
seis cumplieron con los requisitos administrativos y técnicos
solicitados. Respecto a lo administrativo, principalmente
era cumplir con documentación para generar factura,
comprobantes de domicilio e identificación del responsable
legal. Cabe destacar que no todos cumplían con el requisito
por no estar al corriente con el órgano tributario del estado,
asimismo, existía irregularidad entre el domicilio fiscal en
contraparte del domicilio legal.
Respecto a los requerimientos técnicos, consistía en indicar
las actividades de manera específica, la zona de atención
a la cual estaban interesados en atender, el desglose del
currículo de los talleristas que conformaban el equipo de
trabajo y el desglose financiero sobre el costo de materiales,
traslados, alimentos, hospedajes y honorarios.
El ejercicio de evaluación se realizó durante el mes de julio,
en el cual se tenían definidos a los grupos que atenderían
cada una de las regiones. Cabe señalar que cada proponente
debía de presentar sus respectivos talleres con recursos
propios; y el Copocyt no asignaría el recurso hasta que estos
fueran evaluados y validados por el comité de evaluación de
los talleres.
Se desarrolló una rúbrica que contenía los siguientes
elementos: pertinencia de la temática del taller, habilidad
expositiva, capacidad de captar la atención del público,
enfoque en la población objetivo, pertinencia de los
materiales, capacidad de replicar el taller por los mismos
usuarios, riesgo en el manejo de materiales y costo por taller.
De las seis instituciones evaluadas, dos tuvieron que realizar
ajustes a sus presentaciones, incluso algunos tuvieron que
cambiar de tallerista, dado que no tenían las habilidades
expositivas que el comité consideraba para visitar
poblaciones al interior del estado. Todas las evaluaciones
se realizaron en el espacio de divulgación del Copocyt,
“El vagón de la ciencia”, ubicado en uno de los principales
parques de San Luis Potosí, el Parque Tangamanga. A este
lugar se citaba a un cuerpo de al menos 5 evaluadores de
instituciones distintas a las evaluadas, para que llenaran la
rúbrica e hicieran de forma vivencial todos los talleres que
se desarrollaron.
Es importante hacer mención que lo evaluado únicamente
era el contenido de divulgación y la actividad como tal,
sin embargo, algo que no se había considerado eran las
capacidades administrativas, logísticas y de gestión de cada
institución para hacer frente a las contingencias que se
presentaron a lo largo del programa. Esto es, cómo enfrentar
situaciones de desastres naturales como inundaciones que
dejaban inaccesibles los poblados, cancelación de sedes,
presencia de grupos del crimen organizado y cambios
en los costos operativos. Esto dejó en evidencia que
las habilidades, no solo de divulgación sino también de
gestión, son un elemento fundamental en el desarrollo de
divulgadores científicos.